Juventud Marxista

Juventud MarxistaEl papel del arte en las juventudes

Por insignificante que parezca, se nos hace imposible concebir un mundo sin arte, ya que este está presente en un sin numero de aspectos de nuestra vida cotidiana. Un mundo sin arte sería un mundo sin colores, sin música, sin matices, sin expresiones culturales, monótono y en definitiva aburrido. Para los economicistas, el papel del arte no tiene importancia, o no pasa a ser una mera trivialidad. Sin embargo en realidad si puede y debe jugar un papel protagonista en la nueva sociedad siempre que se use como refuerzo de la transformación socialista.

El arte desde su aparición siempre ha sido, una manifestación de los individuos. Las expresiones artísticas, son precisamente una muestra genuina de la cultura de las sociedades – entendiendo al arte, no como esa muestra burguesa actual, descompuesta por la lógica del capital. Sino como la espontánea expresión del artista, cuyo principal objetivo no es vender una mercancía, sino expresar sentimientos, ideas, etc. –. Como explicábamos en una columna anterior, la cultura tiene un carácter de clase, por lo que el arte tiene también un carácter de clase.

Si bien, la transformación de la sociedad capitalista en la socialista, no puede ser llevada a cabo hasta tanto no se transforme la base económica del sistema socio-económico, o en otras palabras, hasta que no se elimine la propiedad privada sobre los medios de producción y se pongan estos en manos del pueblo. Sin embargo, el arte revolucionario y proletario también cobra un papel importante, ya que tiene la capacidad de reforzar las ideas y de ayudar a mostrar y explicar con mayor claridad las teorías, a veces abstractas, y nos permiten entender las ideas.

En tal sentido, la juventud, cuya consciencia, que aun sigue siendo formada e influenciada por la sociedad, es mas presta a recibir nuevas ideas y nuevos planteamientos, ya que el pesado látigo de la sociedad burguesa no ha terminado de moldear sus mentes a su imagen y semejanza. Y esto lo ha entendido perfectamente la burguesía, es por esto que industrias cinematográficas, las grandes disqueras, etc. – siendo precisamente propiedad de la burguesía –, dedican tanto esfuerzo a la realización de películas para niños y jóvenes, que a través de una trama y la tecnología de ultima generación, resaltan y refuerzan los peores valores del capitalismo, haciéndolos pasar como normales y aceptables. Mientras que a la par, se desestiman muestras de arte no dependientes a la lógica del capital.

Es así como el cine, que en sus inicios mostraban una critica a la sociedad, como en las películas mudas de Charles Chaplin, hoy en día sólo nos enseñan el conformismo y la justificación de una sociedad en putrefacción. O muestras artísticas que tienen gran incidencia en los jóvenes de la clase trabajadora del país, como lo son el Rock – que nació en protesta de la guerra – y el Hip Hop – que nació como una expresión de los pobres en contra de la desigualdad en la sociedad burguesa – hoy en día sólo expresan y resaltan los valores negativos, el consumo de drogas, la rebeldía sin causa alguna, el individualismo y el egoísmo, etc.

La burguesía siempre ataca aquellos elementos que representan un arma de lucha para la clase trabajadora, y las transforma en catalizadores que mantienen al pueblo y en especial a las juventudes dormidos, sumisos y sometidos ante el sistema establecido, desviando su atención ante cosas en exceso triviales, en comparación a la realidad de la sociedad: carros, fiestas, lujos, sexo, drogas, ropas, etc.

Sí bien el arte por si sólo no puede cambiar la sociedad, ya que no puede transformar las relaciones de producción. Si puede jugar un papel revolucionario, al poder tocar las consciencias de los jóvenes y educarlos en una nueva visión e interpretación del mundo. Por lo tanto, el arte proletario como expresión de la nueva sociedad, como expresión del socialismo, debe también estar cargado de una ideología revolucionaria, que pueda lograr conectar a las juventudes y en especial a la clase trabajadora, con una nueva concepción del mundo: de igualdad, de equidad, de justifica social y sin privilegios, etc.

El arte proletario no pretende exaltar al artista por encima de la sociedad, convirtiéndolo en un desclasado social que, conviviendo con y/o como la burguesía, impregne en sus obras los valores burgueses – aquellos valores a los que el presidente Hugo Chávez se refería como los anti-valores del capitalismo: egoísmo, individualidad, ect. –, por el contrario en vez de alejarlo del pueblo lo acerca, lo hace ver la vida y vivirla como proletario, con lo que le permite entender y reflejar al mundo a través de la visión del pueblo.

Es tarea de la juventudes, identificar y resaltar las muestras artísticas que expresen la cultura de nuestra clase, y combatan la cultura burguesa. Y no se trata, de forma mecánica de rescatar la música folclórica, porque incluso algunos artistas filtran dentro de esta, a veces sin saberlo, los anti-valores, no se trata del tipo de arte por sí sólo, sino de lo que este arte aporta a la sociedad. De igual forma, en las muestras artísticas mayormente asociada con la burguesía o la intelectualidad pequeño-burguesa, como el teatro, la literatura, en otras, podemos transformarlas en muestras de verdadero arte proletario.


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