En la tarde del 10 de diciembre, un helicóptero militar estadounidense tomó el control de un tanquero de petroleo que viajaba desde Venezuela. No contento con este acto de piratería, cuando se le preguntó qué iba a hacer Estados Unidos con el petróleo que transportaba, Trump respondió con indiferencia: «Bueno, nos lo quedamos, supongo», como si hubiera encontrado un billete de diez dólares en el suelo. Esto representa una importante escalada en la campaña de agresión imperialista de Estados Unidos contra Venezuela y América Latina.