La lucha heroica del proletariado y campesinado revolucionario del pueblo de Oaxaca ha entrado en una etapa crucial, el acuerdo del Senado de la República para no declarar la desaparición de poderes y, por consecuencia, mantener a Ulises Ruiz al fren
Manifiesto a los Obreros, Campesinos y Soldados Revolucionarios de todo México
La lucha heroica del proletariado y campesinado revolucionario del pueblo de Oaxaca ha entrado en una etapa crucial, el acuerdo del Senado de la República para no declarar la desaparición de poderes y, por consecuencia, mantener a Ulises Ruiz al frente del gobierno del Estado no hace más que indicar la decisión del régimen para impedir a toda costa el triunfo del movimiento. Para Fox, la burguesía y sus partidos, el PAN y el PRI, es necesario evitar la caída del gobernador oaxaqueño pues saben que de no lograrlo los trabajadores de Oaxaca estarían dando una profunda lección a todo el proletariado mexicano respecto al camino a seguir en el caso de ahora presidente electo Felipe Calderón, quien de antemano está condenado a instalar una gobierno en extremo débil.
El grado de desarrollo logrado por nuestros compañeros de Oaxaca en su lucha, su combatividad, las lecciones que están aportando al resto de la clase trabajadora y un potencial triunfo del magisterio y demás clases oprimidas de aquel estado, así como la importante trascendencia que esto último podría tener en la lucha de clases de nuestro país, representan un verdadero peligro para los intereses de los banqueros y empresarios. Por ello esta casta de parásitos están decididos a derrotar a la APPO, si es preciso usando una represión brutal que podría superar los trágicos acontecimientos de la masacre estudiantil de 1968.
Un primer paso por parte del régimen para preparar el terreno en esa dirección ha sido el de pretender dividir al magisterio oaxaqueño por medio de diferentes ofertas laborales. Lamentablemente, el dirigente de la Sección 22, Enrique Rueda, ha sucumbido a este intento y ha impulsado una consulta entre los profesores que pretende el levantamiento del paro laboral.
Por su parte, ante las maniobras y ante los evidentes esfuerzos del régimen para preparar la represión, tanto un sector significativo del magisterio y la APPO han respondido correctamente reforzando su postura manteniéndose firmes y emplazando al gobierno a destituir a Ulises Ruiz antes de las próximas 72 horas. De lo contrario pasaran a la movilización nacional este próximo viernes y asumirán como una nueva consigan de lucha impedir la toma de poder de Felipe Calderón el 1 de diciembre.
La situación de doble poder que se ha desarrollado en Oaxaca no puede mantenerse de forma indefinida, antes o después un poder terminará doblegando a otro. Y si los trabajares no asumimos una política adecuada, el futuro se presentará muy incierto para la APPO. Los trabajadores de todo el país debemos volcar todo nuestro apoyo a la APPO y debemos pugnar por una política que asegure su éxito.
¿Qué política debemos defender todos los trabajadores del país y la APPO?
1.- Extender y unificar la lucha a nivel nacional. En el terreno de la táctica es determinante agitar en torno a la huelga general, no como un recurso en caso de haya represión sino precisamente para evitarla. Una huelga general pondría patas para arriba a Fox y a la burguesía; una demostración de fuerzas del proletariado de todo el país frenaría las intenciones represivas del Estado. Los trabajadores de todo el país tienen puesta su mirada en Oaxaca, la APPO tiene que aprovechar este factor para hacer llamados a la lucha unificada y pasar a la huelga uniendo sus demandas a las del resto de sectores en lucha; tiene que hacer esta clase de llamados concretos a los trabajadores de Colegio de Bachilleres que en estos momentos ha estallado un paro nacional del sector, tiene que dirigirse a los mineros, deben apelar a los electricistas, etcétera. También tiene que hacer una agitación intensa para unir la lucha de Oaxaca con el movimiento encabezado por López Obrador en contra de la imposición de Calderón en la Presidencia de la República.
2.- Hacer llamados y presionar para que López Obrador convoque en lo inmediato a una movilización nacional en contra de la represión en Oaxaca y por la caída de Ulises Ruiz. López Obrador debe también convocar a la huelga nacional.
3.- Llamar en todo el país a organizar comités de apoyo a la APPO en todos los sindicatos, barrios obreros, comunidades campesinas e indígenas, en las universidades, etcétera, que lancen brigadas informativas y que convoquen a asambleas, movilizaciones y concentraciones políticas para fortalecer la lucha del pueblo de Oaxaca.
4.- Lanzar una campaña de agitación política dirigida a los soldados del ejército mexicano, explicándoles el contendido legítimo de la lucha del pueblo trabajador de Oaxaca e insistiendo en la hermandad de clase que existe entre ellos y el resto de trabajadores del país. Los trabajadores debemos pedirles a los solados que desobedezcan a sus mandos y se pasen de lado de la trinchera de los desposeídos de Oaxaca para luchar con ellos hombro con hombro.
5.- Fortalecer los grupos de autodefensa, creando milicias armadas por medio de la expropiación del armamento de los cuarteles de la policía. Las milicias deben adoptar una disciplina militar y estar subordinadas al movimiento en su conjunto y controladas por la dirección del movimiento.
6.- Oaxaca es uno de los eslabones mas débiles del capitalismo de nuestro país, la salida a sus problemas no puede darse al margen del la solución a la crisis del capitalismo mexicano. En esa medida, ante la crisis oaxaqueña, urge un programa que ponga fin a la barbarie de miseria y explotación a la que han sido condenados nuestros hermanos en Oaxaca y el resto de las capas oprimidas del país. El capitalismo sólo nos puede ofrecer sangre y miseria, cualquier intento de solucionar estos problemas sin romper con la propiedad privada burguesa lo único que hará es prologar la opresión y darle tiempo a nuestros enemigos de clase para que se organicen y lancen una ofensiva feroz para aplastar la resistencia y la lucha de los trabajadores. Por eso, y ante el enorme peligro de represión, es necesario pasar a la ofensiva adoptando un programa que llame a todos los trabajadores, campesinos y soldados revolucionarios de Oaxaca y del país a luchar por el socialismo expropiando a los banqueros y empresarios, así como derrocando al régimen para instaurar un gobierno obrero que organice al pueblo en armas y para que ponga bajo el control democrático de los trabajadores del campo y de la ciudad las palancas fundamentales de la economía.
7.- Lanzar llamados de apoyo al proletariado de todo el mundo y en particular al latinoamericano, planteando la necesidad de la acción unificada por medio de la lucha por una Federación Socialista de América Latina.
El nivel de confrontación alcanzado entre el gobierno y la lucha del pueblo oaxaqueño comandado por la APPO, no da pauta para un camino intermedio: o la APPO le abre paso a la extensión de la lucha a nivel nacional y unificada o el cerco de la lucha local no se rompe facilitando la acción violenta del gobierno para tarar de aplastar la insurrección revolucionaria de Oaxaca. Revolución o contrarrevolución, no hay otra disyuntiva.
¡Todos a unificar la lucha!
¡Huelga general para frenar a Fox!
¡A expropiar a banqueros y empresarios!