Los jóvenes y los estudiantes han desempeñado un papel protagonista en este movimiento revolucionario. Millones de trabajadores pobres han salido a las calles en todo el país. Esto basta para demostrar el poder de la clase obrera y hacer temblar a la clase dominante. Pero no es suficiente para conseguir nuestras reivindicaciones, y mucho menos para alcanzar nuestro objetivo final, que es una transformación fundamental de nuestras vidas y de la sociedad, y la abolición de la explotación, la opresión y el empobrecimiento de la clase trabajadora, mientras los ricos siguen enriqueciéndose.