Organizado por la célula de la CMR de Caracas Centro se celebró el viernes 25 de agosto el foro “La lucha internacional contra el imperialismo y el capitalismo” en la sede de la Fundación Orlando Letelier en Parque Central, Caracas. En el foro partic Organizado por la célula de la CMR de Caracas Centro se celebró el viernes 25 de agosto el foro “La lucha internacional contra el imperialismo y el capitalismo” en la sede de la Fundación Orlando Letelier en Parque Central, Caracas. En el foro participaron como ponentes Xaquín García Sinde, dirigente sindical español y miembro de la Corriente Marxista Internacional y del Comité de Redacción del periódico obrero del estado español EL MILITANTE, Nicole Amoroux, militante del Partido Comunista Francés (PCF) y colaboradora del periódico La Riposte, y José Antonio Hernández, dirigente de la Corriente Marxista Revolucionaria (CMR) de Venezuela. El acto fue presentado y dirigido por el dirigente de la UNT y de la CMR Luis Primo.
La crisis del capitalismo en todo el mundo y la respuesta de los trabajadores
Nicole Amoroux abrió el debate haciendo una exposición detallada de las condiciones de vida de los trabajadores franceses y europeos. La exposición demostró que el capitalismo no sólo está en decadencia y condena a los trabajadores a la degradación y la miseria en Venezuela y en América Latina sino que en todas partes, incluidos los países capitalistas más avanzados, está suponiendo para los trabajadores empobrecimiento, degradación en sus condiciones de vida y barbarie.
Nicole expuso los ataques a los que el gobierno de la derecha está sometiendo a los trabajadores, estudiantes y demás sectores de la población en Francia y la magnífica respuesta que estos han encontrado en la clase obrera y la juventud francesas. Desde el No a la reaccionaria Constitución Europea fabricada por las burguesías del viejo continente hasta las históricas movilizaciones de obreros y estudiantes que derrotaron el CPE (plan para la sobreexplotación de los jóvenes) y que, si hubiesen contado con una dirección consecuente y con plena confianza en la capacidad de lucha de las masas, habrían podido derribar al gobierno de derechas de Villepin y al propio Presidente reaccionario, el veterano representante de la burguesía francesa, Jacques Chirac.
Como concluía Nicole: “Ellos (los capitalistas) ahora tienen miedo y nosotros, los trabajadores, los jóvenes, la gran mayoría del pueblo francés, ahora no tenemos miedo, comprendemos que tenemos que luchar por cambiar la realidad y estamos dispuestos a hacerlo”.
A continuación tomó la palabra Xaquín García Sinde, dirigente sindical de la corriente clasista –sector crítico- de Comisiones Obreras, y trabajador de los astilleros Navantia en Ferrol (Galicia). Xaquín empezó diciendo que no iba a hablar acerca del capitalismo, que todos los asistentes coincidían en considerar un sistema agotado, sino acerca de qué alternativa podemos ofrecer a este sistema caduco. A continuación hizo una exposición de las ideas básicas del socialismo y defendió la necesidad de este sistema como única alternativa real al capitalismo. Xaquín insistió en la idea de que avanzar hacia el socialismo significa obligatoriamente expropiar a los propietarios de los medios de producción, los capitalistas, y destruir el viejo aparato estatal creado por los capitalistas sustituyéndolo por un estado obrero.
La revolución venezolana es la vanguardia de la revolución mundial
El líder sindical revolucionario finalizó su exposición con la idea de que la revolución en Venezuela es parte de un proceso mundial: “Venezuela es la punta de lanza de la revolución mundial. Los revolucionarios venezolanos tienen una doble responsabilidad: ofrecer una alternativa a los jóvenes, trabajadores y demás explotados de Venezuela para encontrar una solución definitiva a sus problemas y ante los revolucionarios de todo el mundo, aprovechar esta oportunidad histórica que tenemos hoy en Venezuela para demostrar que el socialismo puede vencer y abrir una nueva etapa en la historia de la lucha de clases y de la humanidad”
El socialismo no se puede construir en un solo país sino a escala internacional. Xaquín insistió en el internacionalismo revolucionario como única base para poder luchar efectivamente contra el capitalismo y construir el socialismo. “El internacionalismo es sentirse ciudadano del mundo y tener una perspectiva internacional ante todos los procesos”.
La tercera exposición introductoria corrió a cargo de José Antonio Hernández, miembro del Comité Central de la CMR. José Antonio hizo un recorrido por la crisis internacional del capitalismo, exponiendo datos bastante elocuentes acerca del creciente abismo que separa las condiciones de vida en las que vivimos la gran mayoría d elos jóvenes y trabajadores y el lujo insultante en el que nada una elite minoritaria en cada país capitalista. También explicó como un puñado de multinacionales imperialistas controlan el mercado mundial y dirigen las vidas de todos los que habitamos este planeta.
Esta decadencia del capitalismo a escala mundial, y que en Venezuela y América Latina se manifiesta en estos momentos con especial intensidad, es la causa fundamental del proceso revolucionario venezolano. “La revolución bolivariana no se puede ver como un eslabón aislado, es parte de la revolución socialista mundial. Su raíz es la crisis del capitalismo en todo el mundo, la incapacidad del sistema para satisfacer las necesidades de los trabajadores tanto en Venezuela como en el resto del mundo. En Venezuela vemos una gran contradicción entre la enorme riqueza del país y las condiciones en las que vivimos millones de jóvenes, trabajadores, desempleados,etc. Una contradicción que se mantiene desde hace muchas décadas pero que se ha profundizado especialmente en los últimos 20 años”
José Antonio denunció distintos mecanismos de dominación que utilizan las multinacionales imperialistas para saquear las riquezas de los países coloniales y ex coloniales, así como el carácter parásito, contrarrevolucionario y pro-imperialista de las burguesías de dichos países. Llamó a defender el no pago de la deuda externa y otras medidas antiimperialistas y explicó que estas medidas sólo podían desarrollarse plenamente y lograr sus objetivos como parte de un programa de transición al socialismo que, junto a ellas, incluya de manera irrenunciable la expropiación de los capitalistas y la construcción de un estado de los trabajadores.
La batalla por los diez millones y la lucha por el socialismo
El dirigente de la CMR definió como una tarea central para los revolucionarios venezolanos en esta etapa la de “unir a todos los trabajadores, jóvenes y campesinos para golpear todos juntos bien fuerte a “quienes- como decía el gran Alí Primera- desde siempre nos golpean y golpean”. José Antonio caracterizó este momento del proceso como una etapa que hemos visto ya en otras revoluciones, en la que aparentemente todos somos revolucionarios, todos somos chavistas, pero debajo de esa apariencia vemos una lucha a lo interno del proceso entre reforma y revolución. La burguesía ha perdido el control directo del estado pero mantiene su poder económico y la revolución no ha logrado desmantelar el estado burgués y construir un estado revolucionario que sirva a los intereses de los trabajadores.” Esa es la razón de que el burocratismo, la corrupción, el quinta-columnismo se desarrollen en el aparato estatal y amenacen el proceso revolucionario”. Esta lucha sólo puede resolverse y finalizar favorablemente para la revolución si esta se completa de verdad hacia el socialismo, si los trabajadores controlan las fábricas, los campesinos tienen las tierras, etc. “Esta lucha debe ir unida a la lucha por la reelección del Presidente Chávez. Si sacaran a Chávez del poder lo que veríamos sería el inicio de una contrarrevolución que intentaría aplastar todos los avances en nuestros derechos, organización y en nuestra conciencia que hemos conquistado”.
Al mismo tiempo la reelección debe ir unida a la profundización de la revolución hacia el socialismo si queremos que la revolución se consolide y triunfe definitivamente. “La revolución venezolana sólo se podrá sostener y triunfar definitivamente como parte de la revolución mundial, animando el triunfo de otros procesos revolucionarios y a medida que estos también avancen, en Cuba, en Bolivia, en México y en otras zonas del planeta”.
José Antonio destacó el ejemplo de la lucha de Venepal, hoy Invepal, para explicar la importancia de la clase obrera para hacer avanzar la revolución así como la necesidad de que esta lucha de la clase obrera sea internacional. “Cuando la lucha de Venepal, nuestros camaradas de la Corriente Marxista Internacional hicieron una campaña que dio a conocer esta lucha en todo el mundo, llegaron mensajes de sindicatos y empresas de diferentes países. Al acto de masas que tuvo el Presidente Chávez en Madrid nuestros camaradas de la Corriente marxista “El Militante” y del Sindicato de Estudiantes de España, llevaron una gran pancarta con la consigna “Nacionalización de Venepal bajo control obrero”. Toda esta campaña fue muy importante para el triunfo de la lucha “.
¿Es irreversible la revolución?
Tras estas intervenciones tuvo lugar un animado debate en el que varios camaradas que participan en el movimiento revolucionario, en sindicatos clasistas, la UNT, los Consejos Comunales, UBEs, etc intervinieron mostrando su preocupación por la burocracia, el reformismo y el peligro de que la revolución pueda ser derrotada sino logra dar respuesta a las necesidades y demandas más urgentes de su base social: los jóvenes, trabajadores (de la economía formal e informal), desempleados, etc. Entre los asistentes al acto se encontraban dirigentes sindicales como el ya citado Luis Primo, coordinador regional de la UNT de Caracas Miranda, Asdrúbal Gómez, dirigente de la corriente de la UNT Autonomía Sindical y del Sindicato de la Construcción., Jacobo Acosta, dirigente de SINTRACORREOS de Caracas-Miranda y miembro de la CMR. También participó en el debate Elizabeth Alves, destacada pedagoga, ex secretaria de la UBV y del MICE y militante también de la Corriente Marxista Revolucionaria.
En su respuesta los ponentes compartieron esa misma inquietud que manifestaron muchos de los asistentes en el sentido de que la revolución debe completarse y resolver definitivamente los problemas de las masas para tornarse verdaderamente irreversible. Nicole Amoroux destacó que durante muchas décadas Cuba ha resistido sola los embates del imperialismo pero “ahora ya no está sola, está también Venezuela y detrás vienen Bolivia, México…” Y esto en un momento en el que “la situación del capitalismo nunca ha sido tan grave, sus contradicciones nunca han sido tan profundas”.
Por la expropiación de los capitalistas y la construcción de un estado obrero
Ante la pregunta de uno de los asistentes acerca de la necesidad de impulsar un cambio cultural en las masas para hacer posible un nuevo hombre y una nueva mujer para construir el socialismo Nicole aseveró: “Lo cultural es importante pero sólo puede venir después de que la revolución dé pasos decisivos en la resolución de los problemas más inmediatos de las masas y transforme decisivamente sus condiciones de vida. Si vemos la experiencia de Nicaragua, El Salvador, llegamos a la conclusión de que la clave es la expropiación de los medios de producción. Si ésta no se produce, ya sea por falta de dirección, o porque esta recae en manos de una burocracia reformista, o porque la represión derrota la lucha de los trabajadores, el resultado es la derrota de la revolución, el aplastamiento de las masas, la barbarie…”.
Xaquín García Sinde retomó esta misma idea en su respuesta. Explicando la importancia como arma contrarrevolucionaria que tienen la ideología burguesa y lo que Lenin llamaba la fuerza de la costumbre Xaquín afirmó: “La auténtica esclavitud no son las cadenas, la peor esclavitud es que el esclavo crea que no hay otra posibilidad a su alcance que el soportar el peso de esas cadenas”. La revolución se produce precisamente cuando millones d esclavos llegan a la conclusión de que luchando pueden sacudirse esas cadenas y que es mejor luchar que seguir soportándolas. Xaquín insistió en la idea de que el control cultural e ideológico que actualmente ejerce la burguesía sólo podrá ser derrotado totalmente y erradicado después de realizada la transformación económica y social que propugnamos los marxistas.
En referencia al tipo de socialismo que defendemos los marxistas el camarada García Sinde explicó que lo que fracasó en la URSS no fue el socialismo sino una degeneración burocrática y dictatorial que nada tiene que ver con este. “En el debate que se dio entre Stalin y Trotsky nosotros estamos con Trotsky”. Tras reivindicar el programa del socialismo marxista como el único que puede garantizar la consolidación definitiva de la revolución venezolana y su extensión al resto del continente, enumeró lo que consideraba las dos principales debilidades y peligros que enfrenta la revolución en estos momentos. La primera es la falta de un programa claro para llevar a cabo la transición al socialismo: “Todo el mundo habla del socialismo pero no está claro qué es el socialismo y cómo se puede construir. Los marxistas debemos explicar que el socialismo pasa necesariamente por la expropiación general de la burguesía. Mientras la burguesía mantenga su poder económico la revolución estará amenazada. Ellos seguirán intentando derrotarnos una y otra vez”. Xaquín defendió la necesidad de que , tal como propugna la CMR, la revolución expropie los bancos, las grandes empresas y los latifundios y los ponga bajo control obrero para hacer posible una planificación democrática de la economía.
La segunda debilidad que citó el dirigente revolucionario procedente del Estado español fue la falta de un plan de acción consciente para llevar la revolución hasta el final también en el terreno político. “En el terreno político, la experiencia de todas las revoluciones nos demuestra que la clase obrera no puede tomar el aparato del estado creado por la burguesía y utilizarlo para sus fines”. El programa de transición al socialismo que defendemos los marxistas, junto a la expropiación de los medios de producción, debe plantear qué aparato del estado necesitamos para poder transformar la sociedad. “Este aparato debe basarse en la rotación de los cargos públicos, los funcionarios públicos deben ser servidores de los ciudadanos, todos los cargos deben ser elegibles y revocables en todo momento, debe haber limitaciones salariales, ninguna persona debe cobrar por desarrollar un cargo público más que un trabajador cualificado, el ejército –como planteaba Lenin- no debe ser un cuerpo permanente separado del pueblo sino el pueblo en armas. Además de tener este programa es esencial un plan consciente y una firme decisión para aplicarlo. Hay que quitarles a los capitalistas el poder que les queda porque ellos en cuanto puedan no dudarán en sacarnos a nosotros el poder que hoy tenemos”
Estas mismas ideas fueron confirmadas por José Antonio Hernández en el cierre del acto. En representación de la CMR, José Antonio insistió en las medidas antes expuestas por Xaquín y explicó que “hoy estas condiciones, que son las que en su día expuso Lenin para poder empezar a hablar de iniciar la construcción del socialismo en la URSS, son imprescindibles para garantizar que la revolución bolivariana sigue avanzando y no es derrotada”.
“Nada en la sociedad ni en la naturaleza está en calma, todo está cambiando constantemente”. Si la situación que hoy existe, tan favorable para avanzar hacia la expropiación de los capitalistas e iniciar la construcción del socialismo, no es aprovechada esta correlación de fuerzas actualmente tan favorable podría empezar a cambiar. “La clave es la construcción de una dirección revolucionaria, una organización marxista de cuadros. Chávez es un hombre honesto, un revolucionario, pero como el mismo ha dicho muchas veces un hombre no puede garantizar el éxito de una revolución. Sólo construyendo el factor subjetivo, una dirección revolucionaria que gane el apoyo de las masas, de la clase obrera y de todos los explotados, para el programa del socialismo marxista podremos triunfar definitivamente”. José Antonio Hernández explicó que esta es la tarea en la que se encuentra comprometida la Corriente Marxista Internacional y su sección venezolana, la Corriente Marxista Revolucionaria (CMR), y llamó a los asistentes a incorporarse las filas de la CMR y d ela CMI para luchar por el socialismo en Venezuela y en todo el mundo.