Este artículo fue publicado en el período previo al congreso de SYRIZA y plantea la necesidad de un verdadero programa revolucionario, para ser adoptado por el partido. Nosotros decidimos publicarlo a la espera de un informe más detallado del congreso. Lo que podemos decir por ahora es que dos compañeros de la Plataforma Comunista fueron elegidos para el Comité Central del partido.
A pesar del intento de enterrar el escrito de oposición de la Plataforma Comunista, el camarada Stamatis Karagiannopoulos pudo hablar ante el Congreso en su defensa, llevando las ideas del marxismo hasta los 3.400 delegados. Alrededor de cincuenta delegados votaron a favor del documento, que es importante en sí mismo. El punto principal es que las ideas del marxismo revolucionario lograron obtener una audiencia en una reunión tan importante para la clase obrera griega y el movimiento juvenil.
Ahora es una suposición común, y no sólo para los compañeros de SYRIZA, que estamos ante una nueva coyuntura histórica, que tiene como tema central la lucha de los trabajadores en la ERT [La emisora de televisión estatal cerró recientemente]. Esta lucha no ocurrió de la nada. Por el contrario, es el resultado de la presión acumulada y el bárbaro ataque en el nivel de vida que los trabajadores, los jóvenes y los pensionistas se han enfrentado. El brote de esta lucha se produjo pocos días después de la sublevación en Turquía. Esto no sólo demuestra el carácter global de la crisis capitalista, sino también las interacciones internacionales entre las luchas y los movimientos de los trabajadores.
Mientras que las conclusiones que los trabajadores extraen son radicales (sólo una breve charla con alguien en el patio de la ERT es suficiente para convencerse de lo avanzado que está la conciencia de la gente que ahora buscan soluciones revolucionarias) la política que se practica en la actualidad por el dirección de nuestro partido no cumple con las necesidades de los trabajadores ni es compatible con su nivel de conciencia.
Cuando el corazón de la clase obrera griega latía en el patio de la ERT, los compañeros de la dirección estaban en lo correcto al llamar a todos los miembros del partido para apoyar esta lucha estando físicamente allí. Los deberes de SYRIZA, sin embargo, no pueden limitarse a esto. La clase trabajadora a nivel internacional tiene un arma de lucha sin igual, capaz de derrocar aun al gobierno más brutal: la huelga general política sin cuartel (hasta que el gobierno llame a elecciones anticipadas). Esta demanda estuvo ausente de las propuestas de la dirección del SYRIZA en toda esta lucha. En cambio, debería ser la principal consigna utilizada por todos los camaradas en sus lugares de trabajo, y alzar la voz juntos en el KKE (Partido Comunista) y los sindicatos para que tenga mayor receptividad.
Esta táctica podría tener muchos beneficios para el movimiento y para el partido. En primer lugar, proveería una oportunidad tangible para derrotar al Memorando (paquete de austeridad) del gobierno y expondría la debilidad de los lideres sindicales a los ojos de la categoría sindical y las masas, cuando los dirigentes convocaron a una huelga sin sentido de un día (como lo hicieron al final). En segundo lugar, sería abrir los canales de comunicación con los miembros del partido KKE creando la base para la formación de un gobierno verdaderamente izquierda.
Las razones por las que esta táctica verdaderamente revolucionaria no fue seguida, se encuentran en el abandono de la lucha por el socialismo como una tarea concreta. Esto queda reflejado en el manifiesto presentado por la dirección del partido y también por la retórica moderada adoptada por los principales miembros del partido que parece ofrecer credenciales de «legitimidad» en sus apariciones en televisión. El cambio hacia la transformación «democrática» de la sociedad fue confirmada por el camarada Tsipras durante su reciente discurso en la plaza Syntagma, donde la demanda histórica por el socialismo sólo se menciona una vez en una forma vaga y abstracta. En su lugar, nos sorprendió cuando se refirió al reconocimiento de la obligación de pagar la deuda y las tasas de interés de los usureros (esto se indica claramente en el minuto 7.11 del video). Esta ultima constituye un giro de 180 grados desde la posición que habíamos declarado antes de las elecciones de no reconocer la deuda como válida, una posición que recientemente incrementó la aceptación de SYRIZA en la mayoría de los jóvenes y de los trabajadores.
Este cambio decepciona, confunde y engaña a los miembros del partido, ya que promueve como una opción viable la reforma «democrática» del capitalismo a través de pacíficos términos parlamentarios de un gobierno de izquierda. Este punto de vista es erróneo. En un período de tan profunda crisis del capitalismo, sin flujo de crédito para las inversiones y los beneficios, durante una guerra implacable contra todos los logros anteriores de la clase obrera, es utópico creer que el sistema puede ser humanizado, sin remover la base de la economía en la cual se sustenta, es decir, la propiedad privada sobre los medios de producción que sólo busca fines de lucro como único objetivo. El objetivo fundamental y único verdaderamente realista que el partido debe proponer y luchar es por el socialismo, sobre la base de una economía centralizada y planificada democráticamente.
La lucha para que SYRIZA adopte un programa revolucionario se ha elaborado en el manifiesto, opuesto a la del comité central, titulado «Plataforma Comunista». El cual fue presentado en el congreso por la Corriente Comunista de SYRIZA y firmado por 130 miembros de 61 sucursales en 22 ciudades.
Apoyar a la Plataforma Comunista – a pesar y en contra de la forma desigual y no democrática que ha sido manejada por los mecanismos del partido y el Comité Organizador del Congreso – es necesario para que el Congreso pueda dar a luz a un partido que defienda los intereses de la clase obrera y el socialismo.
Fuente: Founding congress of SYRIZA: an opportunity for a much needed change of programme and tactics
Traducido por Rubén Pacheco – Lucha de Clases, El Vigía