SYRIZA no es un fenómeno griego,
SYRIZA es uno de los pocos
signos de esperanza para toda Europa.
Slavoj Zizek
Sin duda, en el caótico contexto europeo, ha sido Grecia el país que se ha llevado la peor parte. Los recortes y medidas impuestas desde fuera por la Troika (Fondo Monetario Internacional, Banco Central Europeo y la Comisión Europea) han sido devastadoras tanto para la economía como para las condiciones de vida de la clase trabajadora griega. El PIB ha estado en caída los últimos 6 años, para 2013 se estima una caída del 5%. La tasa de desempleo ronda entre el 28% y 30%, entre los jóvenes se calcula alrededor del 62%. El umbral de pobreza de la población es de cerca del 30% (4 millones aproximadamente y va en aumento).
El pueblo griego se vio traicionado, en un primer momento, por el Movimiento Socialista Panhelénico (PASOK) partido supuestamente de Izquierda que comenzó con las medidas impuestas por la Troikay que posteriormente negoció con la derecha la formación de un gobierno de coalición para seguir con el plan de saqueo de Grecia. En un segundo momento, a través de Nueva Democracia, partido de la derecha griega, se ha continuado con la política de disminución del gasto público, despidos masivos y empobrecimiento masivo.
Ante tal panorama ha sido Syriza, organización que comenzó una coalición de grupos de Izquierda encabezados por Synaspismos, una escisión del Partido Comunista Griego – KKE, quien ha ofrecido una plataforma de lucha contra la Troika y por medidas de cambios “radicales” para revertir el desastre griego. Sin embargo, en el último periodo, con el ascenso electoral y de adherentes de Syriza, la burguesía europea ha tratado de influir en la organización, particularmente en el ala moderada liderada por Alexis Tsipras, que ha comenzado a suavizar su discurso con el objetivo de poder alcanzar la meta de llegar al poder.
El peligro para Grecia reside en que, de no darse una lucha por un partido combativo, de clase y con un programa revolucionario, Syriza caerá bajo la estela de partidos reformistas que sirven de muleta izquierda al capital, lo que implicaría más ataques y sufrimientoal pueblo griego.
Syriza, un breve recuento
Nacida en 2004, la coalición surgió como parte del proceso de rupturas al interior del KKE, donde surgió Synaspismos, así como la coalición con grupos que cubren gran parte del espectro político de Izquierda, desde el reformismo, hasta organizaciones que se reivindican marxistas y revolucionarias.
La confluencia de las organizaciones que hoy integran Syriza no fue casual, sino que se dio producto de los encuentros en movilizaciones y acciones contra los embates de la derecha que desembocaron en el Foro Social de 2004 y posteriormente la creación formal de Syriza.
De la corta, pero turbulenta trayectoria de la Coalición de la Izquierda Radical, puede afirmarse que ha sobrepasado hasta ahora pruebas realmente difíciles, desde las caídas en preferencias electorales hasta el segundo lugar en las últimas elecciones en 2012 que, de haber ocurrido una alianza entre el KKE y Syriza, pudieron haber ganado los comicios electorales. Sin duda la salida del ala socialdemócrata de la Coalición en 2010 también coadyuvó en la fortificación de Syrza como partido de Izquierda.
La lucha contra la Troika
La principal característica de Syriza, comparativamente hablando con los otros grandes partidos nacionales en Grecia, radica en plantear la necesidad de ir contra las medidas impuestas por la Troika europea, es decir, acabar con despidos masivos, acabar con los recortes al gasto público, renegociar la deuda griega (aunque en realidad lo necesario es establecer una negativa al pago de la deuda contraída por la parasitaria burguesía griega), así como impulsar un movimiento de los países del Sur de Europa contra la crisis que afecta a la zona y donde dichos países han sido los más afectados por las medidas draconianas impuestas desde fuera.
La burguesía griega, aliada al imperialismo alemán y norteamericano, no ha dudado en atacar a Syriza usando todos los medios a su disposición. Los ataques han ido desde el uso de los medios masivos de comunicación, donde se tilda a Syriza de una opción política perfecta para agravar la crisis, hasta los últimos ataques equiparando a la Coalición con el partido neonazi Amanecer Dorado, afirmando que ambos son los dos lados de una misma moneda.
Es necesario indicar que, mientras estos ataques se han realizado, los dirigentes de Syriza no han estado a la altura de las circunstancias, por ejemplo, proponiendo otro tipo de medidas más allá de los ya recurrentes paros y huelgas generales de 24 o 48 horas que han dejado de funcionar como una herramienta de lucha y más bien se han convertido en instrumento de desgaste de la clase obrera. Adicionalmente, el progresivo giro a la derecha ha generado un ambiente de crispación en las bases que no observan con buenos ojos la idea de un “pacto de salvación nacional” o formar una coalición con quienes los llevaron a la crisis, sino que buscan una salida fuera del sistema que los ha sumido en la miseria y la opresión.
Primer Congreso y las perspectivas de lucha
El Primer Congreso de Syriza, entre el 10 y 14 de julio de este año, significó el momento de unificación (sin eliminación del derecho de fracción) por parte de las múltiples organizaciones que conforman a la Coalición. Sin embargo, y a pesar de la expectativa en el Congreso, éste estuvo marcado por el continuo giro a la derecha por parte de la dirección, particularmente en lo respectivo a renegociar la deuda, negar la necesidad de nacionalizar los bancos, comenzar a crear vínculos con la burguesía y tener una posición ambigua ante las necesarias medidas contra la Troika para el mejoramiento de las condiciones de vida del pueblo griego.
Durante el Congreso, la Tendencia Comunista, enclave de Syriza que defiende los postulados del marxismo revolucionario, señaló continuamente y presentó un documento bajo la necesidad de llevar a cabo una lucha decidida contra la Troika y sus aliados burgueses (http://goo.gl/2DHq7p). No es posible confiar en los que -como el mismo Tsipras ha señalado- han causado una crisis humanitaria en Grecia, la burguesía debe ser expropiada, las deudas espuriamente contraídas desconocidas y los recortes eliminados.
A pesar de que, a partir del Congreso,Syriza ha salido fortalecida, el giro a la derecha de la dirección es un punto que puede perfectamente dinamitar a la Coalición como una opción real de transformación de las condiciones de vida de la clase trabajadora griega. Por otra parte, también el sur de Europa cuenta con que Syriza pueda desarrollar acciones contra la Troika que puedan servir como catalizador en sus respectivos países; una posible dimisión ante la burguesía minaría seriamente a las bases que observan (quizá de forma ingenua pero genuina) a la Syriza como un modelo a seguir para la acción en sus respectivos países.
Lecciones para la Izquierda
La dicotomía “esperanza” o “trampa” para la clase trabajadora no puede ser resuelta de forma mecánica, sino que tiene que realizarse dialécticamente. Los trabajadores aprenden de su experiencia, hasta ahora, la confianza en Syriza y su dirección, se da a partir de que se ha mostrado contraria a los partidos burgueses que se han vendido al imperialismo alemán, sin embargo, eso puede modificarse rápidamente hasta convertirse en su contrario.
Por otra parte, si la dirigencia comienza a intenta pactar con la burguesía, es necesario que las bases realicen decididamente agitación y lleven la lucha interna contra esa nefasta práctica. Para la clase trabajadora, apoyarse en liderazgos que por momentos resultan radicales es positivo, sin embargo, en el largo plazo, no fortalecer cuadros, impulsar su programa para conquistar al conjunto de las bases y mantenerse bajo los límites de las reformas, dentro de un sistema que se cae a pedazos, es enterrarse políticamente a sí misma.
El futuro para Grecia, así como para Europa, puede ser mejor o peor. Lo anterior depende de hacia qué lado se inclina la balanza de la lucha de clases. Hasta ahora, a pesar de los grandes pasos dados por Syriza, parece que la balanza comienza a inclinarse más hacia la burguesía. Si la dirección comienza a ser absorbida por la burguesía, bajo un proceso detransformismo , la clase trabajadora no tiene otra opción que rebasar a esa dirección y ponerse al frente de la lucha con un programa revolucionario de clase.