La entrevista que publicamos a continuación, fue llevada a cabo con el fin de difundir la labor de la camarada Vannesa Rosales, luchadora ejemplar por los derechos de la mujer, sobre todo en lo que respecta al derecho a decidir sobre sus propios cuerpos. La compañera Vannesa hace vida política y social en el Edo. Mérida, y las luchas que ha llevado adelante por el derecho al aborto en casos imprescindibles, como lo es la violación, fue causal para que fuese detenida por los cuerpos de seguridad y recluida en un centro penitenciario. Su lucha es, sin duda alguna, una gran inspiración para todas y todos los que entendemos que la conquista de mayores derechos y libertades para las mujeres trabajadoras, es un aspecto primordial de la lucha de clases.
LdC
- Cuéntenos de su trayectoria de lucha, antes de octubre del 2020
V.R: Normalmente no me hacen está pregunta, ha sido una trayectoria larga. Antes de mi detención arbitraria en octubre del 2020, mi militancia realmente empieza en el año 2008 con mi padre en vida, o un poco antes del 2008, cuando empezamos a hacer trabajo de teatro. Mi papá era director de teatro, fundador del grupo teatro Tramoya y parte del equipo del grupo docente, fundador de la Escuela de Artes Escénicas de la Universidad de los Andes.
Mi padre estudió en Chile. Allí hizo su educación superior, en los tiempos en que se derrocó a Allende. Él estuvo preso allí, y tenía una sensibilidad muy grande respecto a los privados de libertad. Papá fue un carajo izquierdista, y terminó preso justamente por ser comunista, por militar en el partido comunista de allá. Este breve inciso es para explicar porque viene él a ser una parte importante de mis inicios como militante.
Yo empiezo a trabajar con él en su grupo de teatro, por interés, por inquietud, por ganas de hacer cosas. Tendría yo unos quince años, tal vez menos o un poco más, y empiezo a hacer producción para él. Terminamos metidos en un montón de sitios, ya yo conocía un montón de penitenciarios porque habíamos hecho trabajo de taller de teatro, talleres de fabricación de utilería, de máscaras, de esto, de lo otro. Un montón de talleres que estaban relacionados directamente con el teatro, mucho teatro callejero. Incluso de aquella época todavía tengo imágenes, algunas fotos de nuestro hacer en el teatro callejero.
Teníamos una pieza muy importante que se llamaba “De Guasábara Mérida”,respecto a la cultura indígena que se nos arrebató, y bueno, toda mi locura empezó allí con mi padre. Luego me separo un poco de él para militar con gente de mi edad, o más o menos contemporánea, y me meto de lleno a trabajar con las personas de La Guarura, específicamente aquí en Mérida. Era un trabajo con Radio Horizonte y un pequeño periódico que se llama Lápiz Rebelde, del que daba cuenta el profe y camarada Luis Perales. De allí llego a la escuelita en el año 2012, año en que por cierto muere mi padre.
Caigo en la escuelita y empiezo hacer trabajo con chamos pequeños, con niños en situación de alto riesgo social, pero muy pronto se hace evidente que el trabajo con niños y niñas es apenas una parte del trabajo integral que hay que hacer en Pueblo Nuevo.
Decidimos abrir un bachillerato socioproductivo. Trabajo que se realizó con mi colectivode base, Fundación CAYAPA. En este bachillerato socioproductivo yo hago énfasis en la contención de mujeres, porque las mujeres no persistían, no continuaban sus estudios, y así logro contener un grupo de mujeres, egresarlas de bachillerato y pasando a formar una comunidad de aprendizaje universitaria, con el apoyo de la Universidad Politécnica Territorial del Edo. Mérida.
Esta comunidad de aprendizaje de mujeres del barrio es sobre enfermería integral comunitaria. Pasamos ya cinco años en militancia con estas mujeres, estas mujeres también se vuelven militantes de sus barrios, empiezan a tratar los problemas de salud, atender encamados, a conseguir medicamentos para la comunidad, hacer trabajo militante desde el área de la salud, dentro de su proyecto de formación como enfermeras integrales comunitarias.
Posteriormente se abre la comunidad de aprendizaje en prevención del delito y criminología, que termina captando prácticamente la totalidad de la Escuela de Criminología de la Universidad de los Andes, porque en un salón los estudiantes ven la cosa teóricamente, y de repente se abre una comunidad de aprendizaje en el centro de un barrio súper sensible en la ciudad. Se desbocan todos los compañeros y las compañeras, empezando por los profesores, súper interesados en la formación de nuestra gente y pasando a ser sus tutores.
Luego tenemos una interacción bastante interesante con las estudiantes –femeninas- de la Escuela de Criminología de la ULA. Hay una integración bastante bonita allí. Desde allí nace el proyecto del COI, Centro Integral Comunitario, en el que actualmente estamos trabajando un programa penitenciario, un programa para personas privadas de libertad, personas con medidas cautelares sustitutivas de la privación de libertad y familiares, abordando el tema principalmente de derechos humanos, detenciones arbitrarias, acoso policial, entre otros.
También tratamos el tema de la violencia contra las mujeres y explotación de niños. Estamos proyectando también estudios sobre la prostitución, y estamos proyectando diferentes estudios sobre dolores y sentires en el barrio. Actualmente lo último que ha pasado es la apertura de una comunidad de aprendizaje en desarrollo de software, software libre por supuesto. Yo también estoy en la movida del software. Aprendí a programar en Phyton, luego los muchachos ven que esto puede ayudarles a mejorar de forma inmediata su calidad de vida, son chicos y chicas que están por su cuenta desde chiquiticos, y ya son personas adultas que tienen que trabajar, que tienen que conseguir su comida. Muchos de ellos ya tienen hijos, entonces, aunque son personas muy jóvenes, el tratamiento que se le da a ellos es como de adultos, hay que ajustarse a sus horarios laborales.
Estamos ahora mismo trabajando en cómo adquirimos computadoras, para que ellos puedan hacer el trabajo fuera de las instituciones que nos han prestado las computadoras, porque realmente los horarios no nos cuadran. Los estudiantes van a iniciar su comunidad de aprendizaje con una página que se llama Código con Clase, mediante la cual devendrán un ingreso que les va a permitir continuar y culminar con sus estudios universitarios, por allí va la cosa.
CAYAPA no solamente ha hecho trabajo de educación certificada. Hemos estado en un sancocho en atención de la salud particular de un montón de personas, un montón de crowdfunding para la operación de niños, de personas encamadas, de personas que sufren cáncer.
Hemos estado activos en todo lo que es la dolencia de la comunidad, los problemas de la comunidad, entonces digamos hemos ocupado ese espacio durante trece años de manera muy activa y bastante comprometida con la comunidad. Les queremos mucho, nos quieren mucho, somos amigos, somos hermanos, no es una relación docente estudiante ni nada por el estilo. Es una relación un poco más abierta, más comunitaria, de hecho nosotros hemos vivido en el barrio.
Yo viví en el barrio seis años,y los planes en este momento son volver a vivir allá en el barrio para seguir activando de una manera más codo a codo. También he tenido mi trabajo como feminista aparte de lo que es el barrio, con el tema de la interrupción voluntaria del embarazo. Eso por supuesto ha permeado el barrio.Yo he hablado esto constantemente con las compañeras de enfermería, ellas están muy ganadas a acompañar las interrupciones que sean necesarias. Ese trabajo ya está hecho y también ha permeado muy dentro del barrio.
En mi caso con el tema del feminismo, comencé en Faldas, en ese momento era RIAS. Pasé por allí termine mi trabajo con ellas por desacuerdos y entendí que había una necesidad de otras colectivas que activaran en el área de derecho sexual, derechos reproductivos, específicamente interrupción voluntaria del embarazo, porque no se dan abasto.
Una sola organización no puede sostener todo ese trabajo, esto ya lo tengo yo muy claro. Una sola organización no puede sostener la demanda de información, la demanda de producto, la demanda es brutal acá en Venezuela, de hecho allí surge Juntas Nos Cuidamos, que es una página que estuvo hasta hace poco activa. La inactivamos por todo este tema de mi caso, pero la intensión es volver a activarla, volver a subirla, donde las mismas mujeres que tuvieron una interrupción exitosa en algún momento, pasaron a ser consejeras, a dar los protocolos.
Tuvimos una interacción bastante interesante con mujeres en todo el país, incluyendo sitios remotos, el oriente, poblaciones por las que casi nadie pasa, digamos que estamos acostumbradas a trabajar del centro hacia occidente y no tanto hacia el oriente. Hay muy poca organización o fuerza feminista allá. Apenas se está empezando a ver en este momento y alrededor del tema del aborto pues prácticamente nada, entonces nosotras logramos activar un montón de compañeras en ese lado.
#JuntasNosCuidamos tenía presencia básicamente en todo el país, incluidos Amazonas y Bolívar, así como espacios marginados del resto del país y de la política nacional. Por seis años más o menos estuvimos en actividad. Digamos que esto nos dio una experiencia y una data muy vasta sobre las mujeres, el aborto, qué mujeres abortan, sus edades, etc. Tenemos una data bastante interesante que tenemos que procesar para luego transformarla en un producto estadístico que pueda ser expuesto.
Esto por el lado del feminismo, también tengo otro trabajo con antropólogos, un trabajo un poco académico. Me he separado un poco de ellos y me he juntado más con La Guarura para digamos, tener acercamiento a las comunidades indígenas desde un punto de vista más auténtico y menos académico. Sin embargo, también tengo mi trabajo académico fuerte en la revista Contra Corriente. He sido docente investigadora en mi universidad, he desarrollado técnicas en diferentes áreas, sobretodo en tecnología, software libre, incluso tecnología blockchain, uso de criptodivisas y todas estas cosas que finalmente terminan reflejadas en el barrio, buscando siempre mejorar la calidad de vida de la gente del barrio.
Es un resumen corto, pero básicamente esto es lo que he hecho con muchísimas otras aristas. He hecho contacto con muchísimas otras organizaciones, para no dejar de lado a nadie. Realmente esto es un resumen y no pretendo describirlo todo a cabalidad, pero básicamente eso es lo que he hecho yo durante los últimos 16 años de mi vida.
Entonces, si tengo una trayectoria de militancia larga para mi edad, tengo mis contactos y mi reconocimiento acá regional.También tengo reconocimiento internacional, porque las compañeras que damos la información sobre la interrupción voluntaria del embarazo nos conocemos todas en todos los países. Por eso también quizás fue un poco más fluida la defensa de mi caso. No hubo gente que solicitara pruebas de que yo fuese una militante, porque se contactó directamente con la gente con la que ya militaba a nivel nacional e internacional. Por ello fue súper fluido el tema de la información, el tema de la campaña, debido a que en gran parte existe un trabajo real comprobable.
LdC:
- ¿Cómo y por qué acontecieron los hechos por los que fue privada de libertad?
V.R: Entrando en materia, yo quedé privada de libertad por pobre y por mujer. Acá en Mérida existen muchísimas clínicas donde se practican interrupciones del embarazo, para personas con dinero, que cobran la interrupción del embarazo en $800 o más. Eso es inaccesible para la gente del barrio, de cualquier zona rural, de cualquier zona empobrecida, inaccesible completamente.
Pero bueno, estas personas nunca han sido aleccionadas, nunca han sido tratadas como criminales. En cambio, nosotras, como somos del barrio, como somos las pobres, porque somos unas mujeres que osamos tomar una decisión sobre nuestra propia salud entonces bueno, esto ya nos convierte en criminales ¿no?
Esta es la lectura que le dan a este caso las agencias del orden y luego posteriormente la Fiscalía, el Ministerio Público, el Tribunal Supremo de Justicia y sus dependencias, que son los circuitos judiciales. Estas instituciones tienen lecturas que son absurdamente aporofóbicas y misóginas por donde las veas.
Yo termino pagando cana como quién dice, termino estando en la cárcel en la sede del CICPC por más de 3 meses, a causa de ayudar a una niña que estaba en una situación de gravidez, de altísimo riesgo. La niña tenía 13 años y había sido víctima de reiteradas violaciones por parte de un vecino, un vecino que al parecer era “bueno”, le llevaba comida a la casa, qué sé yo,en fin, que tenía un buen trato, etc., etc. Pero resulta que, cuando te sientas y lo observas y analizas bien, el vecino cumplía con el perfil criminológico clásico de un depredador de menores.
Esta nena había víctima de violaciones casi por dos años. Tuvo su desarrollo muy tarde. En cuanto se desarrolló quedó embarazada inmediatamente. El embarazo le producía demasiado malestar. La nena se desmayaba, tenía bajas de tensión. Una chica con problemas alimenticios muy severos.
Su madre se dio cuenta por supuesto. Debido a ausencia de la menstruación y ciertos síntomas que le preocupaban, la madre acude a nosotros, porque los profes siempre hemos sido eso pues, como los consejeros o las consejeras que están allí para la comunidad, más allá de las clases, más allá de los espacios de aprendizaje formal. Hemos estado allí más como vecinos, como amigos también.
Obviamente hemos tenido esta conversación sobre la interrupción voluntaria del embarazo en las asambleas con las enfermeras en Pueblo Nuevo. Por lo tanto, todo el mundo sabe que yo tengo conocimiento sobre esto.
Entonces, la madre de la nena acude a mí para informarme sobre la situación, y yo entiendo que esta es una situación de riesgo en el momento cero, en el momento en que me entero, en el momento que me doy cuenta que la nena está teniendo problemas de salud.
No voy a decir el nombre de la ginecóloga que nos acompañó por petición de ella. Ella no quiere que se sepa su nombre y lo respeto perfectamente. Tiene su familia, es una ginecóloga excelente, una mujer feminista, comprometida con otras mujeres también. Una profesional con muchísimos estudios, varios doctorados, varias especializaciones que incluyen cosas fabulosas como la citología sin dolor. Ella es una persona súper consciente sobre la salud de las mujeres, súper interesada en la salud de las mujeres.
Acudimos a ella, llevamos a la nena a su consultorio, y en efecto tenemos un embarazo de 12 semanas de gestación y de muy alto riesgo, por los niveles de malnutrición de la niña. El embarazo podía culminar en preclancia con muchísima facilidad al cabo de unos meses. La implantación del embrión en el útero fue muy baja, lo que podía provocar un aborto espontáneo. Un aborto incluso problemático, digamos, pues habría sido un aborto con hemorragia.
Tuvimos que atender una infección también. Recordemos que la nena era víctima de violación, y es muy común que se transmitan infecciones en estos casos. Se tuvo que atender dicha infección antes de la interrupción del embarazo. Luego, procuramos la medicación y se le dieron las instrucciones exactas sobre cómo interrumpir el embarazo. La nena tiene una interrupción del embarazo exitosa. Realmente no tenía signos, ni de infección agravada ni de hemorragia, estaba en perfecto estado de salud.
No obstante, su mamá, tal vez condicionada también, termina llevándola al hospital para asegurarse de que todo esté bien. En el hospital le prescriben un legrado completamente innecesario. El legrado es una cosa sobre la cual las feministas tenemos que empezar a hablar también. ¿Por qué? Porque el legrado se está usando como forma de aleccionamiento a las mujeres, porque es doloroso.
Muchísimas veces el legrado es innecesario, porque, bien sabemos las que conocemos de cabo a rabo el protocolo de interrupción del embarazo elaborado por la OMS y por la Federación latinoamericana de ginecología y obstetricia, que el cuerpo, con la menstruación, se encarga de descartar cualquier resto ovular, etc.
En la mayoría de los casos, de interrupciones farmacológicas exitosas, que además son súper seguras, más seguras que quirúrgicas, el legrado es completamente innecesario.
De todas formas a la niña le practicaron el legrado. Mientras esto ocurría, la madre se va con el producto del aborto al CICPC para que le practiquen las experticias correspondientes, como la verificación de ADN, y hace la denuncia formal contra el violador. Sin embargo, los funcionarios no prestan atención a la denuncia formulada por la madre contra Carlos Terán, el violador. Pero no es importante para ellos que haya un violador. En ése momento lo grave para ellos era que haya habido una persona que abortó. Los funcionarios van hasta el hospital y proceden a efectuar investigaciones, en mi contra, de forma absolutamente inconstitucional.
Entrevistan a una niña menor de edad sin compañía y sin un representante, básicamente drogada, apenas saliendo de la anestesia después del legrado, con amenazas, le dicen que ella también puede ir presa, no importa que ella tenga la edad tenga y la forzan a un montón de cosas hasta que termina hablando de mí. Termina diciendo mi nombre. A mí me ayudó a la profe Vannesa. Cosa por la que no la culpo en lo absoluto, porque primero es una nena. Segundo, estaba en un estado de indefensión absoluto.
Fue forzada prácticamente a decir mi nombre, y bueno, muchísima violencia alrededor de esta indagación. Posteriormente llegan a mi casa para hacer un allanamiento de morada, anticonstitucional nuevamente, porque básicamente todo lo que ocurrió en mi caso fue anticonstitucional.
En la audiencia preliminar se descartó absolutamente todo, precisamente por no contar con la con la validez legal que se requería. Efectuaron un allanamiento de mi casa, sustrajeron un montón de cosas, incluyendo herramientas de trabajo de mi pareja, que es este técnico en veterinaria. Lógicamente, ella tiene su bisturí y sus cosas para atender a los animalitos, para hacer limpieza de heridas, para hacer pequeñas suturas, etc., pequeñas operaciones ambulatorias, pero eso obviamente exige tener un equipito, tijeras quirúrgicas para la atención de animales, etc.
Los funcionarios se quedaron con los equipos de trabajo de mi pareja, e incluso se atrevieron a señalar que con esas herramientas veterinarias se practicaban abortos en mi casa. Se inventaron todo un mundo, una historia sorprendente sobre cosas que no pasaron jamás.
Sobre la indagación de mis estados de cuenta, obviamente comprobaron que estaba limpia. Yo nunca he devengado ingresos por ninguna de mis actividades militantes.
Sin embargo, en la audiencia de presentación la jueza agrava la situación jurídica con dos cargos accesorios absurdos, que están ideados para combatir el terrorismo y la delincuencia organizada. O sea, fíjate cómo es la interpretación del circuito judicial, por qué no, vamos a meterlos a todos en el saco, al mismo Tribunal Supremo de Justicia completo, que es el encargado de la interpretación de la ley. Esto es terrorismo, no es militancia,no es que se salvó la vida de una niña, nada de eso.
Creo que soy la primera persona en el país, capaz en el mundo, en ser acusada por la misma causa utilizando dos leyes diferentes, agavillamiento y asociación para delinquir. Si se leen en el Código Penal y la Ley contra el Terrorismo y el Financiamiento a la Delincuencia Organizada, son exactamente iguales.
La jueza comete una ultra petita. Ultra petita significa que ella se salió de su función. Se excedió de su función. Porque un juez, una jueza tiene que ser eso pues, una persona imparcial que está mirando lo que presenta la Fiscalía en contra de uno, y decide si está bien o está mal. No tienen potestad para imponer cargos, no deberían; esto se considera un error. Es un error jurídico que se conoce como ultra petita y bueno la jueza una mujer súper misógina. Es muy doloroso, por cierto, que sea una mujer justamente quien haya acometido este error, y que haya puesto dos cargos accesorios que básicamente me pusieron en el riesgo de pagar 12 años de cárcel.
El cargo principal que es aborto inducido a terceros no es tan grave, son 30 meses de presidio, eso no llega a 5 años, menos aquí en Venezuela. En menos de 5 años tú accedes inmediatamente a beneficio de medida cautelar sustitutiva de privación de libertad. Puedes pagar un servicio comunitario, pagar una multa, estar en casa por cárcel o estar en presentación. En fin, hay varias modalidades de medida cautelar sustitutiva de la privación de libertad.
Paso 3 meses en la cárcel, todo el mundo arreglando, todo el mundo moviéndose, haciendo lobby también con la ONU, con la comisión de verificación de la ONU, con la Corte Interamericana de Justicia, con la organización internacional contra la tortura, porque este caso realmente se fue de locos.
Era un caso que tenía influencia internacional y mis amigas de afuera también se movieron para ello. Tenía unos abogados internos, Juan Carlos Barroeta, Engles Puertas y Venus Faddoul de 100% Estrógenos, que todo el mundo le conoce, y unas abogadas de afuera, que interpusieron mi caso ante estos organismos externos. Son unas abogadas súper preparadas para eso, quienes tomaron mi caso Inmediatamente lo vieron.
Se lograron avances. Estuve tres meses tranquila en la cárcel, por supuesto, me ofrecieron la opción de pagarle a un corredor de corrupción $10000 para yo salir sin que pasara nada. Yo dije no, por supuesto que no, me quedo aquí. Yo me quedo aquí y esta vaina la vamos a explotar,. Entendí que era un momento político. Mi abogada también entendió que era un momento político. Prácticamente sin decirnos nada nos miramos a la cara y nos dijimos, estamos listas para el peo.
Me quede tranquila en mi celda y conocí a profundidad los casos de privación de libertad de las mujeres allí dentro del CICPC. La mayoría arbitrarios, la mayoría injustos, la mayoría revictimización de mujeres, criminalización de mujeres, o sea, ese tiempo en la cárcel me dio la oportunidad de conocer a profundidad cómo funciona esta agencia en particular.
Sobre esto también ya empecé a militar. También voy a tener un trabajo sobre la exposición de casos de revictimización de mujeres y criminalización de mujeres, interpretaciones misóginas de las leyes, excesos del Circuito judicial, excesos de la Fiscalía.
Por supuesto, esto es un trabajo súper peligroso. Todo el mundo me dice, por qué vos vas diciendo esas cosas por ahí así como si nada, pero yo digo, esto hay que entromparlo, alguien tiene que hacerlo y espero que a esto me siga un montón de gente también. Que en sus estados también tomen la batuta y examinen, porque están privadas de libertad sus mujeres y si hay alguna causal o si no hay causales realmente, como es en el caso del CICPC Mérida.
Ya todo lo demás lo conocen. Fui a audiencia de presentación, en la audiencia de presentación la jueza se excedió a ultra petita, después se estalló el problema mediático. Tareck anuncia el código rojo para la captura de Carlos Terán, activa a la Interpol.
Al día siguiente yo estoy en casa con arresto domiciliario hasta el día de la audiencia de presentación, donde se declaran fuera de lugar todos los cargos. Prácticamente terminan imponiéndome el cargo principal que era aborto inducido a terceros. Lo acepto, asumo el cargo y me voy en libertad plena que es con una condición súper estúpida. Un servicio comunitario que consiste en llevar unos cloros y llevar unas hojas al circuito judicial por dos meses, es tan absurda que… En fin. Básicamente eso fue todo lo que pasó.
LdC:
- ¿Cuál es su estatus legal en este momento?
V.R: Brevemente, mi estatus actual, libertad plena. Ex convicta con cargo de aborto inducido a terceros, no hay más nada, y menos mal. Si el caso no se hubiese mediatizado como ocurrió en un principio, probablemente hubiesen continuado las irregularidades que se estaban cometiendo en mi contra, y hubiese sido tanto peor para mí.
Las chicas salieron al ruedo de la lucha, las que me conocían y las que no me conocían también, viéndose a sí mismas en esa situación. De allí nació el slogan todas somos Vanessa. Una de las banderas que unifica a las feministas es la interrupción voluntaria del embarazo. Entonces mucha gente se vio reflejada en mi situación y llevaron adelante la lucha como una defensa de Vanessa, pero como una defensa colectiva también.
LdC
- ¿Qué pudo ver durante el tiempo que estuviste detenida, en lo que respecta a las mujeres reclusas, las causas de su reclusión, etc. Esa experiencia le hizo proyectar otras luchas en el presente y futuro?
V.R: En el tiempo en el que estuve recluida hice varios cálculos. Primero, absolutamente todas las mujeres que estaban privadas de libertad, estaban privadas por causa de ser novia de alguien que cometió un delito, por haber estado presentes en el momento en que un hombre cometió un delito, etc.
La mayoría de las reclusas tenían cargos de complicidad por estar presentes, cargos de encubrimiento, aprovechamiento. Todos estos cargos siempre asociados a un delito cometido por un hombre, normalmente su novio, su esposo, en otras ocasiones un sobrino, un hermano, pero literalmente todas estaban allí por causa de delitos cometidos por hombres, incluyéndome a mí. Yo me encontraba allí debido a que un hombre violó a una niña.
Nosotras sacamos esa conclusión dentro de la celda, y dijimos: “puta, ¿esta vaina está arrecha no? No es cualquier cosa la razón por la que las mujeres quedan privadas de libertad”.
Luego, profundizando en varios casos me di cuenta que por ejemplo había dos casos de homicidio calificado y comisión por omisión en el homicidio calificado contra sus hijos. Es decir, mujeres que están allí porque alguien asesinó a sus hijos, y es uno de los casos que vamos a explotar próximamente, que asumimos por lo aberrante del caso. La mujer en cuestión fue víctima de secuestro y estaba separada de su hijo. Al hijo lo asesinan, ella estaba secuestrada y a ella le intentan imponer un cargo incluso superior al que le imponen al asesino de su hijo.
Es decir, estamos hablando de un caso que para nada tiene sentido. A la madre hay que darle una lección, por serla madre y porque no cumplió con la expectativa social. Pero en realidad ella estaba incapacitada para defender a su hijo, además de haber sido víctima de secuestro, de violación y de violencia cotidiana. Imagínense la percepción que tiene nuestro sistema de justicia sobre las mujeres. Hay una persecución completamente misógina contra las mujeres, es terrible.
Te lo adelanto porque va a ser un caso que vamos a intentar promover y explotar mediáticamente, porque es una injusticia barbárica y si nosotras no defendemos a estas mujeres, igual, como ocurrió en mi caso, básicamente cualquier mujer podría ser acusada de comisión por omisión en homicidio. Si alguien de su familia termina muerto, sobre todo si es su hijo, con agravante si es su hijo y si no ha podido defenderle.
Esto nos pasa a las mujeres constantemente. Somos víctimas de violencia constantemente. Y la violencia vicaria, que es la violencia hacia los hijos para darles lecciones a las mujeres, es una cosa súper común.
Este fue el tipo de cosas que ví durante mi tiempo de reclusión, y por supuesto me estoy proyectando unas luchas a futuro que son, la revisión total y completa del estado de las mujeres privadas de libertad.
Quiero cerciorarme que ninguna de estas mujeres esté privada de libertad injustamente, y bueno, entrompar los casos en los que evidentemente la mujer es inocente. Sea porque ha sido víctima ella misma o ha sido víctima de violencia vicaria, o ha sido víctima de algún tipo de violencia, y luego es inculpada por interpretación misógina de las leyes, o bueno, sencillamente pasan por encima de la Ley. La Ley Orgánica del derecho de la Mujer a una vida libre de violencia básicamente está allí de adorno, entonces tenemos que activarla, ya que para nada hay voluntad del Tribunal y sus dependencias, de la Fiscalía, etc.
Ya que no hay voluntad, tenemos que activarla las feministas a la fuerza, ¿no? A pulso. Y bueno, otra cosa buena que surgió de mi caso es que demostramos que tenemos músculo. Entonces bueno, pa’ lante es pa’ allá. Esta es una lucha que me estoy proyectando desde la experiencia carcelaria a corto plazo.
LdC:
- De cara a la legalización del aborto en Venezuela, ¿Qué lucha lleva Vannesa Rosales actualmente?
V.R: De cara a la legalización del aborto en Venezuela hay varios detalles. Legalización implicaría una legislación alrededor del aborto. Implica la mayoría de las veces una ley específica sobre derechos sexuales y derechos reproductivos, que yo creo que la asamblea que tenemos actualmente, tan eclesiástica, por decirlo de una manera decente, no creo que produzca una buena ley para nosotras, ¿no? En cualquier caso, podrían ser incluso más punitivos de lo que ya son con nosotras, produciendo una ley de este tipo.
Entonces, sencillamente no es la Asamblea Nacional quien que va a hacer una buena actuación para las mujeres. Ojalá me cierran la boca. Ojalá, de verdad. Espero con todo mi corazón, que demuestren que Vanessa está equivocada en lo que dice, y que sí son capaces, pero las evidencias me dicen que no lo son.
Nos estamos planteando solicitar, intentar, forzar la despenalización en las tres causales humanitarias, que es lo que tenemos más a la mano. Las tres causales humanitarias son malformación fetal, riesgo de vida la madre, real, porque ahorita tenemos riesgo de vida de la madre, pero eso depende del criterio médico, que la mayoría de las veces es misógino, y violación.
Entonces, el intento sería empujar las tres causales humanitarias por lo pronto, y luego seguir trabajando con otros pasos. Creo que mi caso nos da una jurisprudencia bastante favorable a las militantes, es decir, ya se la van a pensar dos veces, tres veces, diez veces, veinte veces antes de meter presa a otra feminista territorializada, a otra feminista que tenga apoyo. Se la van a pensar, porque fue tremendo problema.
También está la jurisprudencia, pueden citar mi caso, el caso Vannesa Rosales, etc., etc., para defender a una persona. O sea, ya hay una jurisprudencia que creo que nos puede ayudar un poco a las feministas a salir del closet. A decir de frente, sí, yo acompaño. Yo aconsejo a mujeres por teléfono. Esta información es libre, está en la página de la OMS, de la Federación Latinoamericana de Ginecología y Obstetricia, no se hace absolutamente nada ilegal. Entonces, estoy poniendo ahora la cara y el cuerpo en este en este proceso.
Creo que el momento de miedo ya pasó, ya debió haber pasado, y más bien debería ocurrir un momento de auge de salir del closet, de hablar, de mover la cosa. Y eso es lo que espero de todo el movimiento feminista, porque esa no es una lucha de una sola persona obviamente, ni la quiero personalizar tampoco. Ni la quiero comandar ni nada por el estilo, y también le llamó la atención a las compañeras que quieren comandarla, porque eso ciertamente es un error, que impide la incorporación activa de muchísimas otras mujeres.
Mi caso puede ayudar a que cese el miedo, a que tengamos más voz, y a promover, por lo pronto, las tres causales humanitarias, y a ver cómo avanzamos luego en suprimir dos de los artículos que penalizan el aborto en el Código Penal. El tercero si no debería suprimirse, porque trata del aborto inducido contra la voluntad de una mujer. Eso sí que debe estar penalizado, porque ninguna mujer debería ser expuesta a un aborto si desea gestar.
El tema acá es el derecho de las mujeres, no es el aborto per sé. Luchamos por la supresión de los dos primeros artículos que penalizan el aborto dentro del Código Penal. Por el momento es lo que tenemos que hacer, es la tarea que tenemos al frente, y espero que estemos a la altura de masificar la información, de dar la cara, de despersonalizar la lucha. Todas estas cosas tienen que ocurrir para que podamos realmente movernos hacia una legislación más humanizada para las mujeres.
Eso es lo que espero del movimiento feminista, a cualquier tipo de iniciativa que tenga estas características, me lo sumo con toda la fuerza del mundo, y lo que necesiten de mí, pues estoy a la orden. También puedo iniciar yo algo desde acá, insisto, sin intentar personalizarlo.
Creo que vamos por un buen camino, que este caso nos puede ayudar muchísimo y hay que aprovecharlo, porque no duré tres meses en la cana (cárcel, en la jerga andina) para que no ocurriera nada. Eso fue una decisión política, y espero que también las otras compañeras saquen provecho de eso, porque no es nada fácil estar privado de libertad, y creo que fue un sacrificio que las compañeras todas debemos tener en cuenta para poder avanzar.