“La Asamblea Nacional tendría que aprobar una legislación adecuada, una legislación que sea auténticamente socialista, que permita a los trabajadores la participación y que evite que la burocracia gubernamental se apodere de la empresa. Y eso seria l Entrevista realizada en Maracay el 9 de marzo de 2006 a varios trabajadores despedidos de Invepal Maracay.
Carlos Rodríguez (El Topo Obrero): ¿Por qué les despidieron de Invepal Maracay?
Luisana Ramírez: Bueno, mi nombre es Luisana Ramírez y soy ex trabajadora de Invepal Maracay, formo parte del grupo de trabajadores despedidos de la planta de cuadernos de Maracay. Fuimos despedidos el 8 de noviembre por ejercer la contraloría social dentro de la empresa. Las personas que nos despidieron a nosotros estaban revocadas por Covimpa (cooperativa de trabajadores de Invepal y que posee el 49 % de las acciones de la empresa).
El presidente de Covimpa, Alexis Hornebo, fue revocado el 5 de noviembre en una asamblea que se hizo en la sede de Invepal Morón donde participaron los trescientos socios y en donde el 90 % lo revoco. A este señor le dieron 15 días para que entregara cuentas y lo que hizo fue venir a Maracay despedirnos. Despidió a trabajadores de mano de obra cualificada, ex trabajadores de Venepal, que en un principio fueron contratados por la empresa. Nosotros fuimos 151 trabajadores contratados por la empresa y nos botaron a 5 días de que un pequeño grupo pasara a ser socio de la empresa según el artículo 36 de la ley general de cooperativas. Nos estaban botando en represalia por ejercer la contraloría social.
ETO ¿Qué denunciaban en la contraloría social?
LR: Una de las cosas que estamos denunciando era la falta de higiene y seguridad industrial. No querían aceptar que había fallas y enviaron a 5 socios de la empresa a Maracay para coordinar la empresa., al principio cuando comenzaron a trabajar aquí en Maracay. El primer grupo que entró a la unidad de cuadernos fue un grupo de 43 personas, donde la gran mayoría eran familiares y amigos de los cooperativistas. Sin embargo, cuando el presidente en el Alo Presidente del 18 de julio de año 2005 hizo un micro con Invepal Maracay y dijo que se necesitaba reabrir la empresa en ese momento, se contrataron 50 personas. Así llegamos a 161 trabajadores, que como digo más arriba fuimos despedidos el 8 de noviembre.
ETO ¿Cómo justificaron el despido?
LR: Ellos justificaron el despido porque no podían mantener la nómina y que éramos trabajadores por zafra. Eso era completamente falso porque despidieron también operadores que tienen que mantenerse en la empresa, que la empresa los requiere. Nos despidieron y nosotros decidimos no salir de las instalaciones, duramos 16 días en las instalaciones. En ese tiempo estuvimos en el perímetro de la empresa, tomamos las instalaciones pero fuera del área productiva y administrativa de la empresa.
Durante la toma fueron por la misma el presidente de la empresa, Edgar Peña, y el señor Alexis Hornebo y representantes del gobierno como el señor Américo Mata por el Ministerio de la Economía Popular. Llegó un señor llamado Gonzalo Tovar como representante del Ministerio de Industrias Ligeras y Comercio, llegó la Procuradora General de los Trabajadores, Xiomara Cardozo; esta última se refirió como “miseria humana” a unos de los trabajadores de la empresa. Hubo maltrato de parte de Edgar Peña, maltrato psicológico. Mientras estábamos durmiendo en las instalaciones nos caían a patadas a los carros. Nos decían que nos fuéramos de ahí.
Ellos nos retuvieron la semana laborada, los cesta-ticket, como manera de coaccionarnos para que firmáramos la renuncia y aceptáramos esa liquidación. Ninguno de nosotros quiso firmar en esos momentos. Sin embargo, fue pasando el tiempo y muchos de nosotros no pudimos conseguir ayuda de ningún tipo y muchos de nuestros compañeros, que veían que no obtenían respuesta, decidieron aceptar el chantaje. Era diciembre y ya les estaban llamando para un nuevo contrato pero tenían que firmar la renuncia. Este nuevo contrato iba a durar tres meses. Un grupo grande de nuestros compañeros decidió firmar un nuevo contrato, mas todavía quedamos 60 en la calle de los cuales 20 cobraron la liquidación. Según hemos ido haciendo diligencias nos hemos dado cuenta que esta cuestión va más allá del despido.
ETO ¿Cómo creen que puede continuar la lucha?
LR: Hemos ido a diferentes instituciones y no hemos obtenido respuesta de ninguna, hemos ido al Inpsasel, al Ministerio del Trabajo, al de Economía Popular, al MILCO, hemos ido al Palacio de Miraflores a la unidad de evaluación estratégica, hemos hablado con varios diputados de la Asamblea Nacional y sin embargo no hemos obtenido respuesta. La cuestión es lenta. En ese momento recibimos una invitación de los compañeros de Inveval a una reunión en los Teques para formar el Frente Revolucionario de Trabajadores de Empresas en Cogestión y Tomadas por sus trabajadores. Pensamos que la oposición y el imperialismo están atacando por la vía económica y por esa parte nos pueden tumbar, por eso también se conforma el frente, para impulsar la cogestión, el socialismo, y este frente es un frente de defensa nacional para la revolución, contra el imperialismo.
ETO ¿Cuéntanos como fuiste despedido en Invepal?
Ramón Prada: Mi nombre es Ramón Prada soy ex trabajador de Invepal, fui trabajador de Venepal durante 6 años. Cuando fui despedido, la empresa estaba en el proceso de quiebra fraudulenta. Cuando el presidente Chávez ordenó la creación de Invepal, me acerqué a la empresa para de nuevo ocupar el cargo que ocupaba. Debido al cargo administrativo que yo efectuaba, me estaba dando cuenta de que se estaba produciendo una desviación de la dirección de la empresa. Las decisiones se tomaban por una junta directiva y unos administradores que eran antiguos directivos de Venepal, a espaldas de los trabajadores. De esa manera se produjo una fuerte discriminación en la empresa. Había varios tipos de trabajadores, los cooperativistas por un lado, por otro lado los trabajadores contratados, por otro lado ex ejecutivos de Venepal, de tal manera que se creó una serie de castas dentro de la empresa y eso obviamente tenía que terminar mal.
Los trabajadores de Maracay empezamos a hacer la contraloría social y empezamos a denunciar estos hechos y como consecuencia se produjeron los despidos masivos que ya mi compañera mencionó. En el transcurso de la lucha que hemos tenido, nosotros no entendíamos muy bien. Pensábamos que había la mano peluda de la contrarrevolución que generaba los problemas pero no identificábamos de donde provenía la problemática. Poco a poco fuimos aclarando nuestras ideas y nos dimos cuentas de que la mano visible de lo que esta sucediendo está en manos de Edgar Peña, que es el presidente de Invepal, que fue nombrado por los trabajadores mediante una concesión que el presidente dio, el que los trabajadores tuvieran el privilegio de nombrar ellos el presidente de la empresa.
ETO ¿Qué solución ves al problema de Invepal?
RP: El señor Edgar Peña, que los trabajadores de Invepal y nosotros confiamos en él, resultó un títere de otras personas, que son los que realmente están manejando la empresa y que la están llevando a la quiebra. Nosotros pensamos que si el Presidente Chávez no mete la mano ahí, el problema se seguirá agravando o no se solucionará nunca. El presidente podría dar una solución a lo más urgente y la Asamblea Nacional tendría que aprobar una legislación adecuada, una legislación que sea auténticamente socialista, que permita a los trabajadores la participación y que evite que la burocracia gubernamental se apodere de la empresa. Y eso seria la única manera de que los trabajadores, participando junto a la Asamblea Nacional, logren una legislación adecuada. Seria la manera no solamente de que nosotros salvemos la empresa, salvemos el puesto de trabajo, si no que la revolución avance.
Zulay: Mi nombre es Zulay. Soy trabajadora de Invepal y ex trabajadora de Venepal por espacio de 7 años. Fui contratada el 19 de mayo de 2005 por la empresa Invepal, en la cual estuve tres contratos y fui despedida porque quisimos hacer contraloría social. Se estaban cometiendo muchos abusos e irregularidades dentro de la empresa. En estos momentos nos estamos organizando igual que los trabajadores de Morón. Ahorita nos están apoyando, porque ellos ven que nosotros tenemos la verdad de todo lo que está pasando.
Américo Cano: Mi nombre es Américo Cano. Soy operador de la maquina plegadora en cuadernos Invepal. Trabajé alrededor de 7 años en Venepal. Después fui afectado por el cierre de Venepal. Nuevamente, cuando los compañeros de Morón recuperan la empresa y es expropiada por el gobierno, hacen un llamado a los trabajadores que habíamos trabajado en Venepal para venir a rescatar la empresa. Bueno, vinimos un grupo de 60 personas y empezamos a laborar en sacar adelante esa empresa que estaba abandonada, al mantenimiento de máquinas, pintado, arreglo del techo. Lo hicimos en unos tres meses. En ese tiempo el abogado que ellos tenían, no recuerdo el nombre ahorita exactamente, él nos había alentado a que formáramos una cooperativa. Nosotros hicimos la reserva de nombre, íbamos a formar la cooperativa pero entonces en ese momento nos dijeron miembros de la directiva de Invepal que no era lo más factible, que esperáramos a un grupo que iba a ingresar de 50 trabajadores más para que los incluyéramos dentro de la cooperativa que nosotros íbamos a formar.
Yo le dije que por qué no formábamos eso de una vez y nos dijo que teníamos que esperar para que se integren en la cooperativa todos. Se dio que entró el otro grupo de 50 personas y cuando intentamos organizarnos para hacer la cooperativa nos dijeron que no, que no la podíamos hacer. Preferiblemente ellos nos dijeron que nos iban a absorber por la cooperativa Covimpa.
Esto fue una gran mentira porque esperábamos que cumpliéramos seis meses, porque según la ley de cooperativas, después de los seis meses íbamos a ser socios, pero esto nunca se dio. Yo en particular les dije que si actuaban de buena fe, porque esperar 6 meses. Dijeron que no, que teníamos que irnos por los parámetros legales de la Ley de Cooperativas.
ETO ¿Y los incorporaron a Covimpa?
AC: No. Justamente el 8 de diciembre del 2005 fuimos despedidos 160 trabajadores y el 80% de los trabajadores que habíamos quedado, que trabajamos anteriormente en Venepal, somos los gran afectados. Yo soy estudiante de la Misión Ribas y así había un número de trabajadores que éramos estudiantes. Necesitábamos permiso para salir un poco más temprano y nos dificultaron nuestras labores estudiantiles. Tomaron represalias contra nosotros, muchos de estos dirigentes nos decían que o era el trabajo o eran los estudios. Y el llamado del Presidente era que siguiéramos progresando como seres humanos, como personas libres y debiéramos seguir adelante preparándonos. La mayor parte del grupo de estudiantes seguimos en la calle. Estamos en pie de lucha, pero lo que queremos es seguir adelante, que esta empresa salga adelante, no sólo para nosotros sino en beneficio de todas nuestras familias, de toda la comunidad.