La magnitud que se prevé para la victoria de la revolución sobre la contrarrevolución en esta jornada electoral está provocando la zozobra y división entre los dirigentes contrarrevolucionarios de la oposición.(…)No podemos bajar la guardia porque La magnitud que se prevé para la victoria de la revolución sobre la contrarrevolución en esta jornada electoral está provocando la zozobra y división entre los dirigentes contrarrevolucionarios de la oposición.
Tras la comparacencia de un Teodoro Petkoff,dirigente opositor que aparecía derrotado y diciendo que el proceso había transcurrido correctamente con algunas pequeñas irregularidades, Julio Montoya miembro tambièn del Comando de Campaña de Rosales ha ralizado unas virulentas declaraciones no aceptando la derrota y llamando a sus partidarios a movilizarse. Otro conocido contrarrevolucionario,el dirigente opositor y presentador de Televisión Roberto Smith llamaba practiamente a la insurrección a sus seguidores aunque hasta el momento sin ningún éxito.
Algunos medios opositores, como Globovisión, siguen insistiendo en su agitación contrarrevolucionaria intentando manipular y confundir a seguidores opositores con cualquier excusa. El objetivo es desviar la atención de sus seguidores la tremenda magnitud de la derrota. Para ello denuncian supuestas reaperturas de mesas, que el ministro de Información William Lara ha desmentido totalmente en la propia Globovisión. Intentan identificar el hecho consagrado por la ley de que las mesas no se cierren mientras existan electores en los centros de votación con una supuesta denuncia acerca de que se han reabierto mesas electorales.
Esto significa que ,como mínimo una parte de los dirigentes opositores, están discutiendo en estos momentos no aceptar los resultados electorales y llamar a sus seguidores a desconocerlos. Esto significa que debemos permanecer vigilantes y organizados para responder en cuanto sea necesaria a cualquier posible acción de saboteo o desestabilización contrarrevolucionaria. El gran parrandón popular debe esperar un poco más. No podemos bajar la guardia porque en estos momentos un sector de la oposición es un animal herido, un enemigo débil, desesperado y acorralado, que no puede ganar pero sí puede hacer daño. El camino para neutralizarles y obligarles a acatar la voluntad mayoritaria del pueblo sifgue siendo el mismo de siempre: la vigilancia y movilización revolucionaria, en coordinación con el gobierno y con los sectores revolucionarios de la FAN.