El sábado 9 de septiembre se celebró un mitin en memoria de Ted Grant en Londres. Asistieron unas 200 personas, entre ellos algunos invitados internacionales. El acto empezó con una intervención de Rob Sewell (editor del periódico marxista británico El sábado 9 de septiembre se celebró un mitin en memoria de Ted Grant en Londres. Asistieron unas 200 personas, entre ellos algunos invitados internacionales. El acto empezó con una intervención de Rob Sewell (editor del periódico marxista británico Socialist Appeal). Rob insistió en el enorme sacrificio personal que hizo Ted a lo largo de su vida: “Ted nunca se retiró, en realidad, nunca entendió esa palabra. Estudió el marxismo de una manera muy seria leyendo a los grandes maestros del marxismo, pero hizo más que eso, desarrollar estas ideas, ampliando de este modo el vasto arsenal del marxismo. En realidad Ted era el “hilo continuador” del trabajo de la Oposición de Izquierdas. Como los trotskistas que tuvieron que luchar contra la corriente durante tanto tiempo, dio todo por la revolución."
Después de esta introducción intervinieron algunos invitados internacionales como Juan Ignacio Ramos (Fundación Federico Engels y El Militante), que explicó la importancia de las ideas de Ted para la creación en los años setenta de lo que hoy es la Corriente Marxista El Militante. Acabó explicando que el legado de Ted tiene que ser preservado para futuras generaciones y por eso se van a traducir al castellano y publicar todas las obras de Ted.
Posteriormente, Rob Sewell leyó un mensaje de Esteban Volkov, nieto de Trotsky, que conocía la dedicación de Ted a las ideas del marxismo revolucionario. También se leyeron mensajes de Sri Lanka y Pakistán entre otros.
El segundo orador internacional fue Claudio Belotti, miembro de Falce Martello, la sección italiana de la Corriente Marxista Internacional y miembro de la Comisión Ejecutiva de Refundación Comunista. Inició su intervención con un breve poema de Bertolt Brecht sobre la dedicación. Ted Grant fue un asombroso ejemplo de luchador durante toda una vida. Los compañeros italianos también publicarán una selección de escritos de Ted en italiano y organizarán escuelas de formación sobre las obras de Ted para que los compañeros más jóvenes conozcan sus ideas.
El siguiente orador fue Fred Weston, uno de los editores de In Defence of Marxism. Dijo que hay períodos de la historia en los que es difícil mantener unidas las fuerzas. Ted Grant pasó por varios períodos de este tipo, pero sin duda fueron los años cincuenta, cuando la Cuarta Internacional degeneró tras la muerte de Trotsky y cometió todos los errores posibles, por ejemplo con relación al colapso de la Unión Soviética, el desarrollo de las fuerzas productivas (la IV Internacional negó esta posibilidad ¡durante el boom de la posguerra!), China, Yugoslavia, etc., “¿Cómo los dirigentes oficiales podían estar tan equivocados cuando Ted lo planteaba tan claramente? Sin Ted no estaríamos aquí”. Fred terminó su intervención diciendo que el mundo en el que vivimos no nos permite quedarnos quietos en casa y que no basta con decir lo grande que era Ted. Lo que hace falta es que todos dediquemos de la misma manera en que lo hizo Ted.
El último orador fue Alan Woods, un estrecho colaborador de Ted durante más de cuarenta años. Alan habló de la historia de nuestra corriente y dijo que en realidad tenía una larga historia. Recordó la pesadilla de los años treinta y cuarenta. El ascenso del fascismo, los crímenes del estalinismo, a León Sedov, el hijo de Trotsky, pero a pesar de estos duros golpes Trotsky nunca perdió la fe. Después del asesinato de su hijo, Trotsky pronunció unas trágicas palabras: “Me siento solo. No tengo nadie con quien hablar”, en ella había una crítica implícita a la entonces dirección de la IV Internacional.
Después del asesinato de Trotsky, los dirigentes de la IV Internacional demostraron no ser capaces de cumplir ni una sola de las tareas de la historia. En realidad, sólo una sección continuó realmente aplicando el método de Trotsky, la sección británica, el Partido Comunista Revolucionario (PCR). Este es el verdadero hilo ininterrumpido de Trotsky.
Alan citó una carta de Félix Morrow, uno de los pocos dirigentes que estuvieron en la oposición quien escribió: “Sólo el PCR puede mostrar una salida” y después mencionó la principal contribución de Ted al marxismo: La teoría marxista del estado, que era una respuesta a la teoría de (Tony) Cliff sobre el capitalismo de estado.
“Sabéis, algunas veces Ted me decía que no sabía por qué Lenin y Trotsky escribieron tantos libros. Nadie los lee y si lo hacen no comprenden las ideas” Me decía esto para ilustrar el principal error de la dirección de la IV Internacional después de la muerte de Trotsky, es decir, repetir como papagayos las palabras de Trotsky sin comprender realmente su método y su análisis dialéctico.
Por ejemplo, antes de que Mao llegara al poder, la posición oficial de la entonces IV Internacional era que Mao iba a capitular ante Chiang Kai-Shek. Ted Grant, sin embargo, pronosticó por adelantado que los estalinistas llegarían al poder y tendrían que nacionalizar el grueso de las industrias y esto crearía un estado a imagen y semejanza de Moscú.
Ted también fue capaz de prever la división chino-soviética y demostró que tenía una concepción mucho más clara de lo que estaba ocurriendo que la dirección oficial. Ted caracterizó estos nuevos regímenes, China o Yugoslavia, como una variante peculiar de la teoría del bonapartismo proletario de Trotsky.
En cuanto a la perspectiva general después de la guerra, estaba claro que la perspectiva de 1938 de Trotsky (que no quedaría “ni una piedra” de las organizaciones tradicionales y que la IV Internacional se convertiría en el principal punto de referencia para los trabajadores) no se iba a cumplir debido a los acontecimientos concretos. Esto sólo demuestra una idea de Napoleón, que la guerra es la ecuación más compleja de todas y el resultado es difícil de predecir. Era necesario revisar la posición de Trotsky y sólo el PCR estaba preparado para hacerlo. Casi todos negaban la posibilidad de una recuperación económica, eso demostraba su verdadero nivel político. Ted escribió mucho sobre esto en un documento titulado: Perspectivas Económicas 1946 y posteriormente desarrolló más estas ideas en ¿Habrá una recesión? que en realidad es la mejor explicación del boom de la posguerra.
En la segunda mitad de su intervención, Alan explicó que la teoría es muy importante, pero sólo es una herramienta. En realidad, la principal contribución de Ted Grant fue en el terreno de la construcción del partido debido a su insistencia en orientarse siempre a las organizaciones de masas y no permanecer en los márgenes. “Es fácil construir un nuevo partido reuniendo a tres personas y un perro, proclamarse el nuevo partido. A los sectarios siempre les gusta desenmascarar a los dirigentes obreros con denuncias estridentes. El problema es que saben el papel real de los dirigentes obreros, y sabemos su papel, pero millones de trabajadores no lo entienden todavía. Es una locura tener una aproximación política de lo que ‘debería ser’, que es un concepto kantiano. En su lugar debemos empezar por ‘qué es’ y partir de la conciencia existente entre las masas”. Ted Grant desarrolló esto en una ley absoluta: “Cuando la clase obrera comienza a moverse, inevitablemente se expresa a través de las organizaciones de clase existentes”. En la política británica esto significa el dominio del Partido Laborista y siempre ha sido una cuestión significativa que no se puede ignorar. “Lenin y Trotsky siempre comprendieron estas cuestiones elementales. La clase obrera no puede expresarse a través de pequeñas organizaciones”.
Después Alan habló del período de Militant y el contexto en el que creció hasta convertirse en la organización más grande y exitosa después de la Oposición de Izquierdas. También señaló que todo lo que actualmente se habla sobre la dirección derechista del laborismo hoy no es nada nuevo. En el pasado ocurrió lo mismo, por ejemplo en 1969, cuando tanto el Partido Laborista como los sindicatos estaban dominados por dirigentes de derechas como Lod Cooper. Las sectas se reían de Militant, pero “nosotros nos reímos los últimos cuando la lucha de clases estalló en Gran Bretaña en los setenta y ochenta, cuando hubo un giro a la izquierda en los sindicatos y permitió que Militant consiguiera una influencia real en la clase”. A diferencia de otros grupos, Militant hizo tambalearse al establishment, con sus 8.000 militantes y 200 liberados. Todo esto se consiguió aplicado el método de Ted Grant, que siempre insistía en la necesidad de seguir el consejo de Lenin: “explicar pacientemente”.
Sin embargo, debido a los métodos burocráticos que surgieron en la dirección de Militant, todo esto se echó por la borda con el “giro abierto”, que en aquel momento sólo se explicaba como un “pequeño giro”, a lo que Ted correctamente respondió: “un giro sobre un acantilado”.
Finalmente, Alan trató la situación actual y dijo que la clase obrera británica todavía no ha empezado a moverse. El precio ha sido criaturas como Tony Blair y su nuevo laborismo. Sin embargo, la marea comienza a cambiar. Quince años después del colapso de la Unión Soviética y el llamado “fin del socialismo”, el capitalismo está condenado como un sistema decrépito que no puede hacer avanzar la sociedad. Alan destacó el “profundo malestar” que existe en la sociedad (en las palabras del propio Jacques Chirac) y dijo que los acontecimientos revolucionarios en América Latina indican el futuro de Europa. “Hay mucho descontento político pero todavía no existe una herramienta política a través de la cual pueda expresarse la clase obrera”. El principio el cambio se puede ver en los sindicatos, donde hay mucho fermento y un giro a la izquierda. Blair no ha conseguido separar a los sindicatos del laborismo. Ahora el Nuevo Laborismo lucha entre sí, lo que ilustra su crisis profunda. “Ahora todo lo que hace falta es un movimiento de la clase. Cuando se mueva, se moverá como siempre lo ha hecho y esto inevitablemente encontrará una expresión dentro del Partido Laborista”.
Al final de su intervención, Alan Woods hizo un llamamiento a los jóvenes para que estudien los escritos de Ted Grant, diciendo que la teoría no es árida, es un proyecto vivo. También apeló a los veteranos que había en la sala y les recordó lo que les convenció para militar hace tantos años. El objetivo de esta reunión, dijo Alan, no es hablar sobre los viejos días y entristecernos por que Ted ya no está. “Esta reunión significa preparar el futuro y no se puede escapar de la política”. Acabó con un llamamiento a todos los presentes, tanto jóvenes como veteranos, para que se unieran a Socialist Appeal y a la Corriente Marxista Internacional porque “sin organización no hay futuro. El objetivo de esto es dedicarnos a la única lucha que merece la pena luchar, la lucha por el socialismo”.
Jim Brookshaw, un veterano compañero, organizó una colecta para la publicación de las obras de Ted Grant y se consiguieron 4.500 libras. Después se proyectó una película con el último discurso de Ted Grant en 2003. Claramente fue un éxito de reunión y demostró el importante legado que Ted Grant ha dejado tras de sí.