EMSERVINT es una empresa contratista de SIDOR que agrupa a unos 280 trabajadores, la casi totalidad de los cuales se encuentra laborando en el área de embalaje. Son los encargados de empaquetar y embalar los productos terminados de SIDOR que ésta ven Guayana es una de las zonas más dinámicas en cuanto a lucha de clases en la actual coyuntura nacional. Junto a Carabobo y Aragua, los conflictos obreros están a la orden del día y muestran cómo la clase trabajadora está entrando cada día con mayor pie firme para empujar el proceso revolucionario. Esta guerra sin cuartel que libramos los trabajadores contra los explotadores se desarrolla en todos los frentes. Siendo una de las zonas con mayor población proletaria, en Guayana estamos viendo cada día cómo los batallones pesados de nuestra clase y su periferia inmediata entran en lucha, poniendo a temblar a la clase dominante, a la burocracia estatal y sindical y mueve los cimientos del orden existente para profundizar la revolución venezolana en líneas de clase.

En un artículo anterior (SIDOR y la lucha de los trabajadores de las contratas: El caso de los trabajadores de ORIMALCA), analizábamos la lucha de los trabajadores de ORIMALCA, una de las tantas contratas de SIDOR, la que una vez fuese una de las mayores empresas siderometalúrgicas no sólo del país, sino de América Latina. Miles y miles de trabajadores entran por sus portones cada día. Luego del proceso de privatización, la precarización laboral, la tercerización de la mano de obra y la puesta en escena cada día más de las nuevas esclavistas de esta época, los patronos han intentado comprar conciencias y cuando no han podido, han tomado el camino de pretender aplastar nuestras luchas. La lucha de los compañeros de EMSERVINT es una muestra más de esta guerra sin cuartel que se libra en SIDOR y en la región Guayana. Es también una muestra de la caducidad del viejo aparato del Estado de la IV República y de sus componentes armados; pero es también un ejemplo de la solidaridad de clase y de su unidad en la lucha.

EMSERVINT: Otro ejemplo más de las esclavistas contemporáneas

EMSERVINT es una empresa contratista de SIDOR que agrupa a unos 280 trabajadores, la casi totalidad de los cuales se encuentra laborando en el área de embalaje. Son los encargados de empaquetar y embalar los productos terminados de SIDOR que ésta vende a sus clientes. Claramente, se trata de un aspecto inherente y conexo al proceso productivo. Pero cuando la IV República, bajo la complicidad de los dirigentes sindicales de La Causa R que controlaban la zona, se llevó a cabo el proceso de privatización de este gigante del metal. En una política de recorte de costos y abaratamiento de la mano de obra, partes fundamentales del proceso de producción de SIDOR fueron pasado a terceros: las contratas. Actualmente, casi 8 mil trabajadores entran por el Portón IV de SIDOR mientras que el personal fijo no llega a 6 mil.

Como sucede en tantos casos, los trabajadores de EMSERVINT son sometidos a condiciones laborales precarias, riesgosas para su salud y a cada rato se violentan sus derechos laborales. Aunque les hacen los descuentos del Seguro Social, el patrono no inscribe a sus trabajadores ante el IVSS; no tienen seguro médico de HCM ni servicio médico dentro de la planta que pueda socorrerles en caso de accidente; aunque sus funciones son conexas e inherentes a la producción de SIDOR, sus salarios son mucho menores que los de los trabajadores fijos; el pago de las prestaciones por antigüedad era calculado por los patronos por debajo de lo que establece la ley (2 días en lugar de los 5 establecidos)al ocurrir accidentes en el área de trabajo, los supervisores y caporales intentan hacerse la vista gorda y no levantar los reportes. Esto y más es lo que tienen que soportar estos compañeros, al igual que otros tantos miles hermanos de clase que viven en condiciones similares en SIDOR, en la región y en el país.

Paralizar EMSERVINT es paralizar SIDOR

Como pasa con tantas de las contratas que funcionan en SIDOR (y en tantas otras grandes industrias), su participación en el proceso de producción no es secundaria ni mucho menos prescindible. Cuando a mediados de Marzo sus trabajadores adelantaron un proceso de paralización de las operaciones del departamento de empaquetamiento y embalaje por ocho días, uno a uno los distintos sectores de la cadena productiva dentro de la empresa se fueron paralizando.

El patrono estaba de rodillas y las presiones de SIDOR fueron tremendas, si bien al final éste asumió las multas que Emservint adeudaba por la paralización. En esta lucha, los compañeros contaron con la solidaridad de varios dirigentes del sector clasista dentro de SUTISS, como José Meléndez, Cruz Hernández, entre otros, y muy especialmente de Juan Valor, quien los acompañó día y noche. Los mismos trabajadores de SIDOR y de otras contratas también dieron muestras de apoyo a la justa lucha de sus hermanos de clase de Emservint.

SUTRAEMSERVINT: Los trabajadores se organizan

A pesar de esto, al final la lucha no pudo ser llevada hasta sus últimas consecuencias. Las maniobras del patrono magnificaron las vacilaciones en algunos compañeros de SUTISS que se encontraron bajo enormes presiones y finalmente lograron que la huelga fuese levantada y el patrono escapara de respetar las concesiones prometidas. Pero el desarrollo de la lucha de clases es una gran escuela para nosotros los trabajadores. Del desarrollo de nuestros combates debemos sacar conclusiones para poder seguir avanzando en el objetivo final de esta guerra sin cuartel: la emancipación de nuestra clase.

Así, los compañeros llegaron a la conclusión de que necesitaban controlar su propio instrumento de lucha, su propia herramienta de combate. De esta forma, desde principios de Abril, los compañeros están tramitando la legalización de su sindicato SUTRAEMSERVINT. Esta “insolencia” contra el patrono no ha pasado sin dificultades. Por el contrario, éste ha adelantado una campaña antisindical y antiobrera contra estos compañeros. Ya han sido despedidos 20 compañeros del sindicato y de los 9 directivos, a 8 les han sido desactivadas sus fichas y no se les permite la entrada a las instalaciones.

Como siempre, intentando desmoralizar a los trabajadores y desprestigiar a los dirigentes, los lacayos del patrono dentro de la empresa, principalmente supervisores y caporales, han difundido mentiras sobre los despedidos aceptando grandes sumas de dinero y firmando la renuncia. Así, sobre el compañero Eugenio Rodríguez, Secretario General de SUTRAEMSERVINT, han dicho que habría aceptado 60 millones para abandonar la lucha. Pero como el propio compañero Eugenio nos comentaba, la dignidad de los trabajadores no está en venta y con esta campaña de difamaciones no lograrán su cometido, como tampoco lo consiguieron cuando la elección de los delegados de prevención.

Adicional a toda la campaña antisindical a lo interno, el patrono ha manejado los medios regionales para atacar a los combatientes trabajadores, acusándolos de querer arruinar la empresa y de violentar el derecho al trabajo del resto de los trabajadores. Esto, cuando una aplastante mayoría de los compañeros de Emservint (más de 210 de 280 trabajadores) se unió al paro y el patrono sólo pudo movilizar a los esquiroles de siempre, supervisores, caporales y personal de confianza y dirección.

Oficiales de la Guardia Nacional al servicio de los patronos

Durante la paralización de actividades, los trabajadores de otras contratas, así como los propios trabajadores fijos mostraron en no pocas ocasiones su simpatía por los compañeros en conflicto. Uno de los puntos más álgidos fue cuando el patrono logró movilizar a un grupo de la Guardia Nacional para ir a detener a los trabajadores en conflicto. Como en mucha de las empresas básicas de la zona, la Guardia Nacional mantiene un puesto en sus instalaciones. Los patronos, como suelen hacer, se han vinculado a los oficiales destacados en esta zona y los usan para reprimir a los trabajadores. Este fue el caso en Emservint. Una docena de miembros de la GN se acercó en un autobús a llevarse a los trabajadores. Inmediatamente la voz se corrió y un centenar de trabajadores rodeó a los GN, dándoles un mensaje muy claro, portando palas, y todo tipo de herramientas que tenían a disposición.

La tropa de los componentes de las FAN no está inmune al proceso revolucionario y a las presiones de clase. Por el contrario, en muchos conflictos hemos visto cómo las tropas han evitado reprimir trabajadores, si bien aún hay lamentables caso en que esto no ha sido así. El principio de obediencia, fundamental para mantener la disciplina en un ejército burgués (que sigue siendo el caso en Venezuela) mantiene aún su peso, y es por ello que oficiales corruptos y patronales aún pueden movilizarlos contra los trabajadores.

Es por ello que los trabajadores debemos tener una actitud amistosa contra la tropa y denunciar siempre a los oficiales que mandan a reprimirnos, pues con una actitud adecuada podemos recuperar a estos compañeros que no son más que trabajadores y campesinos en uniforme. Los hijos de nuestros enemigos de clase nunca visten uniformes de tropa; para ellos reservan los de oficiales.

La solidaridad de clase en la lucha de ser extendida

La solidaridad con la lucha de estos compañeros, que ya se ha manifestado tanto desde el sector clasista y revolucionario que forma parte de la dirección de SUTISS (enfrentados siempre a los burócratas sindicales, hijos del sindicalismo de Machuca), así como de las bases de trabajadores de la empresa y de las contratas, debe ser extendida. La lucha de ninguna contrata podrá triunfar aislada. El reto es unificarlas en torno a un mismo objetivo: que SIDOR sea nacionalizado, puesto a funcionar bajo el control directo de sus trabajadores y que todos los trabajadores de contratas pasen a personal fijo de la empresa. La huelga adelantada por los compañeros de Emservint fue una oportunidad para lograr esto.

Sin embargo, la falta de una organización consolidada, con un programa de lucha claro y unos métodos adecuados, impidió que esto se extendiera. Esta organización no puede sino venir de la consolidación de los diferentes sectores clasistas y revolucionarios que hacen vida en SIDOR y sus contratas para preparar las batallas que se vendrán. Compañeros como Meléndez están haciendo grandes esfuerzos por echar una mano en este sentido y los camaradas de la Corriente Marxista Revolucionaria que estamos en la zona, estamos trabajando para ir acercando a estos compañeros y ayudarlos a formarse en las ideas del marxismo revolucionaria, la única herramienta teórica que nos permite analizar y adelantar las batallas de clase de la mejor forma posible.

Si estás de acuerdo con nuestras propuestas y quieres luchar junto a nosotros por una Venezuela socialista, ponte en contacto con nosotros en la región Guayana: 0416-1887680, cmr_guayana@yahoo.es