Justamente cuando hoy estamos celebrando el 49 aniversario del nacimiento oficial de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia – Ejército del Pueblo (FARC-EP) como movimiento político – militar insurgente, me veo en la obligación y en la necesidad como revolucionario radical de dedicar este fragmento en apoyo a quienes lo abandonan todo por ser útiles a su patria; y cuando me refiero a «nacimiento oficial» simplemente estoy diciendo que fue un día como hoy hace 49 años en Marquetália que se dieron a conocer al mundo con este nombre, porque ya desde mucho antes y a partir del asesinato de Jorge Eliécer Gaitán aquel 9 de abril de 1948 empezaron los movimientos populares revolucionarios con sus andanzas rebeldes en las ciudades, campos y montañas de Colombia, gestando lo que sería una lucha armada por la reivindicación de sus derechos y la creación de una Nueva Colombia de paz con justicia social.
Por lo tanto, no han sido las FARC las que han originado el terrorismo en Colombia, sino que ha sido el terrorismo del Estado Colombiano lo que ha originado a las FARC, el cual va desde perseguir y encarcelar a dirigentes campesinos, indígenas, sindicales y estudiantiles hasta asesinarlos con escuadrones paramilitares, el fallido cuento de los falsos positivos, torturas, violación de derechos humanos en las cárceles y pare usted de contar; sólo por pensar distinto y negarse a aceptar las políticas de un sistema capitalista y opresor que pretende llevarlos a la debacle social.
No nos engañemos ni nos pongamos una venda en los ojos para tratar de no ver lo que ya está más que visto, lo que todo el mundo conoce. ¿Acaso no recordamos los asesinatos de más de 3000 miembros del Partido Unión Patriótica? ¿Cuántos candidatos izquierdistas a distintos cargos públicos han sido asesinados, incluso candidatos presidenciales?, todos ellos tratando de buscar un sendero diferente por medio del ejercicio político para enrumbar a Colombia hacia la igualdad social. Lamentablemente no se pudo, los que no murieron, en su mayoría se fueron a las montañas para hacerse sentir entonces con las armas como único instrumento y casi obligatorio para hacer la revolución, otros permanecen haciendo trabajo político – social en la clandestinidad a través del Partido Comunista Clandestino Colombiano (PCCC) y otras organizaciones similares.
Pero veamos la desfachatez e inmoralidad de quienes pretenden calificar a las FARC de terroristas, nada mas y nada menos que el Gobierno Imperialista de los Estados Unidos de Norteamérica, son ellos los que junto a la Unión Europea insisten en seguir denominando a las FARC, otros grupos insurgentes de Colombia (ELN, EPL) y de toda Latinoamérica como terroristas, cuando los terroristas número uno en el mundo son ellos mismos, ellos son los mayores y mas salvajes terroristas en el planeta; no solo por lo que representan sus políticas imperiales, bélicas, invasoras e intervencionistas, financiamiento y entrenamiento a grupos de exterminio, organizaciones y elementos de derecha fascistas sino también por sus políticas consumistas y capitalistas que atacan directamente al ecosistema y al ambiente con modelos de desarrollo que ponen el capital por encima de lo humano, causando daños en algunos casos irremediables que atentan contra la vida en el planeta ¡Eso también es terrorismo!.
Los que mas hablan de atacar al terrorismo en Colombia son los que más están comprometidos en casos terroristas. No se trata de defender y abogar por un grupo o grupos guerrilleros en particular, se trata de ser objetivos, racionales e imparciales al momento de emitir juicios sobre un conflicto armado de más de medio siglo, donde no podemos pretender echarle la culpa de todo lo negativo o de todo lo que no sea grato en Colombia a un solo factor en cuestión, sino que tengamos claro que en un conflicto hay dos o mas factores involucrados.
El Estado Colombiano da mucho que pensar y mucho que decir cuando se «autodenomina agredido» en este conflicto, ¡por Dios! ¿Quien puede creer que un gobierno que cuenta con un ejército de más de 450000 efectivos es el agredido contra un poco menos de 8000 combatientes guerrilleros según las cifras que el mismo Estado ha difundido? ¿Será entonces que el Estado Colombiano asume que a pesar de su numeroso ejército financiado y entrenado por «los gringos», dotado de una de las mejores tecnologías de guerra e inteligencia militar, con un gasto que supera los 23 billones de pesos mientras en educación escasamente invierte 2,2 billones es vulnerable y débil?, yo no lo creo, pero si eso es así vale preguntarnos entonces: ¿Cómo justifican a su pueblo tal atrocidad mientras las estadísticas mundiales señalan a Colombia como uno de los países mas desiguales de Latinoamérica?, sin contar además la cantidad de desplazados y refugiados que son miles de miles. Eso si que es terrorismo.
Los medios de desinformación colombianos y mundiales al servicio de los burgueses y oligarcas han tergiversado la verdad invisibilizando gran parte de ella para mantener en la ignorancia a los pueblos del mundo pero en especial al propio y heroico pueblo colombiano al cual respeto y amo con toda pasión, con la sencilla intención de mantenerlo dormido en pro de sus ideas y acciones fascistas de dominación y al parecer hasta ahora lo han logrado, eso también es terrorismo (terrorismo mediático -comunicacional).
Amigo lector, no se hasta que punto usted tiene claro quienes son las FARC, ni es mi intención hacérselo saber con el presente, mucho menos tratar de convencerlo con preceptos de mi propia naturaleza ya que siempre he sido partícipe de que es mucho mejor cuando las personas se convencen de algo por sí mismas; pero lo que si quiero dejar bien claro y sin duda alguna es que yo sé que la lucha de las FARC es contra el imperialismo norteamericano, la burguesía, la oligarquía y el fascismo colombiano y no contra su pueblo.
En tal sentido quiero expresar mi mas profundo e incondicional apoyo a las FARC y a todos los movimientos insurgentes revolucionarios del planeta para que continúen en su lucha armada por la paz con justicia social y la reivindicación de los derechos de sus pueblos y pido al mundo que se les reconozca con el «estatus de beligerantes» contemplado en los Convenios de Ginebra y en los protocolos de derechos humanitarios; y no como terroristas, pues como dijo Cristo Redentor «el que esté libre de pecados que tire la primera piedra».
Mientras tanto yo seguiré celebrando cada 26 de marzo el Día Mundial del Derecho Universal de los Pueblos a La Rebelión Armada.
VIVAN LAS FARC-EP
@jonathanajedrez
lapatriarebelde@gmail.com