Artículo enviado a nuestra redacción, por el compañero Casiano Díaz Durán, dirigente histórico de la UNT Carabobo, sobre la necesidad y el derecho de organización sindical entre la clase obrera, para profundizar la lucha revolucionaria contra el capitalismo en nuestro país.
Hay conceptos en el ideario del COMANDANTE INMORTAL HUGO CHÁVEZ, que reafirmaban, sin prejuicio de clase o acomodaticios dogmatismos, el pensamiento universal que consagran los principios de la revolución mundial; tales como el MATERIALISMO HISTÓRICO Y DIALECTICO, así como LA LUCHA DE CLASES, los cuales le llevaron a admitir la historia de los pueblos, como LA HISTORIA DE LA LUCHA DE CLASES. Y Venezuela en los actuales momentos no puede ser la excepción. Su revolución, si es verdadera, entre otras cosas novedosas que aporta la dialéctica revolucionaria a la Revolución Bolivariana, debe profundizar su lucha en la agudización de la lucha entre las dos clases fundamentales y antagónicas del capitalismo: LA BURGUESÍA Y EL PROLETARIADO.
Ahora bien. Este preámbulo viene porque en el ambiente político nacional, preferentemente en el campo laboral, los sectores sociales pequeño burgueses alimentados en LA LOGICA DEL CAPITAL de los explotadores y apadrinados profesionales, técnicos, militares e intelectuales que vienen siendo ubicados por nepotismo, compadrazgo o espíritu de grupo en puestos de vanguardia en el gobierno bolivariano y en el aparato productivo del Estado; la emprenden hoy de manera descarada y retaliativa contra el movimiento de las y los trabajadores y sus organizaciones sindicales, pretendiendo DESCALIFICAR, SUBESTIMAR Y MINIMIZAR el noble e histórico PAPEL DEL SINDICATO en toda revolución social. Con sus prejuicios de clase desprecian al obrero y solo le manipulan como supuesto aliado en procesos electorales; ignorando que sobre sus hombros descansa el futuro económico y productivo de la Patria.
Por otro lado, ignoran también que EL SINDICATO, además de tener en Venezuela rango constitucional, es una categoría universal de organización de los y las trabajadoras, lo cual no puede ser desvirtuada por una minoritaria burocracia mercenaria y trepadora que ha logrado infiltrarse en las instituciones del Estado para lucrarse, en detrimento de los intereses de la masa trabajadora y de la revolución. Lo peor de todo es que en tan vulgar accionar de esta sociedad de cómplices, se empatan sin el menor reparo, altos funcionarios del gobierno del Pdte. Obrero NICOLAS MADURO, abanderados por el Ministerio del Trabajo y el Ministerio de Ciencia y Tecnología. No en vano el PRESIDENTE MADURO se ve en la imperiosa necesidad de hacer cuestión de honor su firme decisión de COMBATIR LA CORRUPCIÓN CAIGA QUIEN CAIGA en su actual gestión gubernamental.
Por supuesto que tal desviación de la burocracia corrupta endógena, es saludada, defendida y estimulada por la contra revolución, desde los escenarios de la desestabilización y el sabotaje que obcecadamente activa la derecha fascista a cada rato, pretendiendo detener el proceso irreversible de nuestra revolución.
Por otra parte, las y los trabajadores no podemos ni debemos dejarnos manipular o maniobrar por los patronos y sus agentes internos (planta) o externos (sociedad de cómplices), en nuestro legítimo derecho a organizarnos en SINDICATOS, CONSEJO DE TRABAJADORES(AS), DELEGADOS DE PREVENCIÓN, CONTRALORIA SOCIALES, etc. etc.; ya que todas estas instancias organizativas de acción obrera, en primer lugar fueron legados del accionar gubernamental del COMANDANTE INMORTAL; y en segundo lugar, porque tales iniciativas de organización del PODER OBRERO complementan entre sí su trabajo y en ningún momento y por ninguna razón sus relaciones habrán de considerarse antagónicas o diferentes; sino partes indisolubles que deben operar en UNIDAD DE ACCION en las actuales circunstancias revolucionarias que vive el País, para defender los derechos y libertades sindicales, así como también, para defender el patrimonio económico de nuestra revolución y todas deben responder en la lucha cotidiana, al ejercicio del PODER OBRERO, que una entidad de trabajo se ejerce a través de LA ASAMBLEA GENERAL DE LAS Y LOS TRABAJADORES, y en la cual se eligen los respectivos voceros y se decide quién es quién en cada uno de esos organismos, sin permitir por lógica independencia sindical, la injerencia patronal en sus decisiones democráticas.
Por último. Resumo. EL SINDICATO ES UN DERECHO CONSTITUCIONAL PARA EJERCERLO MIENTRAS SIGA VIGENTE EN LA CONSTITUCION BOLIVARIANA DE LA REPUBLICA DE VENEZUELA Y EN LA LEY ORGANICA DEL TRABAJO, LA TRABAJADORA Y EL TRABAJADOR (LOTTT); ASÍ COMO TAMBIÉN, MAS TEMPRANO QUE TARDE, LA AN HABRÁ DE APROBAR LA LEY ESPECIAL DE LOS CONSEJOS DE TRABAJADORES Y TRABAJADORAS; Y LA LOPCYMAT DEBE REIVINDICAR LOS DERECHOS DE LOS DELEGADOS DE PREVENCIÓN, PARA GARANTIZAR LA SALUD DE LOS Y LAS TRABAJADORAS.
CASIANO DÍAZ DURÁN / Valencia, 07-08-13
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