El movimiento ha perdido a un gran luchador. Camilo Cahis sucumbió a su enfermedad mental en la noche del pasado sábado 25 de abril. Nosotros, sus compañeros, estaremos siempre en deuda con él.
Camilo era un hombre muy gentil, tímido, modesto y humilde. También fue intensamente inteligente y capaz de elevarse sobre sí mismo en el papel que había asumido como dirigente de la sección canadiense de la Corriente Marxista Internacional. Lamentablemente, no había suficientes personas que conocieran su nombre o su papel. Estaba destinado seguramente a convertirse en una importante figura en las luchas por venir.
El hecho de que poca gente, aparte de los marxistas de Fightback y de la Corriente Marxista Internacional, conociera su nombre no fue accidental. Camilo evitaba activamente ser el centro de atención. Asumió su papel como un deber hacia la lucha de la clase obrera y de los oprimidos. Él tenía un desprecio saludable por la política personalista y de prestigio, tanto en general como en individuos que él veía más preocupados por sus carreras, posiciones, y egos, que por las necesidades del movimiento. Recuerdo cuando le explicaba que en el movimiento siempre hay personas que se convierten en figuras con autoridad, como resultado de su trabajo pionero en la construcción de las fuerzas del marxismo y por medio de su comprensión de la teoría marxista y su capacidad para transmitir esto al movimiento en su conjunto, lo que ayuda a la organización a llegar a más trabajadores y jóvenes. Pero él no se veía a sí mismo en este papel, aunque en la sección canadiense de la CMI claramente sí lo jugó. Los políticos canadienses podrían aprender mucho de la humildad y del anti-carrerismo de Camilo Cahis.
La primera vez que vi a Camilo fue en 2003 en Vancouver, durante una huelga de profesores auxiliares de la Universidad de Colombia Británica. Había crecido en una familia de revolucionarios chilenos que escaparon de la dictadura de Pinochet. La generación de Allende padeció las cicatrices de la derrota histórica de 1973, pero muchos de sus hijos pasaron a jugar un papel importante en las luchas actuales. Camilo era uno de estos hijos.
Se unió al club UBC NDP, del Nuevo Partido Democrático (Laborista), y aquí fue donde nos conocimos. Al principio, era muy escéptico hacia los marxistas. Esta era su costumbre. Siempre fue muy cauto y escéptico sobre nuevas ideas y planes, sólo para convertirse en su defensor feroz una vez que él había puesto la idea nóvel a una prueba suficientemente rigurosa. Se dice que a veces los revolucionarios son las personas más conservadoras. Esto me causó un sin fin de frustraciones en los últimos años ya que inicialmente se resistía a las nuevas ideas de las que yo estaba apasionadamente convencido. Sin embargo, llegué a respetar e incluso depender de su cautela, aunque me tomó algunos días extras ganarlo para nuestras ideas. Su cautela a menudo nos salvó de errores costosos, o señalaba oquedades en concepciones que eran ampliamente correctas pero con debilidades en sus detalles.
A Camilo le encantaba el buen vino, y era un experto en el tema debido a su experiencia de trabajo en una tienda de vinos. Por desgracia, su bodega sufrió en los últimos años, ya que la vida de un revolucionario profesional no ofrece muchos lujos. Pero de vez en cuando sacaba a relucir el comentario sobre una botella que era el maridaje perfecto para una comida o para mencionar su complejidad asombrosa. Le encantaba visitar las bodegas de la región del Niágara y era muy obstinado sobre lo que debería ser la política socialista correcta en la distribución de licor que no destruyera las pequeñas producciones artesanales, de las que era tan apasionado. Los comunistas no nos oponemos a las cosas buenas de la vida; nos limitamos a creer que todo el mundo debería poder acceder a ellas. Camilo estaba orgulloso de su herencia chilena, y bromeaba acerca de su «desviación nacionalista» cuando colocaba una bandera de Chile encima de su escritorio en la nueva oficina de Fightback. También pretendía añadir la bandera del Toronto Maple Leafs [equipo de hockey de Toronto] y fue víctima de muchas bromas de buen carácter sobre el apoyo a las causas perdidas. No estaba claro si quería la bandera para apoyar a un equipo perpetuamente perdedor o para irritar a nuestros camaradas de Montreal, seguidores del equipo Montreal Canadiens. A pesar de su porte adusto, solía reír como un niño pequeño cuando se le ocurría una nueva broma.
Camilo desempeñó un papel principal en la campaña internacional “Manos Fuera de Venezuela” y fue responsable de la defensa de la revolución en infinidad de ocasiones, mientras que educaba a los trabajadores y jóvenes en la necesidad de una revolución, no sólo en América Latina, sino también en Occidente. Le gustaba citar a Chávez, diciendo que la mejor manera de apoyar a la revolución bolivariana era construir las condiciones para la revolución en casa.
Tuve el honor de trabajar mano a mano con Camilo como mi colaborador y compañero más cercano en los últimos 10 años, y los últimos 5 como compañeros de trabajo. Él crecía en su papel día a día. Su timidez le presentó inicialmente barreras para hablar en público, pero su inteligencia y comprensión de la importancia del medio le llevó a convertirse en un orador perspicaz que dejaba un impacto en la audiencia.
A pesar de su experiencia, no había dejado de aprender. Si no hubiera sido tan cruelmente alejado de nosotros, estoy seguro de que se hubiera convertido en una figura de singular importancia. Lamentablemente, nunca sabremos lo que podría haber logrado. Irónicamente, su último artículo publicado antes de su muerte también fue el artículo más popular en nuestro sitio webwww.marxist.ca. Su análisis de la clase trabajadora de Alberta , en vísperas de las elecciones, literalmente, se volvió viral en Alberta, llegando a más de 35.000 personas. En este artículo, Camilo explicaba cómo Alberta, la Texas de Canadá, no es inmune a la lucha de clases y combatía el desdén elitista hacia los trabajadores de Alberta de activistas de Ontario y Quebec. Ahora Alberta se enfrenta a un terremoto político. Camilo tenía la intención de escribir un análisis post-electoral, una tarea que sus compañeros tendrán que recoger. Es un tributo al hombre que pudo ser tan productivo y al mismo tiempo estar tan enfermo.
Camilo fue responsable de muchas de las tareas poco atractivas en la oficina de Fightback. Sin tales tareas ninguna organización seria puede funcionar. Editaba artículos, actualizaba el sitio web, componía el periódico, atendía la voluminosa correspondencia, entre otras cosas. Sin embargo, su tarea más importante y gratificante era la formación de los jóvenes en las ideas marxistas. Tenía un conocimiento superior a su edad. Si una cosa se puede tomar de la vida de Camilo, es la necesidad de dedicarse al estudio y a la discusión de la teoría política como un medio para emancipar a la clase obrera. Esto se dirige especialmente a los jóvenes.
La enfermedad que se llevó a Camilo de nosotros se está volviendo más y más frecuente con la crisis del capitalismo. El suicidio es una epidemia en aumento. El capitalismo mata, literalmente. Sin embargo, es un error aplicar esta generalización a todas las personas, especialmente a Camilo. Es necesario hablar de esto para cortar el silencio y el estigma. Él había luchado contra su enfermedad mental durante muchos años y lo había hecho bien. Estaba viendo semanalmente a un terapeuta y estaba recibiendo ayuda médica. A través de la política tuvo un animado círculo social de compañeros que se preocupaban por él profundamente. No estaba abatido por el futuro, sino que estaba increíblemente orgulloso de lo que los marxistas habían logrado en Canadá e internacionalmente. Fightback acababa de realizar una campaña exitosa con la que había conseguido abrir su primera oficina, un gran paso adelante. Él fue el autor principal de nuestro documento de Perspectivas 2015 que rebosa de confianza en la revolución y en la clase obrera. Esperamos que este documento, tradicionalmente no firmado, esté pronto disponible como un homenaje a Camilo. Pero también era un hombre muy celoso de su privacidad y terriblemente avergonzado por su enfermedad. Esta vergüenza era innecesaria. Algunos combaten el cáncer hasta el final y sucumben. Camilo luchó contra la depresión hasta el final y fue anulado de manera similar por la enfermedad a pesar suyo, de sus amigos, y de los mejores esfuerzos.
Sostenemos al compañero Camilo en nuestros corazones y continuamos la lucha a la que él le dedicó su muy corta vida. Es demasiado pronto para decir, «no lloréis, organizad», así que tendremos que hacer ambas cosas. Toda lucha tiene sus pérdidas y esta es la pérdida más difícil a la que hemos tenido que enfrentarnos. Sabemos que no estaríamos donde estamos hoy sin Camilo Cahis. Un compañero de lucha ha caído y deberemos tomar su carga hasta el último día en que este sistema capitalista miserable pase a mejor vida.
A Camilo, que tenía 33 años, le sobreviven su madre, su padre, dos hermanos y su familia revolucionaria, en Canadá y a nivel internacional. Era muy querido y lo echaremos de menos hasta el final.
Para aquellos que deseen contribuir con la causa a la que Camilo dedicó la mayor parte de su vida adulta, en lugar de flores por favor, asuman una suscripción de solidaridad con Fightback o aporten una donación. Tenemos la intención de crear un fondo de solidaridad para ayudar a cubrir el costo de los arreglos del funeral. Lo más importante es hacerse activo en la lucha revolucionaria. Este es el mejor homenaje que podemos dar a Camilo. Por favor contáctano en fightback@marxist.ca o llamando al 416 461 0304 si deseas contribuir.
Fightback
366 Danforth Ave., Suite 201,
Toronto, ON M4K 1N8
Aquellos que deseen enviar condolencias o sus recuerdos de Camilo, por favor enviadlos a: fightback@marxist.ca Tenemos la intención de publicar una selección en los próximos días.
Aquí está una lista de artículos para los que no están familiarizados con la obra de Camilo (en inglés):
Crisis brewing in the oil patch: Alberta workers under attack
“Anybody But Conservative” campaign weakens fight against Liberal austerity
Is an Ontario election coming? NDP must stand with workers, not Bay Street
John Tory is Toronto’s mayor: Bay Street sharpens its knives
Parliament Hill shooting is a symptom of a rotten system
On a Knife’s Edge: Canadian society stands at the brink
Rob Ford crack cocaine scandal reveals the weakness of the ruling class
Canada-Brazil Spygate scandal: Imperialism gets caught red-handed
Save the workers’ game from the owners’ greed: A Marxist look at the National Hockey League lockout
Is crisis coming to Canada? New economic figures warn of Europe-style collapse
“Doctor” Drummond’s bad medicine: Top banker sees bleak capitalist future for Ontario
En castellano, pueden consultar en: http://www.marxist.com/es/
Además, aquí hay algunos videos de Camilo como orador en actos públicos (en inglés):
Sobre la revolución venezolana
Contra las políticas de austeridad en Ontario y Las huelgas en la Universidad de Toronto
Los 43 estudiantes desaparecidos y el movimiento de masas en México