Más de 200 inquilinos, en su mayor parte residentes en la Parroquia San Pedro (Caracas), se reunieron este sábado en el Auditorio del Hospital Clínico Universitario convocados por la Organización Comunitaria de Vivienda Inquilinos de San Pedro (OCVI San Pedro) para organizar la lucha por una vivienda digna, apoyar las expropiaciones de 4 edificios anunciadas por la Alcaldía Mayor de Caracas y proponer que este proceso continúe y sirva, junto a toda otra serie de propuestas (reforma profunda de legislación existente, construcción de viviendas por parte del estado, etc), para empezar a resolver el grave problema del déficit habitacional.

Empieza la lucha contra los “Terratenientes del concreto”

Durante los últimos meses viene desarrollándose en la Parroquia San Pedro (Caracas) un proceso realmente interesante y pionero que podría servir como inspiración y ejemplo a inquilinos y ciudadanos en lucha por una vivienda digna de todo el país.

La iniciativa partió de un grupo de vecinos que habitaban sus apartamentos desde hace varios años y se encontraban con que los propietarios de los edificios, además de desatender de forma reiterada y sistemática sus obligaciones (mantenimiento, cuidado y renovación de los mismos, etc.) intentan especular con estos incrementando los precios de los alquileres de forma absolutamente abusiva o vender a precios exorbitantes los mismos. Ante la imposibilidad de los inquilinos – familias trabajadoras o de clase media baja en su práctica totalidad, y en un importante número de casos pensionados con muy limitados recursos- de hacer frente a las exigencias de los propietarios, estos “terratenientes del concreto” (como les llaman ya algunos inquilinos) comenzaron a intentar desalojar a muchos de ellos. El término no puede ser más justo, estamos hablando de propietarios que poseen inmuebles enteros y los manejan de un modo muy similar a como los latifundistas hacen con sus tierras, jugando con la desesperación de los jóvenes, trabajadores y ancianos que no tienen una vivienda propia para explotarles.

Los camaradas que hoy lideran la OCVI San Pedro decidieron hacer frente a esta injusta situación organizándose, convocando a los vecinos de sus edificios a diferentes asambleas en las que aprobaron unirse y dirigirse a diferentes instancias públicas demandando apoyo frente a la expoliación y acoso de los propietarios.

Primera victoria: Juan Barreto expropia cuatro edificios

Tras varias asambleas y reuniones con concejales y otras autoridades la Alcaldía Mayor de Caracas, encabezada por Juan Barreto, decidió investigar las condiciones en que vivían estos vecinos y estudiar sus denuncias. Una vez que el Cabildo Metropolitano de Caracas, integrado por los concejales metropolitanos decidía mediante acuerdo de fecha 23 de febrero de 2006 declarar de utilidad pública e interés social varios inmuebles de la parroquia, el 24 de febrero el Alcalde Juan Barreto firmaba los decretos nº 0205, 0206, 0207 y 0208 declarando la adquisición forzosa de los edificios “Cande”, “Lusitano”, Santa Eduviges” y el Nº58 de la Urbanización Los Chaguaramos “situado en el lugar denominado anteriormente Hacienda El Carmen”.

Este primer paso ha desatado el entusiasmo no sólo de los inquilinos afectados sino de otros muchos más que sufren idénticos problemas. Como explicaba uno de los camaradas que iniciaron la lucha y que pertenece a uno de los edificios expropiados: “esta no es una lucha individual sino colectiva, mi problema es el de todos los demás y viceversa. También es una lucha porque este proceso revolucionario siga avanzando y empiece a solucionar los problemas de la gente; por eso, el que hayan expropiado los edificios en los que empezó la lucha no es el final sino el principio de la misma. Este ejemplo debe servir para que todos los afectados nos organicemos y que nuestra experiencia y la extensión de ésta a otros edificios de nuestra parroquia sólo sea el primer paso hacia la creación de organizaciones similares en todo el país”.

Éxito de la Asamblea

Como conclusión, los compañeros de la OCVI San Pedro decidieron convocar esta asamblea celebrada en el Auditorio del Hospital Clínico con el fin de ampliar y extender la organización e incorporar a otros muchos compatriotas que sufren este mismo problema. La masiva asistencia desbordó todas las previsiones. A pesar de la escasez de medios y poco tiempo disponibles para realizar la convocatoria , más de doscientas personas acudieron y el ambiente era de absoluto entusiasmo, lo que se reflejó en colas constantes para apuntarse a las distintas comisiones de trabajo de la organización.

La reunión fue presentada por José España, uno de los promotores de esta iniciativa. A continuación, Carlos Mogollón, otro de los fundadores de la OCVI San Pedro y organizadores de la lucha, intervino explicando el desarrollo de ésta, varias cuestiones legales y organizativas pero sobre todo ofreciendo una perspectiva de lucha y autoorganización a los vecinos para batallar por su derecho a una vivienda digna.

Carlos insistió en que “no somos gestores, no queremos crear una organización para que ustedes se queden en sus casas y los que decidamos qué se hace y cómo se hace seamos nosotros y les pasemos un reporte regular. Queremos construir una organización para luchar todos juntos por nuestros derechos y en la que todos participemos”. Carlos llamó a todos los presentes a organizarse y planteó que en cada edificio se eligiese un coordinador. Estos coordinadores tendrían la función de ejercer de voceros de los inquilinos de cada edifico y de articular a estos con todos los demás, acudiendo alas reuniones de coordinación de la OCVI e informando a su vez a los vecinos de cada inmueble organizados en la misma de todas las iniciativas que se propongan.

Carlos destacó en sus intervención los numerosos problemas , amenazas y ataques de todo tipo que sufren los inquilinos pero “precisamente por eso- explicó- debemos luchar unidos”. Parafraseó el conocido poema de Bertolt Brecht “vinieron a por los judíos y como no era judío no hice nada, vinieron a por los comunistas y cómo no era comunista no hice nada, vinieron a por los obreros y cómo no era obrero pensaba que no iba conmigo, y cuando vinieron a por mi no pude hacer nada porque estaba sólo”. Planteó distintas tareas a realizar en cada edificio: desde el mantenimiento de los mismos frente al saboteo y abandono de los propietarios, la recopilación de pruebas de este abandono (como un elemento que facilita la decisión de expropiación) , la elaboración de informes acerca de la situación concreta de cada inmueble (número y antigüedad de los inquilinos en el mismo, situación socieconómica, etc).

Una organización para luchar y cambiar la vida en los edificios

Uno de los aspectos más interesantes fue la propuesta de apoyarse unos a otros ante cualquier intento de desalojo o amenaza de represalia por parte del propietario. Carlos Mogollón llamó a “movilizarse todos de forma pacífica. Nosotros no queremos la violencia, son ellos los que la generan con sus amenazas.” Se propuso crear una red de seguridad que avise inmediatamente a todos los miembros de la organización para que en caso de presentarse un intento de desalojo contra cualquier vecino por negarse a pagar los alquileres abusivos que exigen los propietarios o rechazar ofertas de venta igualmente abusivas éste no se vea sólo sino que “todos nos concentremos delante del edificio y les hagamos ver que no se enfrentan a una persona sola sino a todo el colectivo “.

Estas amenazas de desalojo e incluso de agresión a los inquilinos son constantes. Las intervenciones de los asistentes (uno por cada edificio presente) sacaron ala luz la situación dramática, absolutamente opresiva e intolerable que sufren estos compatriotas. Propietarios que amenazan a los vecinos que protestan o deciden organizarse para exigir sus derechos con agresiones e incluso de muerte. Subidas de alquiler de hasta un 100% o un 200%. Muchos inquilinos obligados a firmar “contratos” no como inquilinos sino como ocupantes, lo que les hace perder sus derechos legales como inquilinos, vulneraciones constantes de la legalidad y d de derechos ciudadanos elementales por parte de los terratenientes del concreto. Casos en los que ni siquiera hay contrato. Esta era una de las preocupaciones que más salió a la luz en las intervenciones de los vecinos presentes.

Carlos Mogollón y otros camaradas de la OCVI insistieron en la idea de que “la realidad social y la necesidad de solucionar los problemas deben prevalecer sobre la forma”.”la constitución bolivariana dice que somos un estado social de justicia y de derecho, es decir primero lo social, luego la justicia y por último el derecho, la propiedad, la ley, etc. que deben supeditarse a lo anterior”. Al poner todos los problemas en común y ver la victoria alcanzada en los edificios en los que se inició la lucha el ambiente general era de entusiasmo y de sentirse fuertes. Varias de las intervenciones fueron muy emotivas. Como decía una mujer: “hasta ahora creía que esto sólo me pasaba a mi, ahora veo que somos muchos y que si nos organizamos podemos cambiar esta situación”. La idea no es limitarse a luchar por conseguir vivienda propia y digna sino aprovechar esta unidad surgida de la lucha para construir una nueva relación entre los vecinos y para cambiar la vida en los edificios. La idea es que los vecinos organizados inicialmente para lograr vivienda y defender sus derechos lo hagan también para realizar actividades culturales, luchar por otros problemas sociales, realizar foros, talleres ideológicos, etc. y construir nuevas relaciones , de solidaridad e intercambio, entre ellos y con el resto de la sociedad.

La lucha continúa

Una duda manifestada en algunas intervenciones fue la de si la medida sólo beneficiaría a los inquilinos que lleven más de diez años en un mismo apartamento pues en los decretos se cita a los edificios “en los que haya” vecinos en esta situación. Sin embargo, varios miembros de la OCVI explicaron que no se dice nada acerca de que se limite a esos vecinos y de hecho en las reuniones con la Alcaldía ya se ha planteado que los vecinos de un inmueble expropiado que lleven menos tiempo no quedarán fuera del proceso.

Carlos Mogollón insistió en la necesidad de no detenerse ahora que se han conseguido los primeros resultados sino en seguir avanzando y extendiendo la lucha. Explicó que hay sectores dentro del gobierno y del estado que ven con buenos ojos y apoyan este proceso –destacando el apoyo recibido por parte de la Alcaldía Mayor en este punto- pero también resaltó que hay otros sectores dentro del gobierno y del estado que no lo ven así y que intentarán frenarlo. De ahí la necesidad de construir una organización lo más amplia, democrática y mejor organizada posible. Por otra parte, la organización pretende agrupar a todos los sectores interesados en la lucha por una vivienda digna y no sólo a los inquilinos de estos edificios dominados por los terratenientes del concreto. Eso supone que ,además de organizar a estos, se debatirán y formularán propuestas y reivindicaciones específicas para otras realidades y también se luchará por cambiar el marco legal actualmente asistente que varios participantes coincidieron en caracterizar como muy poco favorable a los inquilinos y muy permisivo con los manejos de los propietarios.

De hecho, este paso adelante logrado con la movilización con ser fundamental, no resuelve ni mucho menos todos los problemas. La lucha por una vivienda digna continúa pero se puede ver enormemente animada por esta iniciativa que se ha dado en San Pedro. La adquisición forzosa por parte de la Alcaldía no es el fin del proceso ni siquiera para los vecinos de los inmuebles adquiridos. Significa que estos inmuebles declarados de utilidad pública e interés social serán comprados por la Alcaldía Mayor a sus propietarios. La Alcaldía negociará un precio con estos y si no hay acuerdo tasará los mismos y ofrecerá el precio que considere justo para a continuación ofrecer estos a los inquilinos con facilidades para su compra y aun precio accesible pero estas condiciones están todavía pendientes de concretar.

Por otra parte, esta medida por el momento sólo se ha aplicado a algunos edificios. Será necesaria la organización, participación y movilización de los vecinos para que el proceso siga avanzando. Lo importante de esta victoria y de la Asamblea celebrada hoy en el Clínico es que marca el camino y empuja a otras muchas personas en la misma situación a organizarse y movilizarse. Varios compañeros de la OCVI San Pedro explicaban que reciben constantemente llamadas de distintas parroquias que quieren organizarse y repetir su misma experiencia. Por otra parte, esta también es la mejor forma de defender el proceso revolucionario y ganar la Batalla de Santa Inés. Como explicaba Rigel Sergent, uno de los fundadores de la OCVI San Pedro, “ vecinos que eran críticos con el proceso revolucionario y de Oposición y antes te miraban mal por ser revolucionario ahora te saludan y ven concretamente qué es la revolución y para qué puede servir”.

Experiencias como esta deben extenderse a todos los barrios, fábricas, etc –vinculando la lucha por defender el proceso revolucionario y reelegir al presidente Chávez con la lucha por dar respuesta a todos los problemas sociales y avanzar realmente hacia la transformación de la sociedad y la construcción del socialismo.

Antes de finalizar la reunión, Rigel Sergent, otro de los fundadores de la OCVI San Pedro, informó de los pasos concretos a dar para organizarse en cada edificio y empezar a luchar contra los desmanes de los actuales propietarios y poder conseguir la propiedad del mismo.

Para contactar con la OCVI San Pedro y participar en la misma o recibir información puedes dirigirte a:

ocvisanpedro@gmail.com

Calos Mogollón 04129604679 José España 04127045669 Rigel Sergent 04168352547