[Vea también el artículo: Mérida: Los trabajadores de la Contraloría General solicitan la destitución del Contralor Romero]
En un acto frío y calculador se celebró el día de las madres en la contraloría del estado Mérida, de las manos férreas del contralor Asdrúbal Romero, brotaron flores amarillas para homenajear a las madres trabajadoras que a pesar del maltrato lo acompañan en su gestión.
Se dedicó el aún joven gerente a pasar por las oficinas a entregar la inocente flor con las mismas manos que atentaron contra el derecho a disfrutar de las dos horas de lactancia materna a las mujeres que dedican allí la mayor parte de su vida.
Mientras en las afueras de la institución se mantiene un numeroso grupo de trabajadores y trabajadoras de brazos caídos; asistentes administrativos, personal de mantenimiento, chóferes, profesionales y jubilados. En su mayoría mujeres que decidieron pedir la destitución del contralor, quien ha desmejorado los beneficios que por años han conquistado.
A través de los limpios y enormes ventanales de la contraloría estas trabajadoras observaron como este oscuro personaje se esfuerza por mantener, la normalidad en el área de trabajo. El color amarillo representa la alegría, el bienestar y por su puesto la fortuna; Los girasoles amarillos del contralor atentan contra las reivindicaciones y el estado de armonía en la institución, es una humillación a las mujeres que allí laboran.
Para la muestra un botón, más de una docena de mujeres se negaron a recibir, el delicado obsequio hasta que no les repongan el bono alimenticio durante los períodos de vacaciones, reposo, pre y postnatal. Pues estas mujeres de armas tomar, no comen coba ni flores; y los únicos girasoles amarillos que le mueve el piso son los de Van Gogh.