El capitalismo lleva más de doscientos años afinando sus equipos de dirección y gerencia, a fin de mejorar la explotación del trabajo. En el capitalismo los integrantes de la dirección y la gerencia de las empresas son tratados como un grupo especial de trabajadores a los que se les respeta y por el cual se siente orgullo. Ese respeto se traduce para el individuo en privilegios, en mayor calidad de vida y sobre todo en un mayor estatus social dentro y fuera de la empresa. Para lograr equipos eficaces de dirección y gerencia con altos niveles de producción de plus valor el capitalismo ha realizado procesos de decantación basados en el ensayo y el error. El individuo o el equipo que no muestre los resultados esperados, en materia económica, es relevado por otro que sí los de.
En ese sentido, el tema de la selección de los equipos de dirección y gerencia socialista parten y pasan por el reconocimiento (el valor) que para el socialismo tengan dichos equipos. Si los políticos que impulsan el socialismo no reconocen o dan poco valor a los equipos de dirección y gerencia de las empresas socialistas entonces el socialismo es inviable. Y esto, porque los equipos de dirección y gerencia son el micro gobierno en las empresas que le garantizan al socialismo su producción material de bienes y servicios. Si el valor que les dan los políticos es bajo entonces tendremos empresas “socialistas” quebradas dirigidas por amigos o relacionados sin experiencia gerencial y aun más sin compromiso político con el socialismo. Si por el contrario el valor que se les da es muy alto, entonces, se dedicará gran esfuerzo a seleccionar a los mejores equipos de trabajadores desde el punto de vista del compromiso con el socialismo y del conocimiento de herramientas técnico- gerenciales para lograr el éxito de las empresas socialista.
Pero, ¿acaso una selección estricta de equipos de dirección y gerencia en las empresas socialistas garantiza la reproducción del ser social que requerimos en cada uno de ellos para romper con las cadenas del capitalismo? Evidentemente no. Al reconocimiento social dentro y fuera de empresa socialista se debe agregar un sistema de remuneración que garantice la reproducción del socialismo; así como, un cambio profundo en su patrón de consumo. El reconocimiento social debe estar estrechamente vinculado a su capacidad para dar; pero también a su necesidad de consumo. La distribución del plus valor debe lograr la mayor y mejor calidad de vida para todos los trabajadores. Esto, de acuerdo a la desigual necesidad de consumo que tenemos los trabajadores. De allí que el reconocimiento de la sociedad a los directores y gerentes de empresas debe ir mas allá de su expresión a través de capacidad económica individual, para así, convertirlos en palancas en la construcción del socialismo.
La mezcla correcta de ideología, conocimiento gerencial, reconocimiento social, aumento en la producción de bienes y servicios, distribución desigual del plus valor de acuerdo a las necesidades reales de los trabajadores y el cambio en nuestros patrones de consumo producirán los valores y la ética que reproduzca la cultura socialista. Viviremos y venceremos, que viva el socialismo, Carajo