La toma del municipio de Nueva Italia y el intento de avanzar sobre Apatzingán por parte de las autodefensas y guardias comunitarias, feudos importantes del narcotráfico en Michoacán, prendió focos rojos y de alarma al régimen. De inmediato el gobierno federal anunció el «Acuerdo para el Apoyo Federal para la Seguridad en Michoacán», cuyo objetivo principal es: «aplicar la ley de manera rigurosa e indiscriminada contra los que porten armas de manera ilegal», la primera acción del acuerdo fue desarmar a las guardias comunitarias y autodefensas, lo que provocó el enfrentamiento contra las fuerzas federales, el resultado: ningún narcotraficante fue detenido y molestado, se habla de 4 integrantes de las autodefensas y comunitarios asesinados a manos del ejército.
El significado de las autodefensas y guardias comunitarias
El 24 de Febrero de 2013 surgen y se extienden las autodefensas y las guardias comunitarias en el Estado de Michoacán, según sus propios dirigentes toman como punto de referencia a la comunidad de Cherán y la Policía Comunitaria de Guerrero para hacerle frente a los hampones y sicarios del narcotráfico.
Los pobladores de los municipios de Tierra Caliente estuvieron durante años a merced del crimen organizado, ganaderos, campesinos, profesionistas, trabajadores, comerciantes, soportaron secuestros, asesinatos, extorsiones; la respuesta del Estado no sólo fue nula sino cómplice. La pugna política desatada entre políticos del PRI y el PAN, particularmente entre la hermana del ex presidente Felipe Calderón y el actual gobernador del PRI Fausto Vallejo, reveló que altos y bajos funcionarios del gobierno de Michoacán están coludidos con las bandas del crimen organizado.
El hartazgo de las comunidades se expresó en el surgimiento de las guardias comunitarias y comités de autodefensa, armados en un primer momento con rifles, machetes, palos, intentaron recuperar la paz y tranquilidad para sus familias y comunidades. Podemos leer las declaraciones de algunos dirigentes regionales de las guardias comunitarias y autodefensas, podemos entender el surgimiento y la rápida extensión de estos: «ya estamos cansados de vivir humillados», se reitera una y otra vez en entrevistas y declaraciones. Rápidamente se fueron conformando y extendiendo estos grupos a 14 municipios, el rápido avance de sectores de la población armados, puso en rojo las luces de alerta del gobierno.
Los pobladores y comunidades en armas, ponen entredicho el monopolio exclusivo, que tiene el Estado burgués para ejercer violencia y autoridad, aunque esa «autoridad» del Estado sea ineficaz para acabar con el crimen organizado en Michoacán y a nivel nacional. El pueblo armado mediante las guardias comunitarias y autodefensas hizo mucho más en el combate al crimen organizado en menos de un año, que los operativos militares y policiacos de gobiernos de distinto color durante 12 años anteriores.
De esto se desprende una conclusión lógica: si el pueblo y las comunidades en armas pueden resolver sus problemáticas, comenzando por el de la inseguridad, sin intervención del Estado burgués, incluso éste ha sido un obstáculo para vivir dignamente, no lo necesitamos. Esto el régimen lo entiende, de ahí su respuesta hacia los comunitarios y autodefensas.
Mucho se ha escrito sobre esto, algunos incluso han afirmado si no se trata de una estrategia del propio gobierno priista para formar grupos paramilitares, la respuesta la encontramos en la realidad misma y no haciendo comparaciones erróneas con otros fenómenos de diversos países. Estos comentarios provienen de una desconfianza a nuestro pueblo y la posibilidad de que las comunidades, los estudiantes o trabajadores nos podemos auto organizar y hacer frente a esta podredumbre. Como esto se cree imposible entonces se recurre a todo tipo de elucubraciones imaginarias y maniobras burocráticas desde las cúpulas.
Sin duda el movimiento de las autodefensas es contradictorio, muchos sectores de la sociedad intervienen en él, ellos mismos han declarado que la integran, campesinos, productores agrícolas, comerciantes, trabajadores, estudiantes, incluso algunas autoridades comunitarias y municipales; el objetivo central es la de combatir la delincuencia organizada, han tomado municipios y comunidades, han realizado asambleas populares, le han arrebatado armas a los hampones y con esas mismas han armado al pueblo. En un primer momento existió cierta confianza hacia el Estado, al ejército, la policía federal e incluso sobre algunas autoridades, la experiencia misma los ha llevado a sacar conclusiones importantes: confiar en sus propias fuerzas. La traición de la policía y el ejército, de las propias autoridades, presidentes municipales han realizado incluso marchas en contra de los comunitarios y autodefensas y han dejado actuar de manera impune a los delincuentes.
Aunque es un movimiento contra el crimen organizado y no contra el régimen, los pobladores de Tierra Caliente han aprendido más en estos meses sobre lo que es el Estado y la eficacia de la organización popular, y esas son lecciones peligrosas para el régimen y lecciones valiosas para el pueblo y los trabajadores. La respuesta al gobierno estatal y federal, de un sector de los pobladores armados es clara: no dejaremos y no entregaremos las armas.
De qué lado se encuentre el gobierno
El Acuerdo Federal para la Seguridad en Michoacán incluye 5 puntos básicos:
– El gobierno federal se encargará de la protección de los habitantes de Michoacán
– Se realizará una inversión de $250 millones de pesos para la seguridad en el Estado.
– Se capacitarán a nuevos policías y se invita a las guardias comunitarias y las autodefensas a integrarse.
– Se aplicará la ley de manera rigurosa e indiscriminada contra los que porte armas de manera ilegal.
– Habrá una presencia importante de elementos del ejército y la Policía Federal.
El «Acuerdo» es un mensaje claro para los pobladores armados, no para los delincuentes, la primera acción fue el intento de desarme de las guardias comunitarias, lo que ya ha provocado algunos enfrentamientos e incluso muertos. Nada se ha hecho en contra de los delincuentes que han incendiado autobuses, negocios, han bloqueado carreteras, no se ha detenido a un sólo narcotraficante de renombre, el «acuerdo» tiene destinatario y objetivo: el desarme y el aplastamiento de las autodefensas y las guardias comunitarias.
El gobierno intentará sin duda comprar y corromper a algunos de los dirigentes, para provocar división y desmoralización entre las comunidades, el llamado a integrarse a la policía es una primera muestra. Cualquier acercamiento o pacto con el gobierno federal, acabará con lo que se ha conseguido en estos meses y la violencia, delincuencia, secuestros, extorsiones, asesinatos, regresarán; las bandas del crimen organizado buscarán venganza en contra de los que se atrevieron a desafiarlos, los gobiernos locales, estatales y federal dejaran a merced del crimen organizado a los pobladores de Tierra Caliente.
Hacia donde avanzar
Por eso es positivo la negativa a la entrega de las armas, y negarse a pactar con el gobierno federal, seguir confiando en las propias fuerzas del movimiento, en el pueblo y las comunidades, recuperar el terreno perdido y recuperar el plan inicial, avanzar hacia Apatzingán y Morelia, acabar con la delincuencia organizada y los gobierno que los protegen. Convertir el sentimiento natural de odio hacia la delincuencia organizada y hacia quien los protegen en un programa que asegure el fin del narcotráfico y todo lo que representa. Incautar los bienes y propiedades del narco, de los políticos y empresarios que los protegen, denunciar y sustituir a las autoridades vinculadas con el crimen organizado por representantes populares surgidos en asamblea del pueblo o comunidad. Vincularse a los movimientos sociales y populares a nivel local y nacional, desconfiar de cualquier pacto con el gobierno local o federal, confiar, como hasta ahora sólo en el pueblo.
El narcotráfico está plenamente vinculado con el poder político y económico en algunas regiones, no se puede acabar con el sino trastocamos ese poder. Cuando el gobierno de Michoacán habla de orden y paz, se refieren a la paz de los cementerios, donde el pueblo siga enterrando en silencio a sus víctimas y la delincuencia organizada siga actuando de manera impune.
Las autodefensas y las guardias comunitarias nos han dejado una gran lección: sólo el pueblo puede salvar al pueblo y son una expresión de los grandes acontecimientos sociales en el que nuestro pueblo y los trabajadores serán los grandes protagonistas.