A pesar de la impresión de que la oposición ha optado por la vía electoral, muchos factores indican que todo resulta una jugada táctica dentro de la estrategia contrarrevolucionaria dirigida desde el Departamento de Estado.No cabe duda que las instru A pesar de la impresión de que la oposición ha optado por la vía electoral, muchos factores indican que todo resulta una jugada táctica dentro de la estrategia contrarrevolucionaria dirigida desde el Departamento de Estado.No cabe duda que las instrucciones impartidas desde el imperio dieron un giro de 180 grados en las últimas semanas en la estrategia de la contrarrevolución para sofocar al proceso revolucionario venezolano. La orden impartida desde el imperio fue acatada en forma vertical por los diferentes actores de la derecha, y vimos como de la noche a la mañana no se supo mas de Súmate y el show de las primarias, además pudimos ver como uno a uno fueron renunciando los diferentes precandidatos de la oposición ante la nueva orden de su amo: Candidato Único a dedo.
En otras condiciones históricas, la estrategia del Departamento de Estado ante el caso venezolano hubiera sido tal vez el de apostar al mediano o largo plazo. Los sucesivos éxitos electorales obtenidos por la revolución bolivariana, las derrotas de 2002 y 2003, el triunfo rotundo en el referéndum de 2004, la gran movilización y entusiasmo popular observados ante el proceso revolucionario y el contundente liderazgo del comandante Chávez, serían suficientes para demostrarle al más ignorante en política que no es posible acabar en el corto plazo con el proceso revolucionario venezolano. Habría que hilar muy fino, planteándose metas en el mediano y largo plazo como en Nicaragua, para hipotéticamente obtener la victoria. Pero la situación de crisis energética de los Estados Unidos, la crisis del capitalismo en ese país y en todo el mundo , unidos al hecho de que la revolución venezolana ha seguido avanzando, se destaca como un referente internacional y se combina con un ascenso de la lucha revolucionaria en todo el continente dictan la pauta y la estrategia se debe adaptar a la situación de urgencia.
Elecciones 2006.
El plan abstencionista es modificado, y surge la estrategia del “candidato único”. Cabe preguntarse qué hay detrás de este plan. Empecemos por analizar algunos aspectos del perfil del candidato único seleccionado. Hombre vinculado a la más rancia oligarquía ganadera del Estado Zulia, quien lo financia, y lacayo probado del imperialismo. Proviene de las filas de Acción Democrática. Se ha mantenido en el poder debido a la división en las filas bolivarianas desde donde se ha enriquecido groseramente y ha abierto las puertas del Zulia al paramilitarismo colombiano con el cual mantiene estrechos vínculos los cuales han asesinado a decenas de dirigentes campesinos. Su jefe de seguridad es uno de los mayores esbirros sanguinarios de la IV República, Henry López Sisco, implicado en el asesinato de cientos de revolucionarios en las décadas del 70 y 80 y que de manera insólita anda en libertad. Y como si fuera poco, el personaje fue uno de los principales actores y planificadores en el golpe imperialista de 2002, firmante del acta de constitución del gobierno fascista de Pedro Carmona. Igualmente en los últimos meses ha apoyado soterradamente un proyecto secesionista del Zulia llamado “Rumbo Propio”. Se trataría pues de aprovechar la coyuntura política generada por el proceso electoral, para provocar una situación crítica a corto plazo que “justifique” una posible intervención imperialista amparada por los organismos internacionales totalmente al servicio de EE.UU.
Un Escenario Posible.
Tal vez irónicamente, el patrón a seguir sea una copia de la lucha que está dando el pueblo mexicano ante el fraude electoral cometido en ese país. Una vez conocidos los resultados electorales, se generaría una ola de protestas en diferentes ciudades del país, en las cuales a diferencia de los métodos revolucionarios que se están dando en México, comenzarían a actuar fuerzas mercenarias paramilitares para generar un estado de violencia y de conmoción interna con el posible asesinato de líderes y cuadros medios de ambos bandos. Ante este escenario no es de descartar que el Imperio intente concentrar en el Zulia la fuerza contrarevolucionaria y hasta seria posible que se propongan la secesión de dicho Estado, (República Democrática de Venezuela), a fin de generar una severa crisis interna y geopolítica que le propine un vuelco radical al dominio interno e internacional que posee la Revolución bolivariana. En un escenario como este es posible plantearse una “intervención internacional” como en el reciente caso del Líbano o utilizando a Colombia como frente de operaciones tras generar algún incidente binacional.
Los escenarios pueden ser variados. Será la correlación de fuerzas concreta entre las clases en cada momento la que determina qué pueden hacer o no pero lo que está a la vista es que el imperialismo no va a desaprovechar la oportunidad electoral por lo que se hace necesario que el gobierno revolucionario no se deje influenciar por sectores reformistas y pro-imperialistas enquistados en su seno, que tratarán de conciliar y hacer creer que se trata de un proceso electoral normal mientras el plan imperialista toma cuerpo. Es preciso que el gobierno revolucionario con el Presidente Chávez a la cabeza tome las medidas militares y de inteligencia necesarias pero sobre todo que se prepare al pueblo ante estos posibles escenarios posibles, como ya lo hizo en su mitin de recibimiento en la Plaza O’Leary donde habló de un posible intento de golpe de estado.
Pero anunciar no es suficiente, es necesario que se prepare al pueblo para cualquier confrontación para salir en defensa de la revolución y de la patria. Que se profundicen las conquistas revolucionarias expropiando a los capitalistas, latifundistas y banqueros para terminar de quitarles el poder desestabilizador que poseen y lograr que los trabajadores, los campesinos y el pueblo en general sientan la revolución más suya y se comprometan a defenderla hasta con las uñas . Solo de esta manera, sería posible neutralizar y persuadir al enemigo de lo riesgoso de su plan y de no exponerse a una nueva derrota internacional que resultaría desastrosa para la geopolítica de los Estados Unidos cualquier amenaza La definición de la revolución socialista en Venezuela en el actual contexto de crisis del capitalismo mundial y del empobrecimiento global del planeta marcaría la pauta para detener el inminente plan imperialista y generaría un golpe de timón histórico en los destinos de todos los pueblos oprimidos del mundo