Alrededor de 130 trabajadoras y trabajadores de profesiones varias decidieron marcar un punto de diferencia al organizarse para luchar por su derecho a tener trabajo estable y bien remunerado. Alrededor de 130 trabajadoras y trabajadores de profesiones varias decidieron marcar un punto de diferencia al organizarse para luchar por su derecho a tener trabajo estable y bien remunerado.
Como parte del proceso revolucionario que vive nuestro país, este grupo de compañeras y compañeros han entendido que la lucha por profundizar la revolución pasa por organizarse como parte de la clase trabajadora y que tienen que movilizarse para lograr que los funcionarios públicos correspondientes escuchen y acaten la voz del pueblo, que es la voz de dios.
Como primera medida, estos trabajadores del sector de La Montaña incentivados por el anuncio de que se iba a construir una zona industrial en unos terrenos, decidieron movilizarse hasta los mismo, encontrándose con la sorpresa que la ciudadana alcaldesa de Palavecino, una vez colocada “la primera piedra” se retiró de los terrenos y junto con ella se fueron las máquinas con los que se iba a preparar los terrenos para construir los o el galpón, al final nadie está seguro, que daría pie a la zona industrial anunciada.
Claro, ¿cómo puede arreglarse un terreno para construir galpones si no hay máquinas? Esta pregunta se la hicieron los trabajadores, por lo cual hicieron una primera acción en el propio terreno ya mencionado y empezaron a radiar boletines de prensa donde llamaban a la Alcaldesa a aclarar lo que había pasado con las máquinas. No había pasado una semana y las máquinas aparecieron y el ingeniero a cargo pidió excusas señalando que todo había sido un error. Que los trabajos comenzarían inmediatamente.
Como la Alcaldesa todavía no responde por varios millones de bolívares que estaban aprobados desde el año pasado para empezar a construir la susodicha Zona Industrial, los trabajadores decidieron mejorar su organización y seguir realizando acciones en pro de sus objetivos.
Como suele suceder, unos amigos que se identifican con el proceso estuvieron hablando con los trabajadores movilizados y les dijeron que las cosas no se hacían de ese modo. Que tenían que llenar tales y cuales papeles y hacer tales y cuales diligencias y entonces esperar la respuesta de los organismos respectivos, pues nosotros los revolucionarios no podíamos andar por allí denunciando situaciones a modo de presionar a los funcionarios públicos para que hagan tal y cual cosa y menos presionar para que los empresarios privados montaran empresas aquí o allí.
Los compañeros no entendían mucho, pero sin negarse a realizar los pasos que ese compatriota Bolivariano les indicaba, ellos se convocaron para planificar nuevas acciones, sobre todo para analizar una propuesta salida de un camarada de la Corriente Marxista Revolucionaria – El Topo Obrero que les había gustado, cual es la de visualizar las fábricas que están cerradas para estudiar la toma de las mismas y el pedido de nacionalización para abrirlas bajo control de los trabajadores. También para preparar una charla sobre el problema del desempleo dentro de la lucha capitalismo y socialismo, uno de los temas mencionados por el ciudadano presidente Hugo Chávez.
Ah, antes de que se nos olvide. Los compañeros trabajadores de profesiones varias en situación de desempleo, redactaron una carta de solidaridad con los trabajadores de PARMALAT, que luchan por la nacionalización de la empresa bajo control obrero y que les fue entregada el día martes 13 de Septiembre en una visita que hicieron a la empresa, junto a unos jóvenes del Movimiento Estudiantil de los No Admitidos de la UNEXPO Barquisimeto.
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