El Informe Presupuestario para 2003 anunciado por Gordon Brown fue dado a conocer como “Construyendo una Gran Bretaña de firmeza económica y justicia social”. Esta idea fue confirmada por el Canciller que presentó el Reporte Pre-Presupuestario 2003e El Informe Presupuestario para 2003 anunciado por Gordon Brown fue dado a conocer como “Construyendo una Gran Bretaña de firmeza económica y justicia social”. Esta idea fue confirmada por el Canciller que presentó el Reporte Pre-Presupuestario 2003 el pasado 9 de diciembre.
La justicia social es efectivamente una noble meta. Desafortunadamente, lo que Blair y Brown realmente quieren decir por justicia social no está muy claro. Usted tendría que vadear a través de 300 páginas tamaño A4 para descubrir lo que significa el concepto Blairista de justicia, así que le ahorraremos la molestia de tener que leer este larguísimo informe, y le diremos qué es lo que hemos encontrado. Para el gobierno de Blair, “justicia social” implica que todos deben poder competir de forma “justa” en el mercado laboral al momento de buscar un trabajo decente. Un crítico con algo de cinismo podría querer replicar que éste es el equivalente a decir que zorros y cazadores son libres de competir el uno con el otro por una “negociación justa”, pero esto sería un juicio poco amable. Después de todo, el informe indica que el gobierno está realmente construyendo una “sociedad más justa”.
El Blairismo tiene una característica que comparte con muchos líderes Socialdemócratas y con muchos líderes sindicales de derecha alrededor del mundo. Inventa nuevas palabras, o les da nuevos significados a viejas palabras, no para aclarar mejor las cosas, sino para ocultar lo que realmente están haciendo. Cuanto más ataca los beneficios de la clase obrera, más intenta de camuflar lo que está haciendo en un estilo de “nuevolenguaje” Orwelliano. Por lo tanto, si intentamos entender lo que están haciendo sólo escuchando lo que nos dicen sobre sí mismos, entonces no llegaríamos muy lejos. Así que dejemos estas palabras a un lado y veamos cuáles son los hechos.
Cada año, la Oficina de Estadística Nacional publica datos sobre cómo están repartidas las riquezas en el Reino Unido. Los últimos datos disponibles son a partir del año 2001, por lo que no podemos apreciar completamente lo que Blair y sus colegas han logrado en los últimos dos años y qué tanto han recorrido en su camino de construir una “sociedad más justa”. Sin embargo, como han estado en el poder desde 1997, podemos llegar por lo menos a algunas conclusiones.
En 1996, justo antes de la elección del primer gobierno de Blair, la mitad más pobre de la población poseía el 6% de las riquezas totales. Al año 2000, esto había sido reducido aún más hasta el 2%. Pero un año más tarde, en 2001, había “aumentado” al 3%. Así pues, uno pudo estar tentado a afirmar que la estrategia de Gordon Brown al fin estaba funcionando. Desafortunadamente, eso simplemente no es verdad. Con las estadísticas se puede jugar mucho. Este aumento era simplemente un juego numérico que dependió del colapso de la burbuja de equidad. El valor nominal de las riquezas de los accionistas se redujo por la caída de la bolsa de valores. Por lo tanto, en proporción con la riqueza de la otra mitad, los pobres parecieron enriquecerse. En la realidad no hubo un verdadero crecimiento en el bienestar de la mitad menos rica de la población del país. Durante los últimos años, debido al desplome de los mercados bursátiles, el gran capital se ha desviado al mercado de inmuebles. Si se miran los datos que incluyen el valor de la vivienda, uno se puede dar cuenta que en realidad la mitad más pobre de Gran Bretaña perdió el 1% de sus riquezas desde el año 2000 al 2001. Hasta ahí llegó el supuesto “elevar los estándares para todos”, que es el objetivo aparente del Informe del Presupuesto.
Bueno, ya hablamos suficiente de la mitad menos rica del país. Ahora veamos a la otra mitad. El 25% más rico de la población poseía el 81% de la totalidad de las riquezas en 1996. Al año 2001 poseían el 86%. Esto significa que el restante 75% de la población poseía apenas un 14%. Bastante “justo”, ¿no le parece? A medida que subimos en la escala social la cosa empeora. El 10% más rico de la población poseía el 63% de la riqueza total en 1996. Esto había aumentado hasta el 72% al año 2001. Lejos de ser una distribución “justa” de las riquezas en Gran Bretaña, el 90% de la población británica tiene que conformarse con poseer más o menos un cuarto de la riqueza del país. Éso es menos de lo que posee el 1% más rico. Esta pequeñísima minoría de la población poseía realmente el 33% de las riquezas totales para el año 2001. Por lo tanto se tiene una situación en la que, en términos del mercado, más del 90% de la población británica vale lo mismo que el 1% más rico.
Así que acá tenemos la verdadera situación. Si esto es lo que significa “justicia social” para el gobierno de Blair, la verdad es que tememos pensar lo que podría ser su idea de injusticia social.
El problema de este gobierno es que parece estar obsesionado con la minoría de personas más rica antes que de alcanzar una genuina igualdad social. Como resultado de esto, su popularidad ha estado cayendo en el último período. En vez de tratar de que se vea bonita la situación con palabras que ocultan la verdadera situación, el gobierno debería preocuparse por ese 90 por ciento de la población que no es rica. Este es seguramente una población votante lo suficientemente grande como para asegurar el éxito electoral.
A la dirección Blairista del “New Labour” le gusta alardear de su enfoque práctico, realista, “pragmático”. Bueno, pero ¿no sería seguramente más “pragmático” concentrarse en mejorar el estándar de vida del 90% de la población más que de la élite privilegiada? En vez de recortar los fondos a los consejos locales, forzándolos aumentar a los impuestos locales al común de la gente trabajadora o recortar en servicios, una sociedad más “justa” seguramente haría lo único decente, que sería gravar a los ricos y no a los pobres. Una distribución “justa” de las riquezas implicaría seguramente el quitarle al rico para darle a los pobres Las riquezas están allí para ser tomadas. El problema es que están en las manos equivocadas. Lo que este gobierno necesita hacer es renacionalizar sin indemnización todas aquellas compañías que han sido vendidas a precios de baratija a los ricos. Las riquezas deben ponerse en manos de los trabajadores. Esto sólo puede ser hacerse expropiando a los capitalistas. Como socialistas, así es cómo vemos la construcción de una sociedad basada en “justicia social” genuina.
En cambio, ¿qué fue lo que sacamos del último discurso de la Reina? Nos hablaron de aumentar las matrículas de las universidades, privatizar el Servicio Nacional de Salud (NHS), más “flexibilidad” en el mercado de trabajo, etc. El cómo todo esto se puede ver como avanzar hacia una “sociedad más justa” es lo que todos se preguntan.
Pero tal vez hemos malentendido a Blair. Después de todo, Blair es una persona muy religiosa y, al ser casi Navidad, deberíamos tener más del espíritu festivo con nosotros. Deberíamos estar más enterados de la “próxima vida”, la que viene después que dejemos este mundo material. Allí es donde todos seremos iguales. Nosotros quizá estamos siendo demasiado cínicos, pero ¿estará planeamiento el gobierno de Blair acelerar nuestro viaje a ese otro mundo, recortando en salud, haciendo más peligroso nuestro transporte público y contribuyendo a hacer del mundo un lugar más peligroso para vivir en él con su aventura iraquí?
Les dejamos la última palabra a nuestros lectores. Les deseamos a todos un final feliz de sus vacaciones de fin de año. ¡Estaremos de regreso en el Año Nuevo para retomar la lucha para poner fin a esta sociedad injusta y substituirla por una socialista racional!
Traducción de A Christmas Carol – 2003 style: Part Two: The Blair leadership"s strange concept of “social justice”
Vea también
Un Cuento de Navidad – estilo 2003 (Parte I): Scrooge está vivito y coleando en la Gran Bretaña de Blair