Aire fresco vuelve a ondear las banderas de cambio. La burguesía creyó que la imposición de Enrique Peña Nieto (EPN) iba a postrar al movimiento y tendrían el campo libre para implementar todas las contrarreformas que por años no había podido implantar. En los primeros meses parecía que, en efecto, esto iba a ser verdad.
El proceso molecular de la revolución
Poco antes de asumir el poder EPN, los partidos de la burguesía (PRI-PAN) votaron la reforma laboral y hubo muy poca oposición. Después, afianzaron los lazos políticos de todos los partidos “representativos” en la cámara de diputados y senadores bajo el Pacto por México, con esto querían asegurarse que la oligarquía tendría el terreno planchado para garantizar las reformas educativa, energética y hacendaría. Se arriesgaron a ir por todas las canicas y esto está comenzando a romper la tensa calma que se extendió después de la imposición.
Era un poco de esperarse que la reforma a la Ley Federal del Trabajo en general no se tradujera en grandes movilizaciones puesto que la mayoría de los trabajadores prácticamente ya se regían bajo las imposiciones violatorias a las leyes, otro factor es la situación de desempleo tan elevado que hay, y el hecho de irse a la lucha y perder lo poco que se tiene, no es alternativa, se prefiere mantener el trabajo, incluso con recortes a prestaciones y demás derechos. Pero el factor más decisivo fue la desmoralización que sacudió en los sectores más adelantados de nuestra clase cuando se decidió erróneamente no dar la lucha contra el fraude electora. Eso fue como una cubetada de agua fría al movimiento en general.
También era de esperarse que estas reformas alimentaran más las contradicciones, de por sí ya tensas, que se están generando en lo subterráneo de la clase obrera y sus familias. Marx le llama a este proceso el topo de la revolución. Las contradicciones que se van generando dentro del sistema (falta de empleo, educación, buenos salarió, falta de medicina, la violencia e inseguridad) no desaparecen, sino que se hacen cada vez mas inaguantables. Este proceso molecular de la revolución, más tarde que temprano, se tiene que expresar abiertamente y de esto hemos estado viendo muchas muestras, cada vez más desafiantes y seguras.
Todas esas tenciones contenidas se están comenzando a expresarse. Dentro del movimiento hay capas que han sacado conclusiones más adelantadas que las demás, particularmente este proceso de toma de conciencia lo podemos ver en tres sectores y que en cada uno de los casos se ha ido acentuando y tomando forma.
La vanguardia desorganizada
En el terreno de la juventud la lucha del #YoSoy132 saco a las calles a una nueva generación de jóvenes que previo a la campaña electoral hicieron gala de su fuerza y resolución en la lucha. Este movimiento que comenzó en las escuelas privadas y rápidamente se contagió a las públicas, pero no se expresó en su esplendor dentro de las escuelas públicas por el calendario escolar, se convirtió en una revuelta callejera contra EPN. Toda una nueva generación demostró entender que no estaban dispuestos a aceptar pacíficamente el regreso del PRI y todo lo que este partido representa.
Dada la falta de una dirección y programa correcto, el movimiento derivó en fracciones de grupos pequeños, en algunos casos sectarios, que se han tratado de vincular al movimiento social sin mucho éxito.
De aquí se desprende una capa de jóvenes muy radicalizada que ha sacado ideas correctas -como por ejemplo el ubicar como verdadero enemigo al sistema capitalista, señalar que las reformas no van a traer un cambio verdadero y la necesidad de terminar con este sistema – pero que se ha alejado de la base, una vanguardia que se enfrenta con la policía y que está dispuesta a defender sus luchas con uñas y dientes. De aquí el amplio impulso que han tenido los grupos anarquistas y sectarios dentro de las universidades. Toda esta capa de jóvenes ahora se mueve hacia un callejón sin salida que es el ultra izquierdismo.
No son provocadores ni mucho menos, son compañeros honestos que no han tenido la paciencia, ni se les ha podido explicar la forma en la que se desarrolla el movimiento de masas. Nuestra tarea es ganarles a nuestra lucha, que sus demandas se liguen con las del pueblo. Un nuevo movimiento no va a pasar necesariamente por este sector, pero si van a ser un factor más en la ecuación y van a jugar un papel positivo o negativo según la capacidad de la dirección general para atender sus demandas.
El otro sector que es un ala de vanguardia se encuentra en las direcciones de los sindicatos que han estado bajo fuego del gobierno, desde los profesores de las secciones democráticas del SNTE como lo es la XXII de Oaxaca, la XVIII de Michoacán, la XIV de Guerrero y la VII de Chiapas; los trabajadores del incansable Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) y demás sindicatos independientes y de menor tamaño que han sacado conclusiones correctas de todo el periodo que significo el gobierno del PRIAN.
El sector sindical está ahora mismo dando un ejemplo emblemático de cómo se tiene que luchar en contra de las reformas estructurales y han puesto a la Ciudad de México de cabeza defendiendo sus derechos, el derecho a tener trabajo estable y digno. El SME ha sido sometido a duras pruebas de resistencia y en cada una de ellas han respondido de forma ejemplar, con su instinto de clase y solidario, nos han mostrado como se resiste y pelea hasta el final.
Por último hay un sector que se ha organizado en Morena, su composición es más “ciudadana”; por lo menos ese es el perfil que le quiere dar la dirección. En realidad en su interior hay amas de casa, esposas de trabajadores, trabajadores no sindicalizados –y sindicalizados también- muchos pequeños comerciantes y jóvenes, ex perredistas, etc. Aunque se le quiere dar una visión pluriclasista basta ver la composición de sus comités de base para darse cuenta de quienes conforman al partido desde abajo. Toda esta capa de gente viene aprendiendo a base de duros golpes, desde el 2005 han estado en las calles a lado de AMLO. Se han curtido en la lucha y son muy críticos frente a los proceso internos y externos a Morena.
Estos sectores no han dejado de luchar y están dispuestos a seguirlo haciendo, son los que ahora están en las calles y serán los catalizadores del proceso siguiente. Particularmente la lucha de la CNTE en contra de la reforma educativa y sus leyes secundarías están despertando nuevamente el ánimo de la lucha.
La lucha del magisterio en Guerrero
El primer síntoma de hartazgo claro que se manifestó en las calles lo pudimos ver en Guerrero con los profesores en contra de la Reforma Educativa. Esto no es ninguna casualidad, Guerrero está considerado uno de los estados más pobres del país y en donde la violencia ha llegado a síntomas alarmantes.
La llamada Reforma Educativa, no es más que una contrarreforma laboral, particularmente contra los sectores democráticos de la CNTE. Un ataque directo a la estabilidad laboral y la posibilidad real de quedar sin trabajo. Esto en un ambiente de miseria espantosa, aceptar la reforma educativa y sus leyes secundarias es permitir que cientos de miles de familias de profesores se vayan a la mendicidad.
Las movilizaciones en Guerrero rebasaron de forma muy clara al gobierno local y plantearon el odio que hay para todos los partidos políticos del régimen: fueron quemados los locales del PRI, PAN y PRD. Todo esto no es casualidad puesto que son los partidos que han estado impulsando las reformas integradas en el Pacto por México.
Los maestros en la calle demostraron que no solo ellos están hartos, se sumaron miles de trabajadores de diferentes sindicatos, estudiantes y pueblo en general. Una mención aparte merece la intervención de la policía comunitaria, la cual también se sumo a las movilizaciones respaldando totalmente las demandas de los profesores e incluso incursionando de forma armada a la capital del estado.
A pesar de que el ejército y los poderes estatales y federales declararon que no permitirían que la Policía Comunitaria entrara armada a Chilpancingo. En las movilizaciones de abril de este año, los maestros hicieron una valla a la policía comunitaria y entraron éstos últimos armados y sacaron de la cárcel a unos de sus dirigentes, esta acción, la toma armada de una capital del Estado, no se había vivido desde el periodo de la revolución mexicana.
La conformación del Movimiento Popular de Guerrero (MPG) fue un gran paso adelante pues en la práctica se integraban en un frente único de lucha todos los sectores dispuestos a luchar.
Estás movilizaciones también fueron aleccionadoras, sobre ¿Cómo van actuar los gobiernos locales y federales?. No es casualidad que precisamente sea Guerrero y Michoacán donde se están dando proceso de organización armada entre los sectores más pobres, no solo se debe a las tradiciones indígenas y organización comunitaria (que tiene su peso específico). Son dos Estados donde por años ha gobernado la llamada “izquierda responsable”, reformistas, que en medio de una crisis económica son totalmente incapaces de resolver mínimamente las necesidades de nuestro pueblo.
El Pacto por México significa el arrebatar la capacidad política, no solo a los diferentes partidos, sino incluso a diferentes gobernadores para poder actuar mínimamente independiente del Gobierno Federal. Es decir, que la burguesía oligárquica, por medio de sus títeres en el gobierno, asume prácticamente el control directo de los gobiernos estatales, por lo menos cuando éstos se encuentren al borde de la parálisis. En otras palabras la dirección política se concentra para enfrentar la andanada de movilizaciones y lucha.
La Policía Comunitaria
Uno de los factores que están causando asombro y respeto es la lucha de las comunidades indígenas, pueblos y comunidades rurales. El proceso de armamento, no solo para enfrentar la violencia generada por la supuesta guerra contra el narco, está desarrollándose en líneas insurreccionales. La explosión de comités de auto defensa en Michoacán y Guerrero plantea un aspecto central para el Estado capitalista, el monopolio de la violencia.
No todos los grupos que se arman son policías comunitarios, ésta última es resultado de una historia de lucha comunal y de autogobiernos indígenas, el derecho de autodeterminación les permite construir sus autoridades políticas e incluso policiales y jurídicas. Estas policías comunitarias existen desde hace muchos años, en el caso de Guerrero con la CRAC desde hace 17 años.
Pero lo que hemos visto recientemente en otras poblaciones de Guerrero, Michoacán y de menos manera en otros Estados de la República es un proceso de armamento de comités de autodefensa. A diferencia de los comunitarios, los comités de autodefensa no les rinden cuentas a las asambleas y son grupos de avanzada auto organizados que en algunas ocasiones defienden a las comunidades y en otras más son independientes, derivando en grupos de ajusticiamiento.
Este proceso de armamento desde las bases de los pueblos y comunidades rurales indígenas está plenamente justificado ya que el gobierno no ha tenido ningún interés de solucionar de forma real, ni el tráfico de drogas, ni la violencia que se desprende de esta. Lo que incita al armamento es la comprensión de que el Ejército y Policía Federal no van a resolver sus problemas y por el contrario, la incursión de cuerpos federales en sus comunidades generaliza la violencia, el despojo y violaciones a mujeres de las comunidades. Es decir que son un elemento de desintegración y sufrimiento.
Los argumentos que utilizan todos los plumíferos de la oligarquía, que son reproducidos por los medios de comunicación, es que son unos guerrilleros, que causan el caos y los tratan de confundir con grupos paramilitares y guardias blancas. Hay una campaña mediática para desprestigiarles y terminar con ellos lo más rápido posible.
Incluso hemos visto como la apuración del gobierno , es más por terminar con estos grupos de autodefensa o policías comunitarias que con los grupos del narcotráfico y la razón de esto es porque los carteles y sus grupos armados no cuestionan la autoridad de la burguesía como clase, es decir de su Estado. El proceso de armamento de los pueblos choca de forma directa con la lógica del monopolio de la violencia estatal y en este sentido choca con el brazo político del sistema capitalista.
Además utilizan una putrefacta doble moral, sancionan y criminalizan a los pueblos que se arman en legítima defensa y por el otro lado avalan y fomentan la creación de miles de empresas privadas que son contratadas por los empresarios para defender sus intereses y haciendo el papel de sicarios si es necesario. Aquí vemos claramente el sentido de clase de este problema del armamento, por un lado el gobierno permite y fomenta el armamento de la burguesía y empresarios para defender sus intereses y de clase, y cuando el pueblo se organiza y toma las armas se les sanciona y busca exterminar a toda costa.
Los grupos armados no tienen un futuro si no es al lado del movimiento de masas y en la lucha por demandas generales, como correctamente se ha hecho en Guerrero donde la Policía Comunitaria y la CRAC se ha manifestado por la lucha en contra de la reforma educativa, la energética y hacendaria. De esta forma las demandas más sentidas son retomadas por las comunitarias y al mismo tiempo ellas dan un ejemplo de cómo defenderse del gobierno, empresas mineras, grupos del narcotráfico, etc.
Aunque el gobierno los está atacando fuertemente el movimiento de masas que sostiene a las policías comunitarias no va a dejar que sea tan fácil. Para que el gobierno termine con este proceso tendría que masacrar a pueblos enteros que están defendiendo sus derechos, esto llevaría a un proceso de lucha mucho más generalizado. Esto lo hemos visto en pequeña escala con lo que sucede en Tixtla, cuando el gobierno secuestra a la compañera Pastora, dirigente de la política comunitaria, y días después 300 comunitarios toman el palacio municipal, desarmando a la policía local y prácticamente hacen suya la ciudad. Estos ejemplos seguramente se repetirán pero tiene que ser acompañados por movilizaciones de masas para minimizar una posible represión del Estado.
La lucha magisterial en el DF
La lucha magisterial ha ido en franco crecimiento. Una vez presentada las leyes secundarias sobre la reforma Educativa y se estableciera de forma clara el proceso en el cual los profesores podrían ser despedidos por los criterios de evaluación, totalmente fuera de la realidad para algunas comunidades, no se ha frenado la movilización.
El paro de labores y un pequeño plantón se mantuvo desde julio, el gobierno pensaba que eso era a lo máximo que podían llegar los profesores, sin embargo las últimas dos semanas han puesto patas arriba la ciudad de México y han dado muestras de que no van a ceder.
No solo ha crecido el plantón por grupos de los diferentes estados de la republica sino que han mantenido movilizaciones prácticamente diario y han rodeado la cámara de diputados, de senadores, y han ido hasta el Salón “Centro Banamex” –donde los diputados se fueron a esconder y votar dos de las leyes secundarias- y cercando todo el zócalo y calles aledañas. Se han enfrentado con la policía y estuvieron a punto de entrar a la cámara de diputados.
El viernes 23 tomaron las entradas del aeropuerto internacional Benito Juárez, se han desarrollado cercos a Televisa y han marchado hacia los Pinos . En asamblea, las secciones más grandes como la de Michoacán y Oaxaca, han decidido marchar el 1 de septiembre, cuando el presidente tiene que dar su informe de gobierno y es muy posible que estén en la asamblea masiva del 8 de septiembre con AMLO.
Esta lucha de los profesores es la primera muestra seria de que el gobierno se le puede doblegar. No importa que tan fuerte se vea el PRI en el gobierno, cuando los trabajadores toman las calles y deciden luchar e ir hacia el frente, no hay ni ejército y policía que los detenga.
Aunque los medios de comunicación de la oligarquía han desatado una campaña brutal de linchamiento hay una gran simpatía por su lucha, no solo de compañeros de Morena y otros sindicatos combativos. En general en las universidades y plazas públicas podemos encontrar un ambiente a favor de la lucha magisterial. Esta es la antesala de las grandes movilizaciones contra la reforma energética y hacendaria donde se moverán organizaciones sociales y el Morena.
La reforma Energética, el catalizador
No hay duda que la oligarquía y el imperialismo pensaba que aprobar las reformas sería un día de campo, no calcularon bien el ambiente tan tenso que hay, como un volcán que está a punto de hacer erupción.
Este intento de modificar la constitución en sus artículos 27 y 28 para permitir a la iniciativa privada para invertir en Pemex y con esto comenzar, o reforzar, un proceso de privatización; el reformar su régimen fiscal para que entregue menos impuestos al estado y que estos paren en manos privadas; y el formalizar la creación de electricidad por la iniciativa privada, son una verdadera condena a un país que recibe el 40% de sus ingresos del petróleo.
Esta reforma implicaría de forma directa el encarecimiento del precio de la gasolina y la electricidad, el aumentar el IVA, el grabar con IVA a medicinas, alimentos, transporte público, libros y colegiaturas. Es decir que sería una reforma para transferir dinero que ahora sirve el estado y se invierte en gasto social, educación, salud y pensiones a manos privadas. Mientras que se encarecerían todas las mercancías de primera necesidades de nuestro pueblo para conseguir más impuestos para el estado. Es un ataque directo a nuestro pueblo, a los trabajadores y familias.
Esta reforma no tiene oponentes en las cámaras parlamentarias, con los votos del PRI-PAN-PV-Panal, es más que suficiente para aprobarla. La tarea en detenerla pasa de forma directa a las calles. El PRD, PT y MC no juegan ningún papel independiente en esta situación, muestras que el PT va a las calles junto con Morena, el PRD ha querido disfrazar su entreguismo con una consulta para el 2015.
La respuesta más contundente a esta iniciativa de reforma la ha dado Morena, oponiéndose de forma clara y planteando la primera gran asamblea el 8 de Septiembre en el zócalo, las organizaciones sociales y sindicales han planteado la fecha del 12, algunas organizaciones estudiantiles y el #YoSoy132 el primero. Esta lucha puede ser el catalizador que despierte un gran movimiento que pueda echar atrás las reformas e incluso den un duro golpe al gobierno de Peña Nieto.
La unidad es una de las claves de la coyuntura
Aunque las diferentes fuerzas en lucha tienen demandas muy particulares, la clave para poder avanzar en la defensa de nuestros derechos y el petróleo es la unidad en las calles, el frente único. Hay tendencias que apunta hacia esa unidad, hay otras fuerzas que por su sectarismo o reformismo apunta al lado contrario.
En el caso de algunas organizaciones estudiantiles y sindicales reúsan de forma categórica una lucha junto a Morena, por el otro lado la dirección de Morena prefiere buscar alianzas con fantasmas del pasado como Cuauhtémoc Cárdenas que con las bases del magisterio u organizaciones estudiantiles por considerarlas violentas.
Cada una de la organizaciones, tanto políticas como sociales o estudiantiles, tienen métodos de lucha que en algunos casos se contraponen pero eso no quiere decir que no se pueda acordar un plan único de lucha en el cual todos puedan tener y mantener sus puntos de vista, movilizaciones particulares o sectoriales, pero que nos pongamos de acuerdo para golpear juntos a una hora y el mismo día.
La unidad no implica desaparecer las organizaciones, sino organizar las agendas de todas éstas para unificar un plan de lucha. Esto tiene que pasar por una defensa a los derechos de los profesores, la defensa de las policías comunitarias, contra la criminalización de la juventud, contra la reforma energética, etc.
Si somos capaces de organizar movilizaciones, cierres de carreteras, bloqueos a las cámaras de “representantes”, paros estudiantiles o incluso un paro general, esto sin ninguna duda detendría al gobierno en su intento privatizador y debilitaría fuertemente la política del Pacto por México.
Un plan de lucha para detener los ataques y echar a Peña Nieto
Un plan de lucha necesariamente tiene que pasar por hacer actividades que estén en sintonía con el ánimo de las masas. Un movimiento tiene dinámicas y si se genera una de lucha intensa sería un error grave limitarlo a simples cierres de calles o avenidas. Si el ambiente no es tan bueno plantear tareas que nos rebasen solo debilitará aun más el movimiento.
El plan se ajusta al ambiente y por lo que hemos visto las organizaciones sociales y las bases de Morena van a estar dispuesto a ir hasta el final. Andrés Manuel López Obrador va a tener la posibilidad de hacer que este movimiento vaya adelante o limitarlo según las propuestas de plan de acción que realice el próximo domingo 8 de Septiembre.
Las organizaciones sociales tienen una dirección propia, pueden y deben empujar a la izquierda a las bases de Morena. Este proceso es dinámico y puede tener grandes repercusiones que ni siquiera las direcciones se lo imaginen.
Lo que sí está claro es que se pueden planificar desde tomas de edificios públicos, bancos, paros en las escuelas y centros de trabajo y al mismo tiempo bloqueo de carreteras. Tenemos que aspirar a parar al país con un paro de 24 horas, buscar desestabilizar la estructura económica de la oligarquía. Sabemos que no es fácil pero solo medidas contundentes pueden lograr frenar a los priistas.
La conformación de comités en barrios, escuelas y centros de trabajo es elemental para mantener la lucha organizada y extenderla, esa debe ser una de las primeras tareas, después contra informar para contrarrestar los medios oligárquicos y al mismo tiempo ir sumando en las calles.
Los profesores han abierto el camino y al lucha contra la reforma energética puede ser el catalizador que desborde toda la rabia contenida. SI el movimiento agarra fuerza podemos no solo aspirar a frenar las reformas sino a ir por la cabeza de Peña Nieto, esto solo lo sabremos en el transcurrir de la lucha. Tenemos que estar preparados para grandes movilizaciones donde nuestra clase trabajadores, nuestros jóvenes, campesinos y el Morena puedan demostrar que un cambio a este sistema es posible.