«La ola revolucionaria que sacudió a la sociedad mexicana el año pasado es fruto de los ataques a los derechos y niveles de vida de los trabajadores y sus familias durante muchos años. (…) Las señales del “nuevo” gobierno son claras, continuar los La ola revolucionaria que sacudió a la sociedad mexicana el año pasado es fruto de los ataques a los derechos y niveles de vida de los trabajadores y sus familias durante muchos años.
Las últimas décadas estuvieron caracterizadas por los gobiernos priistas y panistas que, como cualquier burguesía de un país dependiente, nace y se ve ligada siempre a los intereses de los imperialistas. Hemos visto su prepotencia con respecto al mismo pueblo mexicano, y también hacia la Revolución Bolivariana.
Su política es la de llevar a cabo todas las medidas necesarias que le dicten sus amos imperiales (TLCs, bases militares, sus acuerdos militares, etc.). Para esto han reducido los salarios a unos niveles alarmantes, reduciendo los puestos de trabajos, aumentando las jornadas de trabajo, recortes en gastos en sanidad, educación, etc.
Debajo de la superficie se estaban acumulando todas estas contradicciones, que buscaban un canal para expresarse y que estallaron el año pasado a través de la lucha de los mineros, la lucha contra el fraude electoral y la insurrección revolucionaria de Oaxaca.
Los mineros
A principios de año también los mineros habían estallado con huelgas y paros, respondiendo de forma contundente a los ataques del gobierno. Este se produce contra Napoleón Gómez Urrutia un dirigente sindical, para imponer a Elías Morales para servir a los intereses de los capitalistas. Pero los obreros ya venían de otras luchas victoriosas, y en un accidente mueren dos de sus compañeros por la inseguridad laboral, lo que estaba calentando mas el ambiente entre este sector de trabajadores. Por medio de la Secretaria del Trabajo y Previsión Social la burguesía lanza el ataque. La respuesta de los obreros es de paros nacionales del sector, y en algunas minas incluso huelgas indefinidas. Echaron a los policías que querían entrar por la fuerza. Producto de esta ola que se extendía por reivindicaciones como un salario justo, seguridad laboral y otros puntos la Burguesía decide ceder.
La Burguesía de México y la sombra de la Revolución Bolivariana.
La primera lucha más importante fue contra el desafuero de AMLO. Esto constituyó un paso adelante del movimiento. Esto es muy sintomático del nivel de podredumbre del capitalismo. Buscaban excusas para que López Obrador no se presentara a la candidatura presidencial. Para esto buscaban como excusa el hecho de que AMLO hiciera una carretera de acceso a un hospital a una comunidad cercana. La población no tenían como llegar al centro médico porque de por medio estaba un espacio de propiedad privada. La vía de acceso pasaba por esta área. De ahí se agarro la oligarquía para armar su zafarrancho y procesar a AMLO. Más allá de esto el miedo no es en si contra AMLO, sino por todo lo que hay detrás de él. Lo que hay es un enorme descontento social a raíz de décadas de políticas neoliberales, los ataques a los niveles de vida de las familias de trabajadores y campesinos. Generando mas pobreza para que una minoría se enriquezca con sus grandes negocios. Esto es una auténtica bomba de tiempo, que de encontrar cauce se expresará sin duda alguna.
Más que temerle a las propuestas de López Obrador le temen es a ese descontento que puede llegar a empujar más allá de lo que AMLO plantea, un capitlismo más amable.
La burguesía mexicana y el imperialismo norteamericano han aprendido de Venezuela. ¿Por qué digo esto? Pues es muy sencillo. ¿Cuál fue el discurso de Chávez que lo llevo por primera vez a la presidencia? Quería acabar con la miseria y la pobreza sin traspasar los límites del capitalismo. Pero este sistema social en Venezuela y el resto del mundo está ante un callejón sin salida. ¡Lo dicen los movimientos de las bolsas de valores! Y el futuro no es muy alentador.
Un presidente que no planteaba el socialismo y -como el mismo ha reconocido- creía poder resolver los problemas dentro del capitalismo vio una realidad mucho mas dura. Encontró precisamente lo que señalo mas arriba ¡Un callejón sin salida! Se encontró con que con cada reforma iba envalentonando a la Burguesía.Pero esto no sucede simplemente porque si. El marco del sistema capitalista actual no admite reformas por más pequeñas que sean. Cada una de ellas cuestiona a todo el orden social. Porque es un sistema en declive, que solo se sostiene a base de mas opresión, explotación, miseria y hambre.
Y en la medida de que el presidente se negó a retroceder, ya vimos la respuesta de la oligarquía. El golpe de estado desde la Casa Blanca, el pentágono y sus títeres locales. El paro patronal, el ataque al corazón económico del país (PDVSA), guarimbas, etc.
El látigo de la contrarrevolución ha hecho avanzar la revolución. Es a esto a lo que le teme la burguesía mexicana y el imperialismo. Temen que, con la llegada al poder de AMLO, las masas generen un gran movimiento que lo hagan ir mucho más de lo que él se plantea. Les aterra la idea de verse en el espejo de Venezuela.
“Cuando las ideas se apoderan de las mentes de las masas, estas se convierten en una fuerza material” mencionaba Marx. Si al poder llega alguien que cree expectativas en el pueblo de México, esto que señalaba Carlos Marx es lo que en gran probabilidad puede suceder. Por lo tanto la Clase Dominante de aquel país tiembla. Ese es el fantasma de Hugo Chávez y la Revolución Bolivariana que le hace ¡Buuuu! a la oligarquía mexicana y a los imperialistas.
Todo esto lleva al montaje de la gran farsa que pone en el poder a Calderón. Con el fraude más descarado que se ha visto torcieron el triunfo fácil de AMLO. Cuando éste llama a las movilizaciones y a concentrarse en la Plaza del Zócalo, no cayó en oídos sordos y vimos una respuesta masiva. Por primera vez, un mucho tiempo las masas intuían una salida a la miseria con la candidatura de AMLO.
Las movilizaciones contra el fraude crearon una situación que, con una polìtica correcta por parte de Lòpez Obrador, si éste hubiese llamado a la huelga general y planteado la elección de delegados elegibles y revocables desde la base para la Convención Nacional Democrática, hubiese podido generar una situación de doble poder. En todo caso la movilización de las masas era tal que atemorizo a la casta gobernante. Era tal la fuerza que ni Fox ni nadie se atrevía a emprender una acción para disolver el plantón. Sabían que alguna medida de ese estilo significaría introducir mas rabia entre las masas. Hubiera significado que ellas se radicalizasen, y se extendiera (junto con lo de Oaxaca) a todo el país, creando con ello un movimiento revolucionario que pusiera a todo México en llamas. Y que el poder de la Clase Dominante se viera cada vez mas seriamente amenazado.
Los zapatistas y el movimiento de masas
El subcomandante Marcos junto al resto de los Zapatistas, se dedicaron a predicar antes y durante las elecciones presidenciales pasadas de que era lo mismo decir que el PRI y el PAN eran lo mismo que el PRD, y que por lo tanto no valía la pena votar por ninguno, que López Obrador era lo mismo que Felipe Calderón. Cosa totalmente incorrecta, y que demuestra una total incomprensión de como se desarrollan los procesos sociales.
Los marxistas siempre hemos afirmado que las masas, cuando estallan y se movilizan, usan las herramientas que tienen a la mano. En una situación como la que hubo era normal el hecho de que el movimiento se expresara a través del PRD aún con sus contradicciones internas. La única manera de que las masas rompan con estas direcciones es por medio de grandes hechos, que desnuden al partido ante ellas. Y eso hasta hora no ha sucedido. Y hasta que no suceda no romperán con esos dirigentes.
Incluso fue tal el error de los zapatistas que luego se vieron obligados a denunciar el fraude,pues fruto de esta posición política estaban quedando aislados, cuando la inmensa mayoría de los trabajadores, campesinos, jóvenes y pobres tenían su atención en la defensa de López Obrador contra el fraude de la oligarquía de imponer a Calderón. ¡¿Ya ven?, no era lo mismo!
La insurrección revolucionaria de Oaxaca
A la par se produce otro importante acontecimiento en Oaxaca. Donde también venían siendo muy afectados por la políticas antes descritas, y es que ésta es una de las zonas mas pobres del país. Eran tales las condiciones sociales que una huelga y un plantón en la principal plaza de la entidad, por mejoras salariales y laborales se transformo en una lucha política y luego en insurrección.
Los maestros deciden luchar hiendo a una huelga para exigir sus reivindicaciones. A la cual el gobernador Ulises Ruiz responde con las fuerzas represivas, lo que ocasiona una respuesta aún mayor cuando el pueblo sale en la defensa y se produce una rebelión. Varias horas después echan a la policía. Se crea la APPO como instrumento de organización creando una situación de doble poder, que puso en serio peligro la estructura del Estado Burgués en esa localidad.
Habían tomado las instituciones del gobierno, los medios de comunicación, estaban dominando la ciudad y el poder de la oligarquía cada vez estaba más débil. De hecho no podían jugar ningún papel, por la acción de la APPO. Tenían hasta una guardia organizada, que ante los más pequeños problemas era ella a quien la gente se dirigía.
Pero los errores de quienes estaban en la dirección de la APPO fue no haber extendido la lucha. Más que llamar a la solidaridad se ha debido de hacer un llamado a que en el resto del país se siguiera su ejemplo.
Lo que faltó tanto en la lucha contra el fraude como en la insurrección de Oaxaca fue una dirección revolucionaria que lograra combinar las dos luchas por el objetivo de derrocar al sistema capitalista, para construir el socialismo como la única alternativa.
De haberse convocado una huelga general se habría puesto a la oligarquía de rodillas. El descontento entre los trabajadores, campesinos, jóvenes y pobres es grande. La mayoría de la población hubiera respondido como lo hicieron en Oaxaca y contra el fraude. La APPO tenia como desarrollarse en todo el país a través de la huelga, creando comités que permitiesen coordinar la lucha contra el fraude con la de Oaxaca (y con todas las demás), a nivel local, estadal y nacional. Permitiendo crear una estructura para derribar el viejo estado (levantado por la Burguesía para salvaguardar sus intereses), expropiando a los capitalistas. Para eso ha debido de servir la Convención Nacional Democrática.
La última palabra no está dicha
La lucha pasa por un momento de reflujo (como todo proceso), pero la última palabra aun no está dicha. Las condiciones que llevaron a la insurrección están todavía ahí, lo que significa una bomba de tiempo. Esta ha sido una experiencia que para los trabajadores y el pueblo tiene un valor incalculable.
Este lunes 19 marzo en la madrugada, cerca de 180 efectivos del cuerpo de granaderos del Distrito Federal y 40 de la Unidad de Protección Ciudadana, de forma violenta, disolvieron el campamento de los miembros de la APPO junto con otras organizaciones. De hecho los manifestantes se volvieron a movilizar y amenazaron con retomar de nuevo el campamento.
Es un claro indicador de que, a pesar de todos los esfuerzos del gobierno, no han podido aplastar al movimiento. Inevitablemente las masas se movilizarán otra vez.
El gobierno de Calderón se impone no por la astucia y la inteligencia, sino por el papel que jugaron las direcciones de la izquierda de cometer toda una serie de errores. A tropiezos, logran imponerlo como presidente. Sobre la base de lo que fue una intensa lucha de clases, es una administración que nace desprestigiada ante las masas. Ellas saben quién es Felipe Calderón, a quién representa y a qué intereses responde. Más aún, están perdiendo la confianza en las instituciones y órganos del estado. Lo que hará a este gobierno de continuo inestable en el tiempo. La subida de los precios en la tortilla de maíz, también produjo manifestaciones de en la capital.
El año 2006 fue el preludio de lo que se avecina, las masas han tomado un gran impulso ¡Volverán a tomar las calles!
Las señales del “nuevo” gobierno son claras, continuar los ataques de los salarios y las demás políticas de los anteriores gobiernos. En otra palabra continuismo.
México al igual que la crisis mundial del capitalismo está en un laberinto sin salida. Chávez y la Revolución Bolivariana pasean su sombra entre los trabajadores, campesinos, jóvenes y pobres. Hay un profundo miedo entre la clase dominante y, por otro, lado las masas están mirando a Venezuela. Y a lo que acontece a lo largo y ancho de nuestro continente latinoamericano. Lo que hoy sucede en América Latina es lo que le espera a todos los capitalistas del mundo. La revolución socialista es inevitable, y con ella la necesidad de una dirección marxista revolucionaria. Para finalmente terminar con el sistema que amenaza la supervivencia no solo del Ser Humano, sino de todas las especies, e incluso el mismo planeta. El único camino posible ¡el socialismo!