Venezuela fue el primer país en ofrecer ayuda a EEUU para tratar los efectos del huracán Katrina. El miércoles, 31 de agosto, el presidente venezolano Hugo Chávez anunció que la empresa estatal venezolana, CITGO Petrolem Corporation, iba a don Venezuela fue el primer país en ofrecer ayuda a EEUU para tratar los efectos del huracán Katrina. El miércoles, 31 de agosto, el presidente venezolano Hugo Chávez anunció que la empresa estatal venezolana, CITGO Petrolem Corporation, iba a donar un millón de dólares en concepto de ayuda. “Es una tragedia terrible que están viviendo nuestros hermanos de Norteamérica”, dijo Chávez. “Tenemos un batallón de nuestro equipo humanitario Simón Bolívar dispuesto en caso de que nos autorice a ir allí, si nos dan luz verde”. Ofreció trabajadores humanitarios y combustible para ayudar. “Estamos dispuestos a donar combustible para hospitales, transporte público, todo lo que podamos hacer”.

Pero al mismo tiempo Hugo Chávez criticó profundamente al presidente estadounidense, G. W. Bush, por la forma en que ha tratado la crisis del huracán. “A medida que nos llega más información, se hace evidente una terrible realidad: que el gobierno no tenía planes de evacuación”, esto es lo que dijo Chávez. Poniendo palabras a los que muchos en EEUU deben estar pensando, añadió que Bush “allí en su rancho, no dijo otra cosa que `necesitan irse’, ni siquiera dijo cómo, en un estilo de cowboy”. También señaló que la ausencia de una estrategia clara por parte del gobierno había golpeado más duramente a los sectores más pobres. “Todos vemos largas filas de gente desesperada abandonando esa ciudad en vehículos, aquellos que tenían vehículos”, haciendo énfasis además en que las zonas más afectadas se encontraban entre “algunas de las más pobres de EEUU, la mayoría de ellos negros”.

En contraste con la falta de acción por parte del gobierno de EEUU, el gobierno venezolano fue capaz de ayudar a cientos de residentes de Louisiana. CITGO, una empresa en los EEUU que pertenece a la empresa petrolera venezolana PDVSA, cuenta con una red de refinerías y gasolineras en los EEUU. Una de éstas se encuentra en Lake Charles, Louisiana, y fue habilitada para albergar y ayudar a unos 2.000 residentes de la zona.

Félix Rodríguez, el presidente de CITGO, que estaba visitando la refinería de Lake Charles, dijo que los fondos del donativo venezolano estarían dirigidos a organizaciones de ayuda en las zonas afectadas.

Según Venezuelanalaysis.com, fuentes de la embajada venezolana en Washington DC dijeron que “aparte de los millones de dólares en ayuda monetaria, Venezuela está ofreciendo dos unidades hospitalarias móviles, cada una capaz de ayudar a 150 personas, 120 especialistas en operaciones de rescate, 10 plantas purificadoras de agua, 18 generadores eléctricos de 850 kilowatios cada uno, 20 toneladas de agua embotellada y 50 toneladas de comida enlatada”.

En su declaración Chávez también señaló el enorme contraste entre la forma en que Cuba y EEUU enfrentan este tipo de catástrofes naturales. Aquí podemos ver una vez más las ventajas de un sistema donde la ganancia privada fue abolida con la revolución de 1959. Mientras que hay muy pocas víctimas de los huracanes en Cuba, y los planes de contingencia se organizan adecuadamente, en la nación más poderosa del planeta miles de personas mueren, la mayoría de los cuales podría esta viva hoy si se hubieran adoptado las medidas necesarias.

Chávez además hizo el vínculo entre la ferocidad y la frecuencia de los recientes huracanes y el calentamiento global, culpando al capitalismo y criticando a EEUU por negarse a firmar el Protocolo de Kyoto sobre la reducción de la emisión de gases que contribuyen al efecto invernadero.

No es de extrañar que la cobertura que se le diera a esta oferta de ayuda procedente de Venezuela apenas existiera o fuera inexistente en los medios de comunicación estadounidenses. La única reacción de la administración estadounidense fue de un “alto funcionario de Estado” anónimo citado en el Washington Times diciendo que “no estaba inofrmado de la propuesta de Caracas” pero dijo que las “ofertas no solicitadas pueden ser contraproducentes”. La administración Bush realmente no puede aceptar esta oferta de ayuda porque destruiría la imagen que están intentando dar de Chávez como un dictador maligno.

La oferta de Venezuela llega una semana después de las declaraciones del predicador fundamentalista de derechas Pat Robertson, quien en televisión dijo que deberían asesinar a Chávez. La administración Bush no ha condenado estas declaraciones y no ha tomado medidas legales contra Pat Robertson. Lo más que han hecho son las palabras de Rumsfeld cuando dijo que no estaba de acuerdo con las declaraciones de Robertson, pero que cualquier individuo privado es libre de decir lo que quiera.

En la última semana Venezuela ha ofrecido gas y combustible baratos para las comunidades pobres de los EEUU, las más afectadas por los recientes aumentos de los precios del petróleo. “Queremos vender gasolina y combustible de calefacción directamente a las comunidades pobres de los EEUU”. Chávez explicó que el exorbitante precio del petróleo está motivado principalmente por la especulación por parte de las multinacionales e intermediarios, que si ésta se redujera los precios serían mucho más baratos. Explicó cómo la gasolina venezolana es incluso más barata que el agua embotellada y que los venezolanos pueden llenar sus tanques por aproximadamente 2 dólares. Según la Embajada de Venezuela en EEUU, más de 1.400 organizaciones (iglesias, organizaciones de caridad, hospitales, condados) ya han contactado con ellos para enterarse de los detalles de la oferta.

Esta no es la única oferta que la Venezuela revolucionaria le ha hecho al pueblo de los EEUU. Cuando Chávez asistió a la graduación de la primera promoción de la Escuela Latinoamericana de Medicina (ELAM) en Cuba, también ofreció llevar a decenas de miles de ciudadanos estadounidenses a Cuba para ser operados de cataratas, extendiendo la “Misión Milagro”, que hasta ahora se ocupa de pacientes venezolanos, a 150.000 estadounidenses pobres al año. La oferta también incluía formar a miles de doctores en esta escuela ELAM. “Estamos profundamente preocupados por la creciente pobreza en EEUU”, fueron las palabras de Chávez.

La actitud del presidente venezolano Hugo Chávez hacia los EEUU es muy clara y ha sido así desde el mismo principio de la revolución bolivariana: oposición al imperialismo y a los intentos del gobierno estadounidense de derrocar al gobierno democráticamente elegido de Venezuela, mientras que al mismo tiempo establece vínculos y solidaridad con el pueblo trabajador de los EEUU.

Estas ofertas también exponen la incapacidad del capitalismo en los EEUU de proporcionar lo básico para su propia población: cuidado sanitario para todos, ayuda en casos de emergencia, combustible barato en el invierno, etc. Este es un nuevo argumento contra aquellos que dicen que la Revolución Bolivariana en Venezuela debe proceder con cautela, que no debe provocar al imperialismo, etc. En realidad, la mejor defensa contra el imperialismo es tomar medidas como éstas, que demuestran a los trabajadores de a pie de los EEUU lo que se puede hacer y les hará pensar en qué tipo de gobierno quisieran más bien tener: uno que ponen la guerra y el lucro privado antes que las necesidades básicas de la población o uno que invierte los recursos naturales del país para mejorar la calidad de vida de las personas.

Este ejemplo sería aún más poderoso si la revolución venezolana se completara y toda la economía fuese puesta bajo el control democrático de los trabajadores, la única forma en que la Revolución Bolivariana puede triunfar.

Traducción de While Bush prevaricates, Venezuela offers help to US poor