Discurso pronunciado en el Campamento de la Juventud Revolucionaría, durante la fundación de la organización juvenil «Voluntad e Luta».

En todas las discusiones sobre la coyuntura política, es importante comenzar analizando el panorama internacional. Actualmente el mundo está sumergido en una crisis desde el año 2008. Posiblemente la crisis más grande en los últimos 100 años, después de la crisis de los 30s. Es por esto que debemos darle suficiente importancia al estudio y análisis de la crisis en sí misma, y cómo esta se relaciona con el resto de los países no industrializados.

En los medios de comunicación se dice permanentemente que se trata de una crisis bancaria, de una crisis financiera. Es decir algunos banqueros motivados por su codicia, quebraron la economía mundial. Sin embargo esto no es del todo cierto. Es cierto que estos banqueros, al igual que el resto de la burguesía, son motivados por sus intereses de clase. Son motivados por la lógica del capital. Sin embargo, esto por sí solo no explica nada. Esto nos puede hacer pensar, que el problema de raíz no es el sistema, sino las personas que dirigen las corporaciones, los gobiernos etc., y la solución, visto así, no es un modelo alternativo de economía, sino aplicar leyes, remover a los directivos de las corporaciones, cambiar gobiernos.

La crisis que existe en el mundo desde el 2008, se trata de una crisis cíclica del sistema capitalista. O como Marx la denominó, una crisis de sobreproducción.

¿Qué significa esto? Quiere decir que el capitalismo produce más de lo que los mercados pueden consumir. Un ejemplo concreto: la FAO reconoce que 1/3 de toda la comida producida, es desperdiciada a través de la cadena productiva. Durante el proceso de transporte, almacenamiento, distribución, pero especialmente de la venta al consumidor final.

¿Cómo ocurre esta crisis de sobre-producción? El motor del sistema capitalista es la apropiación privada de capital. Es decir, no se produce para satisfacer las necesidades humanas, sino para generar riquezas, para sacar mayores cuotas de plusvalía, mayores cuotas de ganancias.

Las empresas necesitan aumentar permanentemente su producción. Y se ven forzados a mejorar la tecnología, y desarrollar las industrias para producir más, disminuyendo con esto los costos de producción. Esta fue la razón del surgimiento de la revolución industrial.

Por ejemplo, al mejorar una maquina, un mismo obrero puede producir más, pero se le paga el mismo salario.

Visto así pareciera positivo. El sistema produce cada vez más, pudiendo producir suficiente para todos. Sin embargo, si no tienes dinero no puedes comprar nada. El sistema capitalista “funciona” mientras el mercado pueda consumir todo lo que el capitalismo produce.

La producción aumenta a un ritmo muy acelerado. Porque la competencia obliga a las corporaciones a producir cada vez más, para competir por cuotas de mercado. Aumentando con esto la tecnología, pero sin aumentar la cantidad de trabajadores. Es decir más y mejores maquinas, pero los mismos trabajadores, y en algunos casos incluso menos. Una empresa capitalista rentable es aquella que siempre crece.

Aquí empieza el problema. La producción aumenta muy rápido, pero la capacidad de consumo del mercado no. Esta generalmente sólo aumenta cuando aumenta la población. Ya que la capacidad adquisitiva de los trabajadores se mantiene relativamente igual, con pequeñas variaciones. Incluso, en los casos donde se aumenta el salario mínimo, se aumenta al mismo nivel de la inflación, dejando todo siempre igual.

Llegado cierto punto los mercados mundiales colapsan. Hay demasiadas mercancías, que no se pueden comprar, no porque no hayan necesidades, sino porque no hay dinero. Y como todos sabemos, si hay mucha oferta, los precios caen. Cuando esto pasa, la producción deja de ser rentable. Y la burguesía opta por disminuir la producción, cerrando fábricas, despidiendo trabajadores, etc.

Esto pareciera no tener relación, pareciera que nada tiene que ver con la crisis del 2008. En donde hubo una espiral inflacionaria en los países desarrollados, en los que por ejemplo las casas, aumentaron cerca de 10 veces su valor original.

Sin embargo, Marx explica también que una forma artificial de aumentar la capacidad adquisitiva de los trabajadores, es a través del crédito. Y acá todo empieza a tener sentido. Esta burbuja inflacionaria, que hubo en el sector de viviendas, fue producto de la gran cantidad de créditos que se otorgaron. A todo el que pedía dinero se le daba, sin verificar si podían pagarlo o no. En algunos lugares el crédito te permitía comprar la casa, el mobiliario, equipos electrónicos, el automóvil, y te daban un dinero adicional para que pudieras viajar. Todo esto aumentó mucho el consumo.

Y con esto se aumentó el valor de las viviendas especialmente. La ley del mercado dice que al haber mucha demanda los precios suben. Esto explica el aumento inflacionario en el sector inmobiliario.

Pero hay un problema, Marx explica también que este aumento es sólo temporal. Porque todo crédito debe ser pagado. ¿Y quien va a pagarlo? El mismo trabajador que antes no tenía dinero para comprar, y que sólo compró porque le dieron un crédito.

Esto hizo que la crisis del 2008 estallara a través del sistema financiero. Sin embargo la crisis venía gestándose desde mucho antes.

¿Cómo solucionan la crisis los capitalistas? La solución que aplican los capitalistas es cerrar fábricas, despedir trabajadores, con el fin de reducir la producción. Para que baje la oferta, y con esto volver a hacer rentable la producción.

Todo este análisis es importante, porque la economía mundial está globalizada. Es decir todos lo que ocurre en los países desarrollados afecta al resto del mundo. Los países del BRICS, al igual que el resto de los países subdesarrollados, son principalmente productores de materias primas, y dependen del consumo de las potencias. Sin embargo, las potencias están reduciendo su producción, y con esto reducen el consumo de materias primas, lo cual hace por ejemplo que el petróleo baje, a Venezuela le ha afectado enormemente, pero también ocurre con el resto de las materias primas.

Hay una vieja canción en Venezuela, que dice: “El cielo encapotado, anuncia tempestad.” Quiere decir que cuando hay muchas nubes, especialmente las nubes oscuras, es porque habrá una tempestad. Pero la intención en esta canción, en ver que el cielo está “encapotado”, es tan sólo para prepararnos antes de la lluvia.

Las crisis generan condiciones revolucionarias, y según los economistas burgueses más optimistas, no se podrá salir de la crisis en al menos 50 años. Sin embargo otros economistas dicen que la recesión puede ser la nueva forma de la economía mundial. Esto abre las puertas a un período turbulento, no sólo económica sino políticamente. Durante los próximos años veremos situaciones revolucionarias en muchos países. Incluso en aquellos donde no pensábamos posible que ocurrieran.

Una pequeña muestra de esto es el surgimiento de:

  1. Podemos en España y Syriza en Grecia. Los cuales son partidos alternativos al régimen establecido.
  2. Jeremy Corbyn en gran bretaña. Quien es el líder del partido laborista, un partido equivalente al PT [Partido de los Trabajadores de Brasil]. Luego de que ganara las elecciones del partido, la militancia ha aumentado más del doble.
  3. Bernie Sanders en EEUU. Un candidato que habla de socialismo, en el seno del imperialismo yankee. Es cierto que el socialismo que el propone es en realidad un capitalismo “humanizado”. Pero esto nos permite intervenir como marxistas en las discusiones que se establezcan en torno a él, y explicar que es socialismo realmente.

En estos casos no se puede hablar de revolución aún, sin embargo, es una muestra de la maduración de las condiciones revolucionarias que seguirán floreciendo en muchos países, y que a futuro darán sus frutos.

Trotsky explica que “la crisis histórica de la humanidad, es la crisis de la dirección del proletariado.” En el siglo XX se desperdiciaron muchas oportunidades, la Revolución Alemana, La Segunda República Española, El Mayo Francés (la huelga más grande de la historia), la Revolución de los claveles en Portugal. Pero en latinoamerica también pasó en Chile, Nicaragua, y muchas revoluciones que no nacieron, en Bolivia, Colombia, Centro América, etc. Incluso en Brasil.

En cuanto a Latinoamérica, hay quienes hablan hoy en día de un giro a la derecha. Ganó Macri en Argentina, Dilma está reduciendo su apoyo popular, La revolución Bolivariana perdió la Asamblea Nacional, en Colombia pareciera regresar el Uribismo, Cuba parece tomar la vía China hacia el capitalismo, etc.

Y esto pareciera entrar en contradicción con el surgimiento de alternativas de izquierda, como el caso de Podemos, Syriza, Jeremy Corbyn, etc. Sin embargo es un mismo y único proceso. Trotsky explica que, “La naturaleza no acepta vacíos”, es decir el vacío siempre es llenado con algo. En estos casos en concreto, los reformistas generan un vacío en la izquierda. Especialmente cuando el reformismo fracasa. Y al no haber una dirección revolucionaria del proletariado que pueda llenar este vacío, este es llenado temporalmente por la derecha.

En realidad no se trata de un giro a la derecha. Sino de búsqueda de alternativas frente a la bancarrota del reformismo. Este aparente auge de la derecha, puede cambiar [y cambiará] rápidamente a la izquierda, si surgiera una dirección revolucionaria que dé soluciones a la clase trabajadora.

Construir esa dirección es nuestra tarea histórica.