La agresión propinada el día de ayer contra el Presidente de Bolivia Evo Morales Ayma constituye una sumatoria sin precedentes a la historia de violaciones a Tratados Internacionales, Derecho Internacional y todos aquellos esfuerzos de respeto y entendimiento entre actores de la Comunidad Internacional.
No es de extrañar que venga una vez más de países reproductores de un modelo imperial, bajo las órdenes de la mayor potencia asesina de todos los tiempos: EEUU.
El atentado del día de ayer implico entre otras cosas:
- Una clara demostración de subyugación de Francia, Italia, España y Portugal a los intereses de una potencia extranjera.
- Atentado en contra de la vida de un Mandatario, algo muy común para ellos, con la diferencia de que este se realizó en territorio extranjero y no en sus acostumbradas invasiones.
- Al no cumplir con el objetivo principal, pasan a cometer un posterior atentado su inmunidad, al proponer España la revisión del avión presidencial, arremetiendo de manera descarada contra la moral y todos los derechos de un Presidente cautivo en territorio extranjero. Vale la pena señalar como ejemplo local de estos métodos fascistas, la actuación del ex candidato Capriles Radonski y sus aliados durante el golpe de Abril 2002, cuando violando la inmunidad de la Embajada de Cuba ingresaron con el fin de verificar si el entonces Vicepresidente de la República se encontraba en las instalaciones.
- Ataque sin precedentes contra el Primer Presidente Indígena de Bolivia, contra el Pueblo boliviano y contra el pueblo latinoamericano, bajo un argumento falaz de protección de un individuo norteamericano.
Habría que preguntarse, ¿cuál es el alcance político que pueden tener los documentos revelados por Edward Snowden?. Al parecer los suficientes como para orquestar un atentado en contra de un mandatario que junto con Hugo Chávez, Raúl Castro, Rafael Correa, Daniel Ortega, Cristina Kirchner, entre otros integrantes de la UNASUR y CELAG, ha sido ferviente defensor de la soberanía de nuestras naciones y la promoción de bloques y niveles de cooperación que trascienden el tema económico y donde EEUU ha demostrado ser incapaz de generar una estrategia capaz de romper dicha unidad.
Existen dos aspectos positivos a destacar en este episodio. El primero de ellos tiene que ver con la admirable postura de Bolivia en manos del Presidente Morales, de no permitir violación alguna por parte de potencias extranjeras a la soberanía del Estado que él representa. El segundo de ellos, la inmediata activación del bloque de la UNASUR, como mecanismo de presión ante el acto cometido y el absoluto rechazo al mismo, demostrando una vez más, que existe una nueva geopolítica mundial, en donde Latinoamérica unida juega un papel fundamental, cambiando de estar forma las relaciones de dominación que habían imperado durante siglos en nuestras naciones.
Para finalizar y como no es de extrañar, los gobiernos agresores encabezados por EEUU, responde de la manera más irresponsable conocida con un “Yo no fui” o fue un “error”, a lo que constituye una de las mayores violaciones en la historia a la inmunidad presidencial, haciendo más grave y deprimente el episodio el hecho de que no existió ningún argumento válido para realizarlo.
Latinoamérica ya no es la misma, eso deben entenderlo. Exigimos relaciones de respeto mutuo hacia nuestras naciones, no como un obsequio, sino como exigencia histórica de nuestros pueblos.
Merlin Viez