Bolsonaro no se ha pronunciado hasta ahora porque no quiere aceptar la derrota, pero no pudo conseguir apoyo político para cuestionar el resultado de las urnas. Uno a uno, sus aliados han ido reconociendo la victoria de Lula-Alckmin dejando a Bolsonaro cada vez más aislado. Puede que aun tenga alguna esperanza de que los cortes de carretera montados por bolsonaristas radicalizados crezcan y le den en la calle el apoyo que necesita para alguna aventura. Pero es una esperanza vana. Las instituciones burguesas le están cercando hasta que la única opción lúcida que le quede a Bolsonaro sea conceder la derrota.
Mientras tanto, la fuerza policial que el (Tribunal Supremo Federal) STF ha determinado que debe desbloquear las carreteras, la Policía Federal de Carreteras (PRF), se ha mostrado leal a Bolsonaro desde el domingo operando en contra de las determinaciones del (Tribunal Supremo Electoral) TSE, dificultando la concurrencia a votar y ahora, incluso con órdenes del STF de deshacer los bloqueos, hemos visto videos que muestran a agentes de la PRF colaborando con los camioneros de Bolsonaro, aconsejándoles que muevan los piquetes, etc.
En algunos estados, los propios habitantes de los barrios proletarios (y de los sectores obreros de las fábricas y astilleros) donde se producen los bloqueos se han organizado para hacer lo que la PRF no hará: desbloquear las carreteras. Ahora, el Movimiento de Trabajadores Sin Techo (MTST) ha decidido enviar su militancia a los lugares con bloqueos para deshacerlos. Lo que estamos viendo es un intento ultra minoritario de los bolsonaristas más radicales y desesperados por intentar una reacción «organizada». Este intento, extremadamente débil, sólo continúa hasta ahora por la connivencia del PRF. En la historia siempre hemos visto que la reacción sólo es combatida eficazmente por el proletariado y no por la burguesía.
Así, la Izquierda Marxista no sólo apoya la decisión del MTST, sino que llama a sus militantes a participar junto al MTST en las acciones de desbloqueo de las carreteras. Es responsabilidad de las direcciones del PT, del PSOL, de la CUT, de la UNE, de los sindicatos, de las organizaciones estudiantiles y de los movimientos populares, movilizar a sus bases para romper lo que queda de estos bloqueos y dar una respuesta de clase a la extrema derecha bolsonarista. Es necesario actuar con rapidez y ocupar el lugar que nos corresponde en la historia en este momento.
Comité Ejecutivo de la Esquerda Marxista,
1 de noviembre de 2022.