Si algo es innegable en estos 15 años de revolución en gobierno, es que el gran constructor y edificador de los nuevos tiempos de cambios, nacionales, regionales y mundiales, lo fue y lo es aún Hugo Rafael Chávez Frías; creó en su tiempo de vida presente todo un ideal basado en el humanismo real y sin vericuetos de politiquerías y mañas partidistas, le hizo desafiando a todo un poder maléfico que por siglos dominó y direccionó los destinos de la población mundial hacia sus intereses de clases provenientes del monarquismos, el latifundio, la oligarquía y la burguesía reinante, que por naturaleza es: parasitaria, explotadora, esclavistas, anti-humana y que dejó como resultante ideas adversas y fetichistas tales como: Un fascismo y nazismo, que conduce al sado-masoquismo para arruinar todo lo viviente, convertirle en materia muerta, plena del caos y de la desorientación de la conducta humana pertinente.

La revolución del pueblo venezolano inscrita en el bolivianismo robinsoniano, traída y sacada del foso de la historia, de esa cárcava, donde los felones le enterraron después del 17 de diciembre de 1.830 y que con amor nacionalista, regionalista y mundialista el magnánimo Comandante Supremo le resucitó para preñarle de la baquía popular, es hoy, el diario rutinario de toda una nación-país que dejó de ser extraordinaria para un grupúsculo opresor y se magnificó sin distingos ni desigualdades ante su pueblo. Imposible vedar, que tras vientos y mareas en la lucha por la reconquista del Poder Popular, sean han logrado y superado avances cognitivos en el orden socio-político-económico, y ni hay para que enumerarlos, son del dominio público, de usanza y vivencia habitual, no se puede tapar el sol con un dedo, es una realidad que deslumbra al mundo, nuestra constitución es única e insuperable, y no, porque no se pueda, sino porque no se quiere. Nosotros vamos en avanzada contigua, tenemos un proyecto de país, tenemos un proyecto de ideal, ambos hecho ley orgánica, que nos legó el gran hijo ilustre de esta revolución, es la guía inviolable y es el todo de esta revolución bonita.

La perfectibilidad llega a ser un oscurantismo cuando se pretende poner en práctica; aciertos y desaciertos conforman el rol de lo que significa la lucha por el objetivo colectivo, la diversidad nutre, amplía y expande la grandeza del ser y su convivencia comunal; otra, o fuera de ella, burla y mal propone lo que vendría a ser la desgracia del alumbramiento de los pueblos, sólo de él, nacen sus verdades y, aun así, no son de perfectibilidad única ni especial ni de su autoría perfecta. Su bondad está en su naturaleza social y en desprendimiento del ego mutante e inestable que le conduce al ser al oprobio de creerse individual, y de profesarse “dios”, mal de la humanidad.

A esta revolución no se puede negar que ha hurgado en las raíces de la miseria para extraer a su pueblo de ese recóndito infernal en que le sumió una clase “pudiente” con origen de orilla colonialista, y que se enquistó en el poder independentista que Bolívar nos dejó como herencia tras 47 años de lucha que significó su existencia terrenal; una oligarquía burguesa, apátrida, felona, entreguista, parasita y genuflexa a otro imperio, así, le pretende ocultar con su mediática, mas, con el correr y la praxis, el pueblo ha aprendido a aprehenderse y a descifra los código de engaño. El bombardeo anti-verdad de medios nacionales e internacionales de la derecha y ultra derecha, es inescrupuloso y desmedido; allí, consiste uno de nuestros desaciertos y, por mucha organización de nuestro pueblo, no se le ha instruido al respecto y de cómo es qué se refutan las afrentas anti-revolucionarias, innegable que hemos avanzado y crecido, pero no es suficiente ni contra-ofensivo; a la pasividad se le saca provecho político y sus dividendos deben sumar a la causa en constancia, eso es, un pueblo en el todo público, en el poder proactivo y sin las comiquitas de algunos dizque dirigentes, gobernantes y ministeriales que infringen el legado del Comandante Supremo Hugo Chávez. A eso, hay que meterle ojo y dejar de hacerse de la vista gorda ante tan graves consecuencias que nos trae esta anomalía revolucionaria. Si queremos minimizar la larga distancia que nos toca recorrer para el desplome del sistema que aún nos afecta, es recomendable que nos desliguemos del amiguismo, el arribismo y del oportunismo que nos asecha; de no hacerlo, seguiremos caminado y pisando por el filo de la navaja, y eso, desangraría a la revolución, sería el fin y la derrota contundente.

Por un lado la fatua felonía vanguardista opositora y derechista, no cesa en sus intenciones y directrices imperiales de su amo gringo, pero a esa le vemos, le seguimos y le anulamos; insisto, el peligro está más, en la invisibilidad del interior de la casa, los descarrilados, desobedientes e indisciplinados y los infiltrados, gozan de prebendas de un poder que no les pertenece; se les elige y se les da cargo para que gobiernen con y para el pueblo, otra no hay, cualquier duda al respecto consúltese la CRBV y cualquier discurso del Gigante de Gigantes Hugo Chávez; y les aseguro que más claro no hay dos. Se sabe de la prudencia que debemos practicar, pero es insólito que se aprovechen de ella para conspirar, espiar, traicionar y de paso lucrase del monetario y del poder.

La distancia al cambio que estamos construyendo la ponemos nosotros, hemos alcanzado tiempo y espacios políticos preciosos; no echemos por la borda las conquistas por complacencia inútiles y estériles al individualismo, eso sería una gran traición a Hugo Chávez, a sus esfuerzos y al sacrificio que nos dio con su vida. ¡¡¡¡Chávez Eterno!!!