En la ciudad de México, en el centro de la Delegación Azcapotzalco, se llevó a cabo un acto de conmemoración al recién fallecido Hugo Chávez. Una hora antes de que iniciara oficialmente esta actividad, en el lugar, ya se encontraba una cantidad importante de asistentes. Mientras la gente se aglutinaba, el dueto musical «La tropa Cósmica» cantaba al trovador cubano Silvio Rodríguez.
El acto fue inaugurado por la compañera Rosario Mejía, quien brindó una semblanza de la vida de Hugo Chávez, para, posteriormente, presentar a cada uno de los ponentes quienes fueron haciendo uso la palabra; el primero fue Enrique Vargas Anaya, ex jefe delegacional de Azcapotzalco, quién dio toda una serie de datos comparativos entre los avances de la revolución venezolana y los retrocesos que se han dado en México en el mismo periodo de tiempo bajo los gobiernos de derecha. Mientras que en el país sudamericano el petróleo y sus derivados son baratos, han descendido los índices de pobreza y de analfabetismo, en México hay 60 millones de pobres, no existen apoyos a la educación y el precio de la gasolina continua incrementándose de manera gradual con los llamados gasolinazos. Enrique dijo: «Millones de personas lloran la partida de Hugo Chávez, pero de todos los expresidentes de México después de Lázaro Cárdenas ¿quién merece una lagrima?».
Posteriormente, en su intervención, una compañera de la coordinadora mexicana de solidaridad con Venezuela aportó más ejemplos de los avances de la revolución. Planteó la situación de como en nuestro país el Estado prefiere que la gente se quede ciega antes de hacer operaciones costosas, mientras que en Venezuela se lleva a cabo la operación milagro, la cual permite a la gente someterse a tratamientos médicos eficientes para curar sus problemas de la vista. Otro ejemplo que dio fue el de la misión sonrisa, la cual permite que la gente que no acudía al dentista por falta de dinero pueda atender sus complicaciones dentales. Uno de los mejores ejemplos proporcionados fue el de los pensionados, los cuales eran alrededor de 387 mil personas cuando Chávez asumió el gobierno, y, en 2012, dicha cifra ascendió a 2.5 millones.
Raúl Carreño, quien asistió al evento en representación de la embajada de Venezuela en México, dijo que Chávez fue un hombre que unificó a las distintas luchas, a los movimientos que aspiraban a una mejor sociedad, a aquellos que decían basta y no querían que siguiera mandando la mano opresora del patrón. También mencionó que en la Republica Bolivariana de cada 100 personas 95 acceden a 3 comidas al día, lo cual se ganó el aplauso de los asistentes. La educación es gratuita y universal, se ha incrementado su acceso con la creación de la Universidad Bolivariana con 54 campus. Además, el ponente sostuvo que en la Ley Laboral que se aprobó durante la revolución se prohibió el outsourcing y se aprobó la reducción de la jornada laboral.
El representante de la embajada venezolana destacó que Chávez se inmoló por su pueblo, que cuando inició la campaña electoral acababa de salir de un tratamiento en contra del cáncer y se sabía que había eliminado las células dañadas de su cuerpo, pero decidió no guardar el reposo necesario para completar su recuperación y entró en la batalla electoral. Al final de la campaña, después de un acto multitudinario le dijo a Nicolás Maduro que lo ayudara a salir pronto del lugar por que no soportaba el dolor. Chávez entregó todo por la revolución y su pueblo, incluso su propia vida. Dijo que ahora eran millones los Chávez en este país democrático y soberano.
Jorge Martín, Marxista español editor de la revista América Socialista y dirigente internacional de la campaña Manos Fuera de Venezuela, fue el orador principal. Habló durante 40 minutos sobre el desarrollo de la revolución bolivariana. Mencionó que el cortejo fúnebre de Chávez tardó 7 horas en recorrer una distancia de 8 kilómetros en medio de tanta gente que salió a dar el último adiós al presidente. En la capilla, gente proveniente de todo el país hacia largas filas por horas y horas para despedirse del presidente. Aunque, a decir verdad, no todos lloraron su muerte, la gran burguesía salió a festejar porque le odian y odian al pueblo, esa situación se refleja cuando hablan de Maduro despectivamente como un chofer de autobús, mostrando su odio de clase.
Sobre los programas sociales del gobierno, se afirmó que no venían solamente desde arriba, sino que tenían la intención de que el pueblo se organizara y participara desde la base. La burguesía dice que Chávez compra votos con estos programas, cosa que es falsa. Aunque sería bueno, añadió, que el resto de los gobiernos comprara votos asegurando la salud, la educación o casas para la población, en otros países sí que se compran votos pero con tarjetas para comprar en supermercados. La gente no contuvo los aplausos frente a esas palabras. Los asistentes podían ver los enormes contrastes entre el gobierno bolivariano y los gobiernos de derecha que padecemos aún en algunos países de Latinoamérica; asistieron al evento porque se identifican con Chávez y la revolución venezolana.
En el mitin se habló de la hipocresía de la oposición, que se llama a si misma democrática. Su candidato, Henrique Capriles Radonski, fue quien dirigió a una turba que asedió a la embajada de Cuba en el 2002 cuando se dio el golpe de Estado, dijo en ese momento que les iban a cortar la luz, el agua y que se iban a tener que comer las alfombras. En ese golpe de estado que no tiene nada de democrático, cuando Pedro Carmona juró como presidente y pretendían borrar de un plumazo los triunfos de la revolución, se firmó una lista de asistencia al acto de juramentación que incluye a los militares reaccionarios, a los dueños de las industrias, de la banca, de los medios masivos de comunicación, al alto clero… esa es la gente que hoy festeja la muerte de Chávez y dirige esa supuesta oposición democrática.
Jorge mencionó que la fuerza motriz en todos estos años ha sido el pueblo revolucionario, pero que la tarea de Chávez no estaba terminada y había que concluir la revolución. Recordando las palabras de Chávez cuando respondía a la oposición que pedía una transición dijo: aquí no puede haber otra transición más que del capitalismo que es un sistema injusto hacia un socialismo democrático.
Gerardo Hernández Maya, dirigente local del PRD, retomó esas palabras de que la revolución no se había completado y dijo que una revolución era una transformación profunda del gobierno y de la economía y que debía ir hacia el socialismo.
Sergio Palacios Trejo, actual jefe delegacional de Azcapotzalco hizo una comparación entre Chávez y AMLO. A ellos les hicieron un golpe de Estado en el 2002, pero en México se hizo un desafuero contra nuestro candidato a las elecciones, López Obrador era un dirigente importante pero era el pueblo el que estaba en la calle y derrotó el desafuero.
La asistencia a la actividad fue de alrededor de 300 personas, en los rostros de los asistentes se reflejaba la identificación con Chávez y la revolución. Esta lucha aporta ánimos para luchar contra el enemigo interno en cada uno de nuestros países. Quienes estaban presentes éramos gente humilde, obreros, amas de casa, desempleados a quienes no nos brinda una vida digna el actual sistema capitalista. Este acto conmemorativo al presidente Chávez sirvió para animarnos a seguir nuestra lucha, porque solo completando la tarea por la que él luchó, es decir acabando con el capitalismo y realizando la revolución socialista internacional, podremos brindar un digno homenaje a este gran hombre. Para finalizar se entonó el himno de los oprimidos del mundo: La Internacional.