En los últimos meses los venezolanos hemos vivido en medio de episodios de escasez, sobre todo en algunos alimentos como: harina de maíz, azúcar, aceite, carne y pollo. Esto muestra la vulnerabilidad de nuestra seguridad alimentaria, que radica en el hecho de que la burguesía controla grandes monopolios en todas las ramas de producción, industrialización, transporte, almacenamiento y abastecimiento del mercado venezolano y los medios de comunicación y propaganda.

 Causar ingobernabilidad y descontento

En diciembre aprovechando la situación de tensión provocada por la ausencia del Camarada Chávez, la burguesía acentuó las presiones sobre el pueblo con el objetivo claro de causar zozobra, malestar e ingobernabilidad en el marco de las elecciones regionales. Esto ante la mirada torpe de la dirigencia reformista quienes después de dos meses de desabastecimiento decidieron que la solución era conversar con los acaparadores para que sean «buenos muchachos y se porten bien«.

El Ministro Ricardo Menéndez, atribuyó el desabastecimiento a que el sistema de distribución fue sobrepasado por una «sobredemanda«, de un 30% causada por razones «mediáticas» y afirma que se han hecho los «señalamientos al sector privado y también al público sobre la necesidad de la logística» para evitar este tipo problemas.

En dicha reunión el representante de Empresas Polar, Manuel Larrazal, declaro: «tenemos suficiente materia prima para garantizar y seguir produciendo a la máxima capacidad«. Por otra parte el presidente de la Asociación de Molinos de Trigo (Asotrigo), Nicolás Constantino, también afirmó que el ente que representa cuenta con la materia prima necesaria. Acotó también que los consumidores deben tener conciencia y no comprar descontroladamente. La situación tuvo una ligera mejora pero la campaña se acentuó aun más tras la muerte del Comandante Chávez, el inicio del proceso electoral, hoy ha llegado a extremos activando el desabastecimiento y el saboteo económico como parte de los planes de golpe de Estado que ha activado la extrema derecha.

¿Quién garantiza el abastecimiento?

La pregunta es, ¿Los mismos que causan el desabastecimiento para sabotear la economía, crear zozobra en la población y una posible situación de ingobernabilidad, son los mismos que garantizan el abastecimiento? ¿Por qué POLAR no lo garantizó en los meses de diciembre y enero? ¿Por qué se comprometen a garantizarlo en febrero y para mediados de marzo empeora la situación?

POLAR maneja la producción y el abastecimiento de cerca del 50% de la harina de maíz, lo suficiente para que con pequeño recorte en la distribución y unos cuantos mensajes por prensa. Se cree la expectativa de una posible desaparición del rubro y un disparo de la demanda. El dato curioso es que aparecen al mismo tiempo harinas de maíz para hacer arepas dulces, con avena, extra suaves, con aromas, con arroz y demás. Al igual que desaparece el azúcar pero se consigue todo tipo de jugos, refrescos, caramelos, galletas, etc… que usan grandes cantidades de azúcar y producidos por la misma empresa que registra la baja de producción. Es también popular que no se encuentre leche y queso, pero si yogur, leche condensada, crema de leche, etc.

La campaña ¡está de moda hacer el bien!

Lamentablemente, a diferencia de otros años, durante los dos últimos no fuimos testigos de avances importantes y contundentes contra los terratenientes y capitalistas. Al contrario, ante el inmenso reto de las elecciones presidenciales de Octubre del año pasado, los sectores reformistas de la dirigencia del movimiento bolivariano desarrollaron toda una tendencia pequeño burguesa de orientar totalmente las campañas hacia los sectores de clase media, dejando totalmente de lado el trabajo político con la clase trabajadora y con el conjunto de las masas oprimidas de nuestra sociedad, dejando fuera abandonando y en algunos casos hasta liquidando algo tan importante en estos momentos como lo es el control obrero de la producción.

Mostrando su incapacidad para comprender de una manera la dinámica de la lucha de clases en sus distintos ámbitos, los sectores reformistas decidieron que, a fin de atraer a los sectores de la «clase media» a las filas del movimiento bolivariano, debería tener un carácter suave o «light», y no rayar en lo que ellos consideran consignas ni propuestas radicales. Tener un mensaje de amor, planteando que el socialismo es amor, el socialismo es «hacer el bien», sin ningún contenido revolucionario de clase, y por nada del mundo, hablando de expropiar a banqueros, terratenientes e industriales, en defensa de los interés del pueblo.

El resultado es contrario, en nuestro pueblo, causa confusión en momentos en los que más necesitamos claridad, la misma claridad que en 2.002 durante el paro petrolero hizo millones de obreros se mantuvieran firmes con la Revolución ante el desabastecimiento más cruel. Por el contrario en los sectores medios, esa campaña «light» para atraerlos cae en saco roto cuando la burguesía les somete al desabastecimiento, de hecho estos sectores gritan a la cara de los revolucionarios «sigue votando por el socialismo» y responsabilizan a la revolución del problema.

Desde la partida del Comandante, nos han reportado de todos los estados, la misteriosa desaparición de los rubros alimenticios de primera necesidad y otros artículos de cuidado personal que están escaseando en las regiones. Los grandes monopolios de la alimentación son tan violentos con el pueblo como los fascistas que salen a matar a los bolivarianos en la calle. El golpe económico sigue viento en popa, minado nuestra base social, causando descontento y dando armas a la reacción que prepara el zarpazo y nuestra dirigencia plantea una nueva reunión con los empresarios, confiada en que la burguesía entenderá que «está de moda hacer el bien» y que junto a ellos «vamos a cambiar el mundo«