En Oaxaca, México, se ha abierto la represión en contra del pueblo oaxaqueño. Desde el sábado 28 de octubre, la PFP y grupos paramilitares comandados por el gobierno regional de Ulises Ruiz, han penetrado en Oaxaca con el objeto de reprimir y aniqui
En Oaxaca, México, se ha abierto la represión en contra del pueblo oaxaqueño. Desde el sábado 28 de octubre, la PFP y grupos paramilitares comandados por el gobierno regional de Ulises Ruiz, han penetrado en Oaxaca con el objeto de reprimir y aniquilar el movimiento comunal de Oaxaca y a su organismo: la APPO.
En los últimos días, la patronal y el régimen mexicano, encabezado por el gobierno de Vicente Fox, han lanzado una fuerte ofensiva represiva a la lucha de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca. El pueblo, los indígenas, las mujeres y los maestros de la entidad están luchando contra la antidemocracia, la miseria y la represión que durante décadas han impuesto los gobiernos priístas, en complicidad y venia del PAN. El movimiento está constantemente acosado por las bandas paramilitares que continuamente agreden con armas de fuego a los compañeros de lucha asesinando ya a varios de ellos.
Los muertos han venido a cuenta gotas gracias al exterminio selectivo ejecutado por las bandas paramilitares de Ulises Ruiz, pero ya desde el sábado, con la incursión de la PFP, el exterminio y la represión se han ejecutado abiertamente dejando como saldo un promedio de 11 muertes (entre ellas la de un camarógrafo estadounidense de Indimedia), cincuenta detenciones y varias desapariciones. La combativa marcha que partió de la capital del estado hacia la capital del país (para exigir que el Senado decrete la desaparición de poderes en el estado), cerró con la determinación de 22 compañeras y compañeros que se declararon en huelga de hambre hasta tanto no saliera del mandato URO.
Hoy, el pueblo oaxaqueño viene asumiendo una heroica resistencia y viene manifestando también su total disposición y voluntad para hacer frente a la represión y mantener en pie de lucha sus demandas. Ante el ingreso del ejército para “garantizar el orden” y el sobrevuelo de helicópteros militares sobre el plantón en la plaza del centro de la ciudad, se han perfeccionado y reorganizado las barricadas, incluso varias de ellas organizadas de manera espontánea: trabajadores, mujeres y estudiantes se mantienen firmes.
Las organizaciones y personalidades abajo firmantes, exigimos enérgicamente el alto a la represión y repudiamos la intervención de la fuerza pública contra el pueblo de Oaxaca. Llamamos a la más amplia solidaridad nacional e internacional para frenar la escalada represiva, por la libertad de los presos políticos de Atenco, Oaxaca y todo México, a la aparición con vida de los luchadores desaparecidos en la entidad, y por el cumplimiento de las demandas y reivindicaciones del pueblo de Oaxaca.