Las Misiones acaban de recibir un gran elogio de parte del Presidente Hugo Chávez y hasta desfilaron en Caracas, convocados para celebrar su extraordinario papel en la batalla de Santa Inés. Por diversas vías nos llegan informaciones sobre algunos he Las Misiones acaban de recibir un gran elogio de parte del Presidente Hugo Chávez y hasta desfilaron en Caracas, convocados para celebrar su extraordinario papel en la batalla de Santa Inés.
Por diversas vías nos llegan informaciones sobre algunos hechos que están pasando en las misiones en el Estado Lara, lo que nos llena de preocupación por cuanto una política errada hacia ellas puede causar una hecatombe en las filas de los partidarios del proceso.
Siempre hemos dicho que la mejor manera de hacer participar al pueblo, de resolver las diferencias que son naturales que existan, pues “cada cabeza es un mundo” y de evitar que los chismes y corrillos que son tan destructivos nos cusen algún daño, es desarrollar una política de información totalmente transparente y de desarrollo de discusiones de cualquier tipo de información y de problemas en la propia base del movimiento, pues es la mejor manera de unificar al pueblo y de hacerlo un solo puño a la hora de golpear al enemigo.
Las misiones se han convertido en la gran esperanza del pueblo todo para recibir servicio médico asistencial al momento que se necesita, para aprender a leer y escribir y para estudiar y sacar una carrera, los que por diversas razones no lo pudieron hacer en el tiempo previsto y para recibir entrenamiento o formación para el trabajo.
El comienzo de las misiones y esto ya nadie lo discute, fue lo que permitió la recuperación de la base social del gobierno de Chávez y cuidarlas es una necesidad imperiosa, no solo por el apoyo al gobierno sino por que ello cubre algunas necesidades de nuestro pueblo. Necesidades reivindicativas que durante años se las habían negado.
Nuestra preocupación es porque, por lo menos en el Estado Lara, a los participantes de la Misión Ribas les acaban de decir que las clases se les suspenden porque si y punto. Y como nunca nos han dado una razón oficial, los corrillos son muchos. A unos no s dicen que es porque hay que tomar vacaciones, otros dicen que es porque no hay real, cuando el presidente acaba de decir que le inyecta a las misiones unos cuantos cientos de millones de bolívares. Otros que es para que nos incorporemos a la campaña de las regionales, cuando los participantes conscientes nunca hemos dejado de participar en las actividades en defensa de la revolución y allí está las felicitaciones por nuestra participación en la batalla de Santa Inés y pare ud. de contar. Pero esto no es todo. Los compañeros de la Misión Sucre no han comenzado sus clases pues todavía “no les encuentran local donde impartir clases” y en eso llevan meses esperando; a otros compañeros que les asignaron becas, las mismas se las habían ofrecido para el mes de Agosto y ahora resulta que se las difirieron para septiembre – octubre y quien sabe.
Nosotros estamos seguros que si a los compañeros de las misiones los convocaran para discutir los problemas, que parecen más bien creados por intereses o estorbos burocráticos que reales, todos los participantes en las misiones se reunirían y aportaran sus ideas de como solucionar “los problemas” además de seguir aportando su cuota de sacrificio en defensa de la revolución y su profundización hasta la instauración de un gobierno de los trabajadores y el pueblo.
Lamamos a todos los compañeros participantes de las misiones educativas, a reunirse y impulsar soluciones para que no se suspendan las clases y las becas asignadas lleguen a sus destinatarios. Tienen que llamar a los responsables de las mismas y hacerles ver que los integrantes de las misiones somos lo suficientemente maduros como para tomar decisiones por el bien de todos.