El presente artículo tiene como objeto denunciar el robo armado que están cometiendo el alcalde Emilio Graterón y los funcionarios de la alcaldía contra los trabajadores. En esta primera oportunidad, haremos referencia a la situación que viven los trabajadores del área de vigilancia de la Dirección de Seguridad Integral (DSI).

 

Para aquellos compañeros y compañeras que viven o trabajan en el municipio Chacao del Edo. Miranda, es muy común observar numerosos carteles publicitarios (semanales) y afiches en los que el gobierno municipal difunde la falsa idea de que trabaja por fortalecer la “cultura ciudadana” y de respeto a los derechos humanos en el municipio y además trabaja por elevar la “calidad de vida” de sus habitantes.

Sin embargo, para los que conocemos la situación real de Chacao, es bastante claro que esto es una total falacia, pero en este caso particular, no trataremos el tema de la situación de sus habitantes, sino que desmontaremos dicha mentira empezando por la propia alcaldía, en donde lo que vemos no es una situación de “cultura ciudadana” ni de “respeto a los derechos humanos” ni ninguna otra de esas patrañas y falacias burguesas, sino que por el contrario, lo que vemos es una situación de permanente acoso y atropello contra sus trabajadores (as), y además, una situación terrible de precarización de los beneficios de los trabajadores (as) que laboran en varias de las direcciones de la alcaldía.

En esta primera oportunidad, haremos referencia a la situación que viven los trabajadores del área de vigilancia de la Dirección de Seguridad Integral (DSI).

La motivación original de esta denuncia

Desde finales del mes de Diciembre del año pasado hasta el mes de Febrero de este año, los trabajadores contratados de dicha dirección no habían podido cobrar su salario, debido a que su contratación finalizaba en el mes de Diciembre, y sin dar ninguna explicación, la alcaldía pasó dos meses sin renovarles contrato, cosa que nos fue notificada por uno de los compañeros que allí laboran.

Sin embargo, dichos compañeros siguieron asistiendo a laborar en sus distintos centros de trabajo durante los meses de Diciembre, Enero y Febrero.

Esto quiere decir que la no renovación del contrato no significó un acto de despido, porque la alcaldía siguió contando con el servicio que prestan los compañeros sin manifestar expresamente una ruptura en la continuidad de la relación laboral, sino que simplemente al alcalde Graterón y a los funcionarios directivos de la alcaldía no les importa dejar sin salario a decenas de hombres trabajadores de nuestro país durante meses, lo que nos obliga a realizar las siguientes preguntas:

¿Dónde está la tan renombrada “cultura cívica y ciudadana” de la que tanto habla el alcalde?

¿Qué pasó con el respeto a los derechos humanos de los trabajadores de la DSI y de sus familias?

¿Qué pasó con el derecho de los hijos e hijas de estos trabajadores a recibir una educación, alimentación y vivienda dignas que sólo pueden obtenerse mediante un salario digno?

La alcaldía atropella a los trabajadores como le da gana la gana y viola la Ley Orgánica del Trabajo y la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.

Una vez firmado el nuevo contrato, las cosas no cambiaron mucho, la burla y el atropello se han mantenido debido a que la quincena no fue pagada por la alcaldía a la fecha, sino varios días después de pasada la primera quincena del mes de Marzo, y que en dicho pago no fue saldada toda la deuda acumulada (el mes de Enero completo y mitad de Febrero), sino que ésta ha sido pagada por partes en las siguientes quincenas.

De verdad que es grande el descaro del alcalde, que tanto critica, critica, critica, y critica al proceso revolucionario, y dice tantas mentiras sobre el pueblo de Chacao, por el que supuestamente trabaja de manera ardua para elevar su calidad de vida, cuando en realidad lo que podemos observar con toda claridad es que la alcaldía es un patrono explotador, ladrón y descarado, que juega con el sustento de cientos de familias venezolanas como si se tratara de dinero para apuestas en una carrera de caballos.

La precarización de los beneficios del trabajador y las violaciones a la LOT son el pan de cada día en la alcaldía de Chacao.

En esta alcaldía, el número de trabajadores (as) contratadas alcanza casi el 50% del total de la nómina de trabajadores (as), y lo que es peor aún, muchos (as) tienen hasta 9 y más años trabajando y todavía siguen sin pasar a ser trabajadores y/o trabajadoras fijas, como es el caso de la Dirección de Seguridad Integral, que está compuesta por un aproximado de 110 trabajadores (incluyendo cargos directivos como supervisores y jefe de operaciones), de los cuales 75 trabajadores son contratados, y lo que es más grave aún, 65 de ellos tienen más de 3 años laborando sin haber pasado todavía a ser trabajadores fijos. Entre este grupo de 65, hay varios compañeros que superan los 8 y 9 años de servicio como trabajadores contratados, lo que constituye una violación flagrante a la LOT, que para el caso de trabajadores (as) con contratación continua, es decir, trabajadores (as) para los cuales entre contrato y contrato no existe un lapso de tiempo mayor a 1 mes o más, establece que a partir del tercer contrato, el trabajador (a) pasa a ser un trabajador (a) a tiempo indeterminado, es decir, fijo.

¿Qué hay de los derechos de estos hombres y sus familias a tener acceso a mejores beneficios sociales, como los que posee un trabajador fijo? Alcalde Graterón: ¿Acaso estos trabajadores y sus familias no tienen derecho a esa “calidad de vida” de la que usted habla? Con tan sólo este pequeño ejemplo se puede constatar que el alcalde miente descaradamente cuando habla de trabajar por mejorar la “calidad de vida” del pueblo, o ¿Quizás será que este alcaldito considera que unos venezolanos tienen más derecho que otros a gozar de “calidad de vida”? Sí, los revolucionarios y revolucionarias sabemos que los políticos burgueses como este alcalde dicen que todos y todas tenemos derecho a gozar de calidad de vida, pero en realidad, para ellos sólo unos venezolanos tienen derecho a gozar de esta “calidad de vida”. Esto, es una evidencia clara de que a pesar de que han transcurrido 11 años de revolución, todavía existe en Venezuela una cruda y feroz Lucha de Clases, y por lo tanto, es vital e imprescindible profundizar y acelerar la construcción del Socialismo, sobre todo en lo que respecta a la dignificación de la clase trabajadora en cuanto a sus derechos políticos, económicos y sociales.

Pero la precarización de estos trabajadores no termina aquí. Cada nuevo año, cada uno de estos 65 trabajadores (al igual que el resto de los contratados de la DSI) es puesto en período de prueba, tal y como si estuviera siendo contratado por primera vez. Esto, trae como consecuencia que los tres primeros meses de cada año no sean contabilizados para la liquidación de cada uno de estos trabajadores, y, como si fuera poco, sustentada en artificios legales que no entendemos bien, la alcaldía tampoco contabiliza el 4to mes, sino que es a partir del 5to mes cuando los trabajadores de esta dirección comienzan a acumular lo que por ley corresponde a su liquidación. Es decir que todos los años los trabajadores de esta dirección sólo acumulan 8 meses de liquidación y no el total de los 12 meses del año, como corresponde legalmente. ¿Qué bonito no? ¿Hablando de “respeto” y de “cultura ciudadana” mientras se roba lo que realmente pertenece al obrero? Lo que aquí en verdad sucede es que la alcaldía estafa y se apropia de lo que corresponde a quien noblemente vende su fuerza de trabajo como único medio para garantizar para él y para su familia una vida mínimamente digna.

Otra práctica ilegal que es común dentro la DSI, es desconocer los años de antigüedad a la hora de que un trabajador contratado pase a ser fijo. Por ejemplo, tuvimos la oportunidad de conocer casos de compañeros que pasaron a ser trabajadores fijos después de trabajar para la alcaldía 9 y 14 años respectivamente como contratados, a los cuales no se les reconoció ninguno de los beneficios acumulados durante los años previos de servicio al momento de pasar a fijo. Esto es una muestra más de como la alcaldía roba al trabajador y precariza sus beneficios cada vez más.

Por otro lado y como si lo anterior no fuera suficiente, en algunos casos se ha reducido el tiempo de contratación a 6 y hasta 3 meses, como lo es el caso de la actual contratación de los compañeros, que comenzó en enero del 2011 (aunque fue firmada a finales de febrero por el grosero retardo del patrono en presentarla) y concluyó en el mes de marzo, ante lo cual, la directiva del sindicato patronal de los trabajadores y trabajadoras de la alcaldía planteó que se trataba de una medida temporal, ya que todos estos compañeros pasarían a fijos a partir del mes de abril. Pues el mes de abril ya está corriendo, y no hay ninguna señal que esto vaya a cumplirse.

Por último, para cerrar el punto en lo que respecta a la precarización de los beneficios de los trabajadores de la DSI, éstos nunca han gozado de vacaciones durante sus años de servicio, lo que quiere decir que algunos de estos trabajadores tienen casi diez años laborando de manera continua sin haber gozado ni siquiera una sola vez de vacaciones. Asimismo, la alcaldía tampoco cumple con los requisitos estipulados en la LOPCYMAT para las condiciones de los centros de trabajo en lo que respecta a la prevención de accidentes laborales y enfermedades ocupacionales. Los trabajadores de la DSI no tienen áreas de esparcimiento ni de comedor, muchas veces deben comer dentro de la propia área de trabajo, con la consecuencia de que no pueden comer con tranquilidad, ni tampoco poseen áreas de descanso (para el caso de los vigilantes que tienen que cumplir 24 horas continuas de jornada laboral), ni sillas ergonómicas que satisfagan lo estipulado por el INPSASEL, a fin de prevenir lesiones en la columna o cualquier otro tipo de enfermedades ocupacionales afines.

Cumpliendo con lo estipulado en la LOPCYMAT, los compañeros de la dirección eligieron de su seno a un delegado de prevención para la defensa de sus derechos en materia de seguridad y prevención de enfermedades y accidentes laborales, delegado que luchó junto a los trabajadores por mejorar las condiciones de seguridad laboral de sus compañeros, sin embargo, debido a la fuerte presión y acoso laboral ejercida por los directivos de la alcaldía contra dicho delegado, éste terminó renunciando a la función para la que fue elegido. La alcaldía no tiene vergüenza para atropellar a la clase trabajadora.

Artículo tomado de: www.chacaopsuvista.blogspot.com