La economía venezolana es- y es que no ha dejado de serlo- una economía de puertos. Esto, junto al poco interés de los capitalistas de sembrar el país, es lo que el Comandante Presidente ha insistido y se ha empeñado en cambiar. Pero mientras los ejes fundamentales del financiamiento, producción y comercialización de los bienes necesarios para cubrir las necesidades de la población estén en manos de los capitalistas no hay manera de derrotar la especulación y la inflación.
La economía venezolana es consecuencia de aquel espécimen de capitalistas que André Gunder Frank llamaba “lumpen burguesía”. Una clase dominante acostumbrada a robar al estado su presupuesto, sin mayor interés en producir y con unas ganas inmensas de medrar del dólar petrolero para importar todo tipo de productos y mercancías. Sin importar que partido tuviera la presidencia, lo más importante era que el Ministerio de Fomento en esos tiempos de la IV república les fuese entregado a sus representantes o miembros.
Cualquier populista, borracho o estúpido podía ser el Presidente, siempre y cuando el ministerio encargado de distribuir el presupuesto estuviese directamente en sus manos. Así, se elaboraban planes para cinco años, que en realidad se comenzaban a ejecutar a los dos años de su enunciado-mientras cambiaban ministros, estos a sus vices, estos a sus directores y estos a sus empleados de confianza-. Apenas comenzaba a ejecutarse un plan, ya iniciaba la campaña electoral, para que al finalizar el gobierno nada se había hecho- salvo robar los dineros del estado- y recomenzaba de nuevo el juego. Por eso Venezuela nunca pasó de ser un país de tercera, dentro de los mal llamados tercermundistas.
La economía venezolana es- y es que no ha dejado de serlo- una economía de puertos. Esto, junto al poco interés de sembrar el país, es lo que el Comandante Presidente ha insistido y se ha empeñado en cambiar. Todos los planes inmersos en el Plan Nacional Socialista 2007-2013, todas sus estrategias y políticas van dirigidas expresamente a cambiar no sólo la forma de nuestro país, sino su fondo.
La única forma de derrotar la especulación y la inflación es tomar medidas de fondo!
Ciertamente mientras los ejes fundamentales del financiamiento, producción y comercialización de los bienes necesarios para cubrir las necesidades de la población estén en manos de los capitalistas no hay manera de derrotar la especulación y la inflación.
No se puede pretender crear una economía paralela a la del capital, manteniendo las leyes que protejen el capital y la explotación. Esta se encargará no sólo de reproducir la lógica del capital, la usura, el afán de lucro y la ganancia, sino incluso de sabotear lo poco se avanza.
Se constituyen cooperativas donde unos explotan a otros. Fundos Zamoranos que cuando producen no tienen dónde ubicar sus productos y caen presa de la redes de comercialización burguesas, o peor aún se ven obligados a venderles a las instituciones oficiales su producción a precios “socialistas”, o sea de manera que no les de ganancia y además el gobierno se los paga tres o seis meses después. Cooperativas de textileras que no saben manejar una máquina semi industrial de costura recta, o un Fundo Zamorano con personas que nunca han sido campesinos. En fin los cuentos, trágicos no cómicos, sobran.
El dólar petrolero ha dado para cubrir muchos errores de inexperiencia, de ineficiencia o de corrupción pero, más temprano que tarde, empezamos a darnos cuenta que Venezuela no es una isla aislada, como no lo está Cuba, libre de los embates y los ataques del imperialismo. Y, mucho menos nuestro país, libre de 500 años de conciencia pro individualista. ¿Cómo lograr que seres humanos que han sido excluidos de todo siempre, no se deslumbren ante tanto dinero? ¿Cómo no tomar un poco ante tanto?
La crisis del capitalismo, global como él lo es, está llevando al enfrentamiento del capital contra el trabajo. Todo el mundo, para no entrar en detalles que éste pequeño artículo no lo permite, está en convulsión. ¿Acaso nuestro pequeño país, que no produce nada salvo oro negro, puede librarse del enfrentamiento al que estamos obligados para proteger nuestra especie?
¡Los USA gastan más de 3 billones de dólares anuales en las guerras, sistemas de defensa, espionajes y otras menudencias. Eso es igual a gastar unos 17.500 dólares por cada hora desde que nació Jesucristo hasta nuestros días, para matar seres humanos
Citando a Atilio Boron en su último artículo:
Población mundial: 6.800 millones, de los cuales
1.020 millones son desnutridos crónicos (FAO, 2009)
2.000 millones no tienen acceso a medicamentos (www.fic.nih.gov)
884 millones no tienen acceso a agua potable (OMS/UNICEF 2008)
924 millones “sin techo” o en viviendas precarias (UN Habitat 2003)
1.600 millones no tienen electricidad (UN Habitat, “Urban Energy”)
2.500 millones sin sistemas de drenajes o cloacas (OMS/UNICEF 2008)
774 millones de adultos son analfabetos (www.uis.unesco.org)
18 millones de muertes por año debido a la pobreza, la mayoría de niños menores de 5 años. (OMS)
218 millones de niños, entre 5 y 17 años, trabajan a menudo en condiciones de esclavitud y en tareas peligrosas o humillantes como soldados, prostitutas, sirvientes, en la agricultura, la construcción o en la industria textil (OIT: La eliminación del trabajo infantil: un objetivo a nuestro alcance, 2006)
Entre 1988 y 2002, el 25% más pobre de la población mundial redujo su participación en el ingreso mundial desde el 1,16% al 0,92%, mientras que el opulento 10% más rico acrecentó sus fortunas pasando de disponer del 64,7 al 71,1% de la riqueza mundial. El enriquecimiento de unos pocos tiene como su reverso el empobrecimiento de muchos. http://www.atilioboron.com “Sepa lo que es el capitalismo”
¡¡A esto nos enfrentamos y contra esto hay que tomar medidas de fondo!
No basta con tomar el control del cambio de divisas.
La medida tomada para tomar el control de la compra y venta de divisas a través del Banco Central no sólo es correcta, sino aplaudible en tanto da al estado el dominio sobre parte importante del sistema financiero y de parte de la importación y exportación. Pero no parece suficiente.
Esta decisión acompañada de la expropiación del grupo Monaca, productora importante de alimentos, avanza en la línea correcta.
Pero, mientras el sistema financiero en general este dominado por el capital privado, la producción de alimentos y la importación de los mismos lo controlen los usureros, la distribución privada de lo que se produce decida qué se vende y a qué precio; estaremos encadenados a la implacable explotación del capital.
Vamos pues demos un salto cualitativo al control social de la producción, importación, distribución y reparto de bienes y servicios. Controlemos el cambio de divisas, la importación de los bienes esenciales, la distribución de los mismos, la propiedad de la tierra para que esta produzca lo necesario, bajo el control obrero, campesino y popular a través de un nuevo estado, el ESTADO COMUNAL.