Este Primero de Mayo se desarrolló bajo la nueva ofensiva del imperialismo norteamericano contra la revolución bolivariana y la nueva Batalla de Santa Inés por la reelección del Presidente Chávez el próximo 3 de diciembre. Miles de pancartas y volant Cientos de miles de trabajadores de todo el país desfilaron por las calles de Caracas desde la Avenida de Nueva Granada hasta la Avenida Urdaneta para celebrar el Primero de Mayo. El Primero de Mayo de 2005 estuvo marcado por el inicio del proceso de cogestión tras las expropiaciones de Invepal e Inveval y el llamado del Presidente Chávez para encaminar la revolución bolivariana rumbo al socialismo.
Este Primero de Mayo se desarrolló bajo la nueva ofensiva del imperialismo norteamericano contra la revolución bolivariana y la nueva Batalla de Santa Inés por la reelección del Presidente Chávez el próximo 3 de diciembre. Miles de pancartas y volantes hacían alusión a la lucha contra el imperialismo, así como a la necesidad de implementar el socialismo y resolver los reclamos de los trabajadores.
Con motivo de este Primero de Mayo el Gobierno Bolivariano aprobó dos decretos: la subida del salario mínimo y el decreto de solvencia laboral para fortalecer y mejorar tanto la lucha como las condiciones de vida de la clase trabajadora
Decreto de Solvencia Laboral
A partir de este Primero de Mayo pasa a aplicarse el decreto 4.248 en donde queda establecida la Solvencia Laboral como instrumento de control de parte del estado por medio del Ministerio del Trabajo. La misma está dirigida a empresas y cooperativas que quieran realizar negocios con entes y empresas del Estado Venezolano.
La Solvencia Laboral es un documento administrativo emanado del Ministerio del Trabajo con validez de un año que certifica que el patrono o patrona respeta los derechos laborales y sindicales de sus trabajadores y trabajadoras, el cual constituye un requisito imprescindible para celebrar contratos, convenios y acuerdos con el Estado. El Inspector del Trabajo negará o revocará la solvencia laboral cuando el patrono o patrona incumpla estos derechos de los trabajadores.
La Solvencia Laboral es obligatorio para aquellas empresas y cooperativas que quieran celebrar contratos, convenios o acuerdos con órganos, entes y empresas del Estado, la cual constituye un requisito indispensable para por ejemplo, solicitar créditos provenientes del sistema financiero público, acceder al sistema nacional de garantías, fondo de riesgo y sociedad de capital de riesgo; acceder a licitaciones y toda una serie de acuerdos y beneficios con el estado.
Este decreto tiene como fin presionar a las empresas para que respeten los derechos de los trabajadores y ejecuten las sentencias de la administración y las Inspectorías de Trabajo. Pese a las órdenes de las Inspectorías, miles de trabajadores no son reenganchados por sus patronos o permanecen meses o años esperando su reenganche. Con la solvencia laboral, por ejemplo, empresas que reciban una orden de reenganche de trabajadores o trabajadoras despedidos de la misma y no la ejecuten, no podrán acceder a la solvencia laboral o les será derogada, con lo que no podrán celebrar contratos, convenios y acuerdos con el Estado.
La Solvencia Laboral representa un paso adelante en la lucha por los derechos de los trabajadores; sin embargo, la aplicación o derogación de la Solvencia Laboral debería no tan sólo estar en manos de la Inspectoría del Trabajo, ya que la burocracia estatal trabará la aplicación de esta medida, como ya está ocurriendo con tantas otras a favor de los trabajadores. Para que este decreto sea efectivo su evaluación y aplicación debe estar en manos de un comité paritario formado por representantes de la Inspectoría del trabajo, UNT y voceros elegidos entre los trabajadores y revocables por ellos. La participación de la clase trabajadora en la toma de las decisiones es la única garantía de se que aplique la Solvencia laboral.
Siendo un intento para que los patronos reconozcan los derechos de los trabajadores, el decreto de Solvencia Laboral debería incluir toda una serie de cláusulas tales como que en caso de que los patronos declararan quiebra o cierre patronal, o violen repetidamente los derechos de los trabajadores, no tan sólo se les negara la solvencia laboral , si no que el estado venezolano nacionalizará la empresa como medio de garantizar los puestos de trabajo y los derechos laborales de los trabajadores que los patronos se niegan a cumplir.
Incremento del salario mínimo
A partir del 1 de septiembre de este año, el salario mínimo llegará a los 512 mil 320 bolívares, un incremento adicional del 10%. En febrero de este año el salario mínimo se incrementó en 15 por ciento para los trabajadores de los sectores privado y público a 465 mil 750 bolívares.
Por otro lado, las empresas con menos de 20 trabajadores deberán cancelar el sueldo mínimo urbano y se homologó el salario rural a éste. El personal docente del Ministerio de Educación recibió un aumento de 40%, distribuido en 30% a partir del primero de mayo y 10% el primero de octubre.
También el gobierno bolivariano implementó otras medidas. A partir de este Primero de Mayo, los aprendices y trabajadores adolescentes también percibirán salario mínimo y se eliminarán las empresas de trabajo temporal. Otra medida es el aumento de pago en bono de guardería infantil a un 40% del salario mínimo. También se amplió el bono de los días domingo a 50% del valor de un día feriado y se prohibió sancionar «sin goce de sueldo» a los trabajadores.
El Congreso de la UNT
Este Primero de Mayo también viene marcado por la celebración del segundo congreso de la UNT que se celebrará el 25-26 y 27 de mayo en Caracas, y en donde se discutirán los estatutos de la organización sindical y la fecha de las elecciones para la Coordinación Nacional de UNT. A este evento está previsto que asistan mas de tres mil delegados.
Este congreso de la UNT es de suma importancia para determinar cómo la clase trabajadora se pone al frente de la revolución bolivariana con el objetivo de hacerla avanzar al socialismo y de que métodos, programa y plan de acción se dota para conseguirlo. En medio de la revolución, los problemas de los trabajadores no tienen solución desde el punto de vista exclusivamente de la lucha reivindicativa por los reclamos; estas luchas se deben entrelazar con la lucha de la clase trabajadora por el socialismo en Venezuela. De hecho, el único medio de garantizar los avances es ligando las reivindicaciones concretas a la lucha por completar la revolución al socialismo.
Al mismo tiempo, la UNT debe debatir como implementar y extender el control obrero y las nacionalizaciones en todo el país como un medio de socializar los medios de producción, avanzar de un modo concreto al Socialismo y permitir el desarrollo endógeno.
El FRETECO en la marcha del Primero de Mayo
De entre los innumerables sindicatos y organizaciones que marchaban cabe destacar el nutrido grupo de trabajadores de distintas empresas en cogestión y ocupadas que se agruparon tras la pancarta de FRETECO (Frente Revolucionario de Trabajadores de Empresas en Cogestión y Ocupadas). Trabajadores de Inveval, Invepal Morón y despedidos de Invepal Maracay, Tomatera Caigua…. Dirigentes nacionales de la UNT como Luis Primo también decidieron marchar con los trabajadores de las empresas cogestionadas y ocupadas en apoyo a los planteamientos del FRETECO de que la cogestión revolucionaria debe avanzar hacia el control y la gestión directa de las empresas por parte de los trabajadores y extenderse a toda la economía nacional.
El FRETECO repartió 10.000 volantes en la marcha explicando la necesidad de que la UNT implemente un plan nacional para la toma de empresas y la nacionalización bajo control de los trabajadores y en donde además se señalaban los reclamos de las empresas ocupadas. En ese sentido, señalaba la pancarta de los trabajadores de Inveval con la consigna “empresa tomada, empresa expropiada” junto al resto de las pancartas de las empresas recuperadas por sus trabajadores. La animación y entusiasmo entre los trabajadores era enorme y, a lo largo de la marcha no dejaron de lanzar cánticos y consignas apoyando al presidente Chávez frente a las maniobras de la oposición, por los 10 millones de votos en la Batalla de santa Inés, por el socialismo y contra el capitalismo.
Los trabajadores de Invepal Morón, a pesar de los serios problemas a que tuvieron que hacer frente para poder acudir a la marcha: inundaciones a causa de las fuertes lluvias del día anterior en la ciudad carabobeña, falta de electricidad en viviendas de la zona a causa de las inundaciones,… estuvieron también presentes con un nutrido grupo y portando pancartas en las que se defendía la cogestión revolucionaria como paso imprescindible hacia el socialismo del siglo XXI. Delante de ellos marchaban con sendas pancartas una representación de los trabajadores de Invepal Maracay que fueron despedidos por la antigua Directiva de Invepal hoy revocada por los trabajadores y sustituida ya por una nueva directiva.
La confraternización entre todos estos trabajadores de distintas empresas expropiadas en el último año fue uno de los momentos más hermosos de la Marcha. Los trabajadores de la Tomatera Caigua, en el estado llanero de Guárico, contaban a camaradas de Inveval y a distintos participantes en la marcha que la empresa ya está en funcionamiento y explicaban su larga lucha contra el patrón que paralizó la empresa durante el paro patronal de diciembre de 2002, y que finalmente culminó en la expropiación de la misma.
La Marcha finalizó junto a la vicepresidencia del gobierno en la Avenida Urdaneta. El Presidente Chávez que en el 2005 sí pudo dirigirse a los manifestantes disculpó esta vez su ausencia y fueron varios dirigentes de la UNT los que pudieron dirigirse a los millares de trabajadores que desbordaban la Avenida Urdaneta y algunas calles adyacentes. Muchos de los asistentes no pudieron llegar al final de la Marcha y todavía cuando finalizaron los discursos seguían llegando manifestantes.
Esta masividad y entusiasta ambiente de la marcha de la UNT contrasta poderosamente con el nuevo fracaso cosechado por la contrarrevolucionaria y pro-imperialista CTV. Esta central tuvo que recurrir una vez más, ante sus dificultades para poder movilizar sectores significativos de trabajadores en sus marchas, a intentar movilizar a los sectores de clase media que todavía logra arrastrar la oposición y a lanzar su marcha con consignas contra la inseguridad ciudadana y “por la vida”, continuando la campaña iniciada hace unos meses por parte de la contrarrevolución que intenta utilizar el asesinato del empresario Sindoni y de tres hermanos de clase media (los Faddoul) para intentar sacar nuevamente a la calle a su base social. Como ya les ocurriera en la marcha de jóvenes convocada con este mismo eslogan, su intento de movilizar con este tema y tratar así de mitigar de algún modo el ridículo que durante los últimos años viene haciendo la CTV en sus marchas del 1 de mayo volvió también a fracasar.
Los trabajadores venezolanos una vez más dieron una muestra inequívoca, por si alguien tenía alguna duda, de su firme voluntad de seguir defendiendo al Presidente Chávez frente a todos los ataques del imperialismo y la contrarrevolución, así como de su disposición a seguir luchando por la expropiación de los capitalistas como único modo de avanzar hacia el socialismo.