Declaración de «Manos Fuera de Venezuela» en rechazo al otorgamiento de asilo político al golpista contrarrevolucionario Carlos Ortega, por el gobierno derechista de Alan García. La cancillería peruana acaba de otorgar asilo político al delincuente y golpista Carlos Ortega argumentando “razones humanitarias”. Esta diplomacia expresa claramente el alineamiento servil del gobierno aprista al imperialismo norteamericano. Este régimen político, que tanto se jacta de querer el bienestar de la comunidad latinoamericana, esta demostrando in situ que su único objetivo es el de jugar el rol de peón de Bush en el ajedrez político de nuestro continente. Con esta política, el gobierno nos esta metiendo en un problema diplomático con el hermano pueblo venezolano.
Carlos Ortega no es cualquier personaje. Este tipo es un delincuente de cuello y corbata. Desde su condición de militante de derecha y dirigente sindical, por más de una década, en la Confederación de Trabajadores de Venezuela (CTV), fue uno de los organizadores del golpe de Estado contra el gobierno democrático de Hugo Chávez Frías.
“…Durante casi 40 años la Confederación de Trabajadores de Venezuela (CTV) había estado dominada por Acción Democrática, uno de los dos partidos que habían controlado el sistema político venezolano desde 1961. La estructura del sindicato era extremadamente anti-democrática, y la burocracia dirigente colaboraba con los patronos para impedir las luchas obreras. Entre los trabajadores petroleros y de la construcción, los burócratas sindicales cobraban a los trabajadores a cambio de puestos de trabajo. Sindicalistas democráticos eran regularmente despedidos de las empresas o incluso asesinados por sicarios, todo con la colaboración de la burocracia de la CTV…”, (leer http://venezuela.elmilitante.org).
En efecto, desde su cargo como dirigente sindical, Ortega apoyó la masacre de miles de trabajadores por órdenes de su jefe Carlos Andrés Pérez (hermano político de Alan García Pérez) en 1989, cuando el Caracazo.
Carlos Ortega, junto con la derecha escuálida venezolana, la iglesia, la embajada norteamericana, y la CIA, impusieron a Pedro Carmona (el breve) como presidente golpista el 12 de abril del 2002. Luego tuvieron que salir como “ratas”, corriendo, ante el gran vendaval de millones de trabajadores que derrotaron el golpe contrarrevolucionario (leer el libro de Eva Golinger titulado “el código Chávez” o la “revolución bolivariana” de Alan Woods).
Ortega fue uno de los primeros en pisar Palacio de Miraflores festejando la caída del líder bolivariano (ver el video “la revolución no será transmitida”). Además, es una de las personas que se ha beneficiado durante años con la renta del petróleo y esta vinculado a grupos narcoparamilitares. Es decir que es un mafioso en potencia. ¿Qué de bueno puede traer un hombre con estas credenciales Sr. Canciller García Belaunde? ¿Qué beneficios puede traer un narcoparamilitar como Ortega para darle asilo político Sr. Alan García?
Es por estas razones que la justicia venezolana puso tras las rejas a Ortega condenándole a 15 años de prisión por el delito de instigación para delinquir y rebelión, entre otros. No obstante, sus amistades dentro del Estado burgués (y conexiones con guardias del penal), lo ayudaron para que se fugara junto con los tres hermanos Faría (militares detenidos por estar al frente del adiestramiento de paramilitares colombianos en Venezuela con el objetivo de preparar una maniobra desestabilizadora y atentar contra la vida del presidente Chávez), el 13 de agosto del 2006 ( ver “La fuga de Carlos Ortega” en http://venezuela.elmilitante.org/index.asp?id=muestra&id_art=2666).
“…quien ahora se ha fugado y este residiendo probablemente en Perú bajo la tutela del APRA…”, denunciamos el 06 de septiembre del 2006 respondiendo a un artículo del diario aprista La Tribuna (1ra semana del 09-06). Y nuestra denuncia se ha confirmado en los hechos.
Todo este tiempo (09/2006 – 09/2007), el mafioso Ortega a estado viviendo en el Perú, camuflado por sus carnales Grijalva, Negreiros, Mantilla, Del Castillo, Mulder y García. Y ¿con la plata de quien? ¿Del APRA? NO! Del Estado peruano.
"…(Ortega) reunió ciertas características, es un hombre que anda perseguido, no tiene cómo vivir en un país extraño y, por ello, solicitó el asilo; éste es el caso humanitario…”, declaró el embajador de Perú en Venezuela, Luis Santamaría Calderón al diario Universal (http://politica.eluniversal.com).
Es decir que, Carlos Ortega, delincuente, narcoparamilitar y perseguido político, esta viviendo cómodamente en nuestro país con los impuestos que pagan todos los trabajadores peruanos.
Por este motivo, los integrantes de la Campaña Internacional Manos Fuera de Venezuela (http://www.manosfueradevenezuela.org/) denunciamos la presencia de Ortega y exigimos que regrese a Venezuela a enfrentar a la justicia venezolana ¡El que no la debe no la teme!
Ortega no es un dirigente sindical sino un narcoparamilitar. Un asesino de obreros, campesinos y del pueblo humilde venezolano. La CTV es un cascaron, no representa a los trabajadores venezolanos. Estos se han organizado en la Unión Nacional de Trabajadores (UNT).
Por tanto, la Confederación General de Trabajadores del Perú (CGTP), no puede vacilar en la denuncia del antiobrero y contrarrevolucionario Ortega. La clase obrera es una sola en el mundo. Y la revolución bolivariana necesita el apoyo clasista de la Central mariateguista.
Finalmente, proponemos a la CGTP, las fuerzas nacionalistas y de izquierda, realizar una movilización hacia la Cancillerìa de la República para hacer sentir nuestra voz de protesta contra el refugio político a un delincuente y asesino de obreros, odiado por nuestro pueblo hermano venezolano.
¡POR DELINCUENTE Y ASESINO!
¡CARLOS ORTEGA, FUERA DEL PERÚ!
Comité Coordinador de la Campaña Internacional Manos Fuera de Venezuela en Perú.