Una periodista de Venevisión preguntó durante la conferencia de prensa incisivamente al ministro Giordani, el por qué sí había condiciones tan buenas para invertir, los capitalistas en el país no lo hacían…A la pregunta de la periodista, el ministr En conferencia de prensa realizada por el ministro Jorge Giordani el pasado 15 de mayo, informó la buena noticia de que la economía venezolana por catorceavo trimestre consecutivo ha mantenido un crecimiento por el orden del 8´8%, tasa que no se veía desde los años 50. Igualmente refirió Giordani que de ese 8´8%, el 80 % correspondía al sector no petrolero, lo cual sin duda es positivo para una economía rentista-petrolera como la venezolana y mencionó la brutal expansión que ha tenido la demanda en nuestro país producto de la revolución en la distribución del ingreso petrolero que ha favorecido a las grandes mayorías históricamente excluidas del pastel petrolero.
El salario mínimo en Venezuela, sin contar el cesta-ticket que percibe un alto porcentaje de la masa trabajadora está por el orden de 290 dólares, el más alto de América Latina. Las misiones, el incremento de más del 100% en el número de pensionados del Seguro Social, la construcción de grandes obras públicas, la baja en las tasas de interés, el subsidio a la vivienda y el control de cambios ha producido un incremento en la masa monetaria circulante sin precedentes en la historia económica de nuestro país y donde según cifras de la propia firma escuálida Data-Análisis los sectores que mas han visto incrementar su poder adquisitivo( 300%) son los que los economistas burgueses denominan sectores “D” y “E” de la población, es decir el proletariado empobrecido.
Pero esa demanda disparada por las políticas revolucionarias del gobierno bolivariano que significa la gran revancha de los sectores populares históricamente excluidos por el modelo rentista-colonial, se estrella contra la falta de una oferta suficiente de productos manufacturados y agroalimentarios que deben ser importados por el gobierno nacional para satisfacer la incesante demanda. Venezuela igualmente batió su propio record histórico de importaciones en 2006 al gastar 35 mil millones de dólares, lo cual revela la gravedad de la crisis productiva nacional.
Una periodista de Venevisión preguntó durante la conferencia de prensa incisivamente al ministro Giordani, el por qué sí había condiciones tan buenas para invertir, los capitalistas en el país no lo hacían. En efecto, según informe emanado por Consecomercio, y que el ministro no negó, las empresas del sector industrial operan a máxima capacidad. Según dicho informe, “el desequilibrio existente entre la oferta y la demanda ha generado que la industria trabaje a niveles elevados de operatividad, los cuales se ubican entre 60 y 65%”.Y agrega el informe del máximo organismo empresarial, “el desabastecimiento que hay en el país es producto del debilitamiento del aparato productivo y de la asimetría entre el crecimiento de la población y el crecimiento industrial” y remata diciendo, que para lograr la recuperación se requiere de mayor inversión tanto pública como privada, y que la principal limitación lo constituyen los mecanismos de control impuestos por el gobierno revolucionario.
A la pregunta de la periodista, el ministro respondió, que el realmente no sabía por qué habiendo condiciones tan favorables los empresarios no invertían. Sin duda la derecha siempre es más lista. Los empresarios señor ministro no invierten, por una sencilla razón: REVOLUCION. En un contexto revolucionario como el que se está desarrollando en Venezuela, es de esperar que la burguesía se inhiba de hacer inversiones de capital, ya que disminuyen las posibilidades de aumentar la tasa de ganancia a expensas de mayor plusvalía debido a los controles que ejerce el Estado a favor de la clase trabajadora, por lo tanto exprimen la capacidad instalada. Disminuye la inversión, porque no está en la lógica del capitalismo que los trabajadores formen consejos de fábrica que supervisen la actividad de la empresa. Ni consejos de seguridad laboral, ni control de precios, ni inamovilidad laboral. Temen a la expropiación. Sus inversiones no están seguras. ¿ Es tan difícil de entender?
Así pues y de allí el nombre de este artículo, la economía de la revolución bolivariana se encuentra en un laberinto. Cierto es que en buena medida la escasez de productos que existe en el mercado se debe a una estrategia deliberada de Fedecamaras y Consecomercio para afectar el apoyo popular a la Revolución y al comandante Chávez, pero cierto es también que se debe a la incapacidad de un aparato productivo de dar la talla a una creciente demanda por el miedo de la burguesía a invertir. Entonces en este laberinto de propiedad capitalista y estímulo al socialismo, ¿quién invierte?. O es que vamos a consumir todas nuestras reservas internacionales para vivir de importaciones con tal no expropiar a los capitalistas. O es que la Revolución va a seguir de rodillas jalándole mecate a Fedecamaras para que por favor produzca.
Es inevitable, la solución a este laberinto es que el Estado expropie a la burguesía el aparato productivo y la banca a fin de realizar un plan masivo de inversión con el mismo dinero que se utiliza para cubrir las importaciones, y ponerlo a producir al ritmo que exige la demanda, producto del mayor poder adquisitivo que la revolución ha dado al pueblo. Acabar de una vez con el paradigma burgués y poner a producir esas empresas a toda máquina, bajo control directo de los trabajadores. Acaso no funciona PDVSA, la principal empresa del país en manos del Estado. Entonces por qué no lo puede hacer cualquier otra fábrica y acabar de una vez con el yugo de la burguesía parasita y golpista. ! No hacen falta!.
Acabemos pues con este laberinto que mantiene permanentemente en jaque a la revolución, y definamos de una vez el carácter socialista de la economía: Estatizada bajo control obrero y planificada .De seguro que acabaremos con el saboteo, la escasez el desempleo y sin duda produciríamos un verdadero terremoto que daría impulso a la clase trabajadora de todos los países para hacer la revolución mundial.