Bangladesh hierve, los precios y el desempleo aumentan, las inundaciones y el declive de las condiciones de vida hacen que la población viva en un infierno. La vida es más costosa que la muerte. El año pasado hubo varios intentos de acabar con todas Bangladesh hierve, los precios y el desempleo aumentan, las inundaciones y el declive de las condiciones de vida hacen que la población viva en un infierno. La vida es más costosa que la muerte. El año pasado hubo varios intentos de acabar con todas estas amenazas y volverán hasta que este sistema sea derrocado.
De nuevo la juventud, los estudiantes y los profesores han salido a las calles. El movimiento que empezó después de un pequeño incidente en la Universidad de Dacca se ha extendido a todo el país. Los estudiantes desafían a la dictadura militar y a todo su sistema. El ejército ha respondido recurriendo a las viejas medidas represivas contra los estudiantes y los profesores. Los medios de comunicación están sometidos a un control militar férreo. La televisión, la radio y los periódicos, incluso Internet, son controlados ferozmente por el Estado. Lo periodistas que no obedecen se enfrentan a una dura represión.
En septiembre del año pasado, los trabajadores de las fábricas del textil paralizaron el país con sus protestas contra las duras condiciones laborales. Como consecuencia del mismo movimiento que explotó otra vez en enero de este año, cayó el gobierno de Zhalida Zia. El ejército impuso el estado de emergencia en todo el país y un ex – empleado del Banco Mundial, Fakhr din Ahmed, fue puesto al frente de un gobierno de transición y las elecciones generales se retrasaron hasta diciembre de 2008.
El nuevo gobierno utilizó la cobertura de políticos ya fracasados para sobrevivir. Todos los principales políticos del país fueron acusados de corrupción y los dos anteriores primeros ministros, Khalida Zia y Hasina Wajid, terminaron en prisión.
Para intentar marcar diferencias con gobiernos pasados, utilizaron la farsa de las "reformas" cuando en realidad su política era la continuación de la misma vieja política impuesta por el Banco Mundial y otras instituciones financieras internacionales en los llamados países del "tercer mundo". El fracaso de esta político fue la base del movimiento de los trabajadores del textil.
El gobierno actual, apoyado en el ejército, no ha solucionado ni uno solo de los problemas básicos de Bangladesh. Todo lo contrario, los precios se han disparado y esta situación ha provocado pánico y agitación social, que se han reflejado en distintos acontecimientos y movimientos.
El incidente que desencadenó el movimiento
La tarde del 20 de agosto, se jugaba un partido de fútbol entre el Departamento de Administración Pública y el Departamento de Periodismo y Comunicación de la Universidad de Dacca. Entre los espectadores, junto con los estudiantes, estaban unos cuantos oficiales del ejército. Debemos recordar que después la formación del nuevo gobierno apoyado por el ejército en enero de este año, se crearon cuarteles en distintos lugares de las ciudades, incluidas universidades e institutos.
Durante el partido, unos cuantos estudiantes y oficiales del ejército iniciaron una pelea sobre alguna cuestión, entonces un militar golpeó a los estudiantes. Cuando algunos profesores intentaron interferir también recibieron golpes. Después estos estudiantes fueron llevados inmediatamente al Hospital Universitario de Dacca.
Después de este incidente, el rector, el profesor Yusuf Haider, y el supervisor de la universidad, el profesor Feroz, se dirigieron al oficial a cargo del cuartel de la universidad, el coronel Huda, quien les aseguró que se tomarían las decisiones apropiadas. Pero los estudiantes exigían que el oficial implicado pidiera perdón públicamente.
Tras este incidente, los estudiantes estaban furiosos y comenzaron a corear consignas contra el ejército, organizaron una reunión y después se manifestaron por la universidad hasta la oficina del rector. Durante su protesta, exigieron que se desmantelara inmediatamente el cuartel militar que hay en la universidad. En ese momento llegó la policía que cargó contra los estudiantes e hirió a siete de ellos.
Los estudiantes entonces se dirigieron al Departamento de Arte y arrojaron piedras contra la policía. Después los estudiantes salieron de la universidad y comenzaron a protestar en la carrera, a las pocas horas, su protesta se había extendido a otros institutos de Decca y a otras ciudades.
Durante toda la tarde de ese día, hubo muchas batallas entre los estudiantes y la policía, casi cien estudiantes resultaron heridos. Los estudiantes quemaron neumáticos para detener la carga policial y el gas lacrimógeno. La policía, acompañada por el ejército, cerró todas las entradas de la universidad pero la protesta cada vez adquiría más intensidad.
Los estudiantes se reunieron en el bar de la universidad con una pancarta en la que se podía leer: "Los estudiantes contra la represión", y anunciaron que si sus reivindicaciones no estaban satisfechas el 22 de agosto, convocarían una huelga en todas los centros educativos del país. Exigían que el jefe del ejército, Moeen ud din Adhmed, pidiera disculpas públicas y que todo el personal militar implicado en este incidente fuera castigado, además debían compensar a los estudiantes heridos y liberar inmediatamente a todos los detenidos. Además, también exigían que el ejército dejara de interferir en los asuntos del Estado.
Las protestas estudiantiles continuaron durante todo el día y la noche, y también el día siguiente. Durante las protestas, se quemaron muchos automóviles, también un jeep del ejército en Kataban, cerca de Shahbagh. En la carretera de Mirpur, en el campus universitario, se quemaron siete coches.
Comenzaron protestas similares en otras ciudades, en ellas los estudiantes exigían que se desmantelaran todos los cuarteles militares en las universidades. Según aumentaba la intensidad de las protestas también lo hacía la represión estatal. La policía disparó balas de goma a los estudiantes mientras éstos quemaban efigies de Fakhr ur din Ahmed y del jefe del ejército Moeen ud din Ahmed.
En la noche del 20 de agosto, los estudiantes del Instituto Dacca llegaron para apoyar a los universitarios y participaron en las protestas. Hubo protestas en la facultad de ingeniería, tecnología de la Universidad de Bangladesh, en la Universidad de Jagannath, en la Universidad Agrícola de Shere Bangla, en el Qazi Nazrul College Dacca, en la Universidad de Jehangirnagar, en la de Raj Shahi, Chittagong, Shalh Jalal, Ciencia y Tecnología de Silhet, en la Universidad Islámica de Kshtiya, en el Braja Mohan College Barisal y el Michel Madhousdan College Jaisoor.
El 21 de agosto, Fakhr ud din Ahmed apareció en la televisión y pidió disculpas a los estudiantes por el comportamiento de los oficiales del ejército, además anunció que todos los cuarteles militares de las universidades serían desmantelados inmediatamente. Se emprendieron varias acciones contra las personas implicadas en el incidente. Sin embargo, estas medidas no calmaron a los estudiantes y el movimiento siguió extendiéndose a otras ciudades con mayor intensidad según pasaba el tiempo.
En la Universidad de Ingeniería y Tecnología de Bangladesh, los estudiantes formaron una cadena humana. Cuando los estudiantes de la Universidad de Jagannath se acercaron al rector fueron recibidos con gas lacrimógeno y tres estudiantes resultaron heridos. Después de eso, los estudiantes convocaron huelga en la universidad. Diez estudiantes de la Universidad Shere Bangla también resultaron heridos en los enfrentamientos con la policía, los de la Universidad de Jehangirnagar bloquearon la carretera Dacca Aricha.
Los estudiantes boicotearon las clases y los exámenes convocando una huelga el 22 de agosto. En la Universidad de Raj Shahi los estudiantes y los profesores con cintas negras en sus brazos mientras la policía les arrancaba todas sus pancartas. Hubo protestas similares en otras universidades. Según el Dacca Blog, la gente caminaba por las aceras y los pequeños comerciantes y vendedores se sumaban a los manifestantes hasta juntar a miles de personas. En estos incidentes murieron tres personas, una en Chittagong y otras dos en Raj Shahi.
El gobierno, aterrorizado por la intensidad de las protestas, la noche del 22 de agosto impuso el toque de queda en seis distritos. Todas las universidades cerraron y se dio unas horas para que los estudiantes abandonaran las residencias. Después del anuncio del toque de queda, el pánico se extendió por Dacca. El poco tiempo que se dio para cerrar los negocios e irse a casa provocó un caos en el transporte.
Esa noche el ejército llevó a cabo medidas enérgicas. Bangladesh quedó prácticamente incomunicado del resto del mundo. Se apagaron las redes de teléfonos móviles, el tráfico de Internet quedó controlado por la agencia estatal de telecomunicaciones, los medios de comunicación fueron sometidos a una férrea censura y un gran número de estudiantes y trabajadores de los medios de comunicación fueron arrestados. Cientos de periodistas fueron secuestrados y llevados a lugares desconocidos. Se realizaron redadas para detener a dirigentes estudiantiles y a profesores, muchos profesores abandonaron sus casas y se fueron a lugares seguros.
El alto el fuego duró seis días, hasta el 28 de agosto. Durante este período, muchos dirigentes estudiantiles y profesores fueron arrestados y torturados. Se impusieron restricciones en la televisión, la radio, los periódicos y otras fuentes de información. Todo aquel que hablara contra el gobierno era sometido a la tortura física.
Las bases del gobierno
Después de la formación de este nuevo gobierno en enero, éste no ha conseguido estabilizar la economía. El déficit comercial ha seguido aumentando. Según las noticias aparecidas en los periódicos, el déficit comercial del país es de 3.458 millones de dólares, el más año en once años. Este enorme déficit es consecuencia del declive de las exportaciones que es uno de los resultados de la política de la OMC y otras instituciones económicas imperialistas. Según el propio Banco de Bangladesh, la tasa de crecimiento de las exportaciones ha decrecido desde el 21,63 por ciento al 5,94 por ciento en sólo un año. Debido a la caída de las exportaciones, el taka, la moneda del país, sufre una dura presión y podría ser devaluada. Han cerrado muchas fábricas textiles y el desempleo sigue en aumento.
Todos estos factores han provocado un aumento de la inflación, los precios de los bienes básicos han aumentado. Según datos oficiales, desde noviembre del año pasado, todos los productos alimenticios han aumentado al menos un 40 por ciento. El precio de la leche en polvo ha subido un 120 por ciento. Según el Banco Mundial, la inflación en junio fue del 9,2 por ciento, y aumentará en los próximos meses. En ese mismo informe se decía: "El aumento de los precios alimenticios es un problema serio. Las inundaciones pueden agravar aún más este problema. En los próximos dos meses la inflación puede aumentar".
Esta crisis económica ha afectado seriamente al nivel de vida de la población y se está volviendo insoportable para el sector más pobre. Cada día que pasa hay más dolor y sufrimiento. En el mes del Ramadán, los acaparadores han aumentado los precios, empeorando la situación. En estas condiciones no debe sorprendernos este movimiento violento de la juventud.
Las devastaciones provocadas por las inundaciones
Este año, de nuevo, el país se enfrenta a las inundaciones que han echado por tierra cualquier pretensión de progreso. El nordeste y el centro del país han sufrido unas inundaciones devastadoras. Según cifras gubernamentales, el 20 de agosto, cuando comenzaron las protestas, 587 personas murieron debido a las inundaciones y millones se han quedado sin casa.
El gobierno no tiene nada que dar a los afectados y esto empeora la miseria. La infraestructura ha colapso porque no se habían adoptado medidas preventivas. Debido a la escasez de comida, agua potable y medicinas, ahora los afectados viven en unas condiciones miserables. Se han extendido las enfermedades virales, en 39 de los distritos afectados, las mujeres y los niños mueren porque no tienen nada para comer o beber.
Según la Autoridad de Gestión de Desastres e Inundaciones, 15 millones de personas se han quedado sin hogar, de las cuales, a 66.159 se las ha alojado en 475 campamentos de ayuda, 26.026 kilómetros de carreteras han quedado destruidos además de 1.764 puentes. Hay afectadas grandes zonas de cosechas empeorando así la miseria de los campesinos. Todas estas cifras por sí solas reflejan el fracaso del gobierno.
Esta enorme devastación ha desenmascarado la podredumbre del sistema que no tiene la capacidad de reconstruir lo destruido. Este sistema no puede dar alojamiento a los desplazados por estas inundaciones, ahora se tienen que enfrentar a unas espantosas condiciones de vida. Este sistema sólo les ha dado muerte y les arrebatará cada aliento de vida.
Muhammad Yunus y el Banco Grameen
Las instituciones económicas imperialistas utilizan la farsa de las "reformas" para tranquilizar a las masas. Sus seguidores se llaman "campeones de los derechos humanos", cuando en realidad ayudan a estas instituciones a imponer un sistema brutal a las masas. El año pasado, el premio Nóbel de la "paz" recayó sobre un banquero de Bangladesh, Muhammad Yunus. Todos los medios de comunicación de la burguesía alabaron a Yunus por su "bondad" y naturaleza humana. En realidad, esta persona aparentemente amable es un lobo sediento de sangre que explota a las masas.
Su Banco Grameen [Banco de los Pueblos] se fundó sobre la base "ningún beneficio ninguna pérdida". Pero desde 1996, se ha hecho millonario mientras que los pobres que han utilizado su banco todavía viven en la miseria. Richard Shaffer, de Nueva York, dice que el proyecto "móvil en la aldea" de Yunus ya no es tan exitoso. Salim, un trabajador del Banco Grameen dijo a Shaffer que "las mujeres pobres que recurren a la empresa siguen siendo pobres". Pero la riqueza de Yunus aumenta varias veces más. El ejército apoyó la formación de gobierno a principios de este año, pero primero ofreció el cargo de primer ministro a Yunus que rechazó de mala gana. Esto demuestra la debilidad de estas "grandes" personas, porque saben que el sistema sobre el que se basan está colapsando y que en cualquier momento puede estallar un movimiento que desafíe a este sistema. Esta situación también ilustra la debilidad de la burguesía de Bangladesh y demuestra que es incapaz de cualquier reforma en el país.
El escándalo del ejército en una fotografía
Debido a la debilidad de la clase capitalista en los países subdesarrollados, los generales dele ejército controlar una gran parte de la economía y han jugado un papel importante en la política de estos países. Bangladesh ha pasado por largos períodos de dominio militar y, lo más interesante, es que la caída de todas estas dictaduras militares comenzó con movimientos estudiantiles. Ahora, una vez más los generales imponen la política brutal del Banco Mundial y el FMI, detrás se encuentran políticos fracasados que años atrás eran enemigos y con los que mantienen estrechos intereses. De manera similar, en Bangladesh, estos elementos no dudarán en convertirse en amigos cuando sus intereses se vean amenazados por un movimiento de la clase obrera.
Esta situación se reflejó en una fotografía en la que un estudiante golpeaba a un oficial del ejército y éste intentaba huir. Esta fotografía fue publicada en el Dacca Daily Star y provocó convulsiones en todo el país. Las masas veían en esa fotografía un reflejo de sus sentimientos y lo que veían era a un estudiante golpeando al jefe del ejército, Moeen ud din Ahmed.
Después de eso, la fotografía fue prohibida en todo el país, el fotógrafo detenido y torturado brutalmente. Otros periodistas que trabajan en el periódico también fueron detenidos y torturados. Como no se puede ver la cara del estudiante no le han podido identificar. Pero han hecho redadas en las casas de los estudiantes que se sospechaban podían ser culpables.
Los medios de comunicación del país todavía están sometidos a una dura censura y en las universidades el ambiente es opresivo. Los profesores arrestados fueron acusados de crímenes graves y enviados a prisión. Según dice Audio Bulletin of E-Bangladesh, los activistas de Jamat-e-Islami, un partido religioso de derechas, son la primera línea de choque del ejército y la policía, espían a los estudiantes y los profesores. Sus miembros en la policía y la burocracia utilizan esta oportunidad para vengarse de sus rivales políticos.
¿Y ahora qué?
Este movimiento estudiantil todavía no ha conseguido la unidad con el movimiento obrero. En septiembre del año pasado y en enero de este año, vimos la misma violencia en el movimiento de los trabajadores del textil. La razón básica es que no había sindicatos.
Igualmente, los movimientos de la juventud y los estudiantes siempre son violentos. Pero cuando estos movimientos se unen a la clase obrera, no sólo se fortalecen, sino que también cambia el carácter de estos movimientos. El método de lucha de la clase obrera es la huelga general, si los trabajadores convocan huelga en los sectores importantes de la economía toda la sociedad se paraliza.
Actualmente, ningún partido política está dirigiendo el movimiento, aunque los activistas de distintos partidos políticos sí están presentes en el movimiento. Ningún partido ofrece un programa claro. Todos exigen elecciones generales para poder llegar al poder y comenzar a saquear. Todos someten al movimiento a una perspectiva falsa de dictadura contra democracia. Los dos regímenes, el de Khalida Zia y el de Hasina Wajid, no han sido capaces de resolver ni uno de los problemas básicos de las masas. Ya sea dictadura o democracia, el sistema económico será el mismo, y el sufrimiento de la población seguirá igual.
Si un partido de izquierdas ofreciera un programa revolucionario claro en esta coyuntura crítica, vinculara esta protesta con las reivindicaciones básicas de la clase obrera, el movimiento no sólo alcanzaría a capas más amplias sito que también sería más poderoso y consistente. La crisis actual ha demostrado que en Bangladesh no hay solución sobre bases capitalistas. Sólo una revolución socialista puede sacar a la sociedad de la calamidad y utilizar todas sus fuerzas para que la humanidad avance. Sólo una economía socialista puede construir la infraestructura necesaria.
Las llamas que prendieron la Universidad de Dacca se extendieron rápidamente por todo el país y si este movimiento continua, si la clase obrera se une, este fuero puede extenderse a todo el subcontinente indio. Las llamas se alimentan del hambre y la privación que caracterizan a este obsoleto sistema.