El próximo domingo 9 de diciembre, los venezolanos están nuevamente convocados a una elección. Esta vez, se elegirán los concejales que conformarán los Concejos Municipales que llevan más de un año vencidos.
En el presente artículo, evaluaremos algunas promesas de solución a la crisis, la vinculación entre elecciones y “defensa de la soberanía” presente en el discurso psuvista y algunas estrategias y alianzas partidistas, entre ellas las del PCV, PPT y UPP89. Esperamos, con este análisis preelectoral, aportar elementos al debate para un público que, si bien rechaza las ofertas engañosas de la derecha, considera igual de engañosas las ofertas del gobierno y sus aliados y busca una alternativa.
Parte I: crisis y elecciones
La crisis económica y la pérdida de una oportunidad
Si algo se ha prometido a las masas desde el comienzo de la aguda crisis económica que vive el país, es una solución a la misma. La oposición, para la elección de diputados de la Asamblea Nacional, llamaría a hacer “la última cola”. Por su parte, Maduro durante la convocatoria de la Constituyente diría: “¿quieren control de precios? Denme constituyente”, promesa que se repetiría durante las elecciones de gobernadores, de alcaldes y que durante la elección presidencial de mayo se convertiría en la promesa de acabar con las “mafias económicas”, campaña en la que, por los slogans de los partidos aliados, se daba cuenta del fracaso del periodo anterior, ya que la agitación podía hacer pensar en una candidatura de oposición cuando en realidad se trataba de una candidatura a la reelección.
Si algo se demostró en todos esos procesos electorales, en las que se señalaba la importancia de ganar la contienda para solucionar la crisis económica, es precisamente que la solución a la misma no es electoral, sino que requiere de medidas económicas radicales,que como se ha demostrado, no vendrán de la mano del gobierno ni de la oposición de derecha, por lo que se requiere entonces la creación de una alternativa revolucionaria. En resumen, la solución a la crisis no es electoral, es política.
Durante las elecciones presidenciales,desde la Corriente Marxista Lucha de Clases agitamos en favor de la construcción de una alternativa revolucionaria, de una referencia de izquierda genuina frente a las candidaturas presidenciales de Falcón y Maduro. Así lo expusimos en diversas cartas y reuniones con las direcciones del PPT y el PCV, partidos que durante las elecciones de alcaldes, lograron establecer un acuerdo para apoyar a Eduardo Samán en el municipio Libertador de Dtto. Capital y Ángel Prado en el municipio Simón Planas del estado Lara. Ambos, dirigentes honestos del chavismo enfrentados a la maquinaria del PSUV. Sin embargo, estos llamados a la construcción de una alternativa fueron rechazados y por el contrario,arguyendo la “defensa contra el imperialismo”, se firmaron acuerdos con el PSUV para apoyar la candidatura de Maduro, acuerdos que dicho sea de paso fueron violados, perdiéndose así dicha oportunidad de convertirse en una referencia para toda la izquierda.
Hoy, vemos como nuevamente la “defensa contra el imperialismo” se usa dentro del Gran Polo Patriótico para justificar alianzas con el PSUV, para incentivar el voto, y, sin embargo, esta defensa solo se plantea en términos discursivos, pues mientras se habla de antiimperialismo, se legisla a favor de las multinacionales y se entregan los recursos naturales a los imperialistas de todo el mundo: chinos, rusos, turcos y también norteamericanos.
Para los marxistas, la mejor forma de combatir al imperialismo no es empeñando el futuro del país en favor de“potencias aliadas”, que ahora gozan de jugosas concesiones para explotar nuestros recursos naturales, a cambio de apoyo financiero y diplomático –en realidad hablamos de migajas que nos encadenan a una mayor dependencia–. Una política genuinamente antiimperialista pasa por la expropiación de los capitalistas locales, para establecer una economía planificada bajo control democrático de la clase obrera y el pueblo. Desarmar las pretensiones del imperialismo norteamericano pasa por arrebatar la propiedad sobre las palancas de la economía a sus acólitos nacionales, y no en abrirle las puertas a otras potencias imperialistas que de igual manera saquearán el país, explotarán de manera brutal a nuestra clase obrera, extraerán todos los posibles beneficios de nuestros recursos naturales, sin ninguna contrapartida en transferencia tecnológica y desarrollo económico posible.
Parte II: Análisis de Estrategias Electorales
PCV: Una relación de acuerdo-oposición con el PSUV
El Partido Comunista de Venezuela, ha llamado en estas elecciones a votar en la tarjeta del gallo rojo, en defensa del salario, contra los despidos y por reenganches, y por el respeto de las contrataciones colectivas. Sin embargo, veamos que significa realmente votar en esta tarjeta:
Lo primero que debemos tener en cuenta,es que el salario, y las contrataciones colectivas están lejos de defenderse en unas elecciones a concejales. De igual forma, tampoco ésta es la vía para enfrentar los despidos, tanto del sector público como privado. Esto es importante señalarlo ya que no se puede pretender hacer campaña electoral con la necesidad de los trabajadores, dándoles esperanzas electorales cuando en realidad sus derechos y conquistas se harán respetar con organización en la calle, y con los métodos de lucha que les son propios a la clase trabajadora.Dar falsas esperanzas, además en una elección que hoy poco o nada tiene que ver con las luchas obreras, es señalar el camino equivocado de la lucha.
Por otro lado, y aun dándole la razón(que no la tiene) al PCV en su estrategia electoral para defender los derechos de los trabajadores, éstos actualmente van en alianza con el PSUV en un gran número de circuitos. Así, vemos por ejemplo el apoyo del PCV al PSUV en la circunscripción 6 del municipio Libertador del Distrito Capital, en el que se apoya a Nahum Fernández, quién es actualmente el presidente del concejo municipal. Entonces, observamos como de igual forma, se plantea una lucha contra los despidos, pero se mantiene la política de pacto con el gobierno que despide trabajadores.
Lo que vemos, es en realidad la continuación de la misma política de acuerdo-oposición de las elecciones presidenciales, en la que se apoya al gobierno que se critica, buscando acuerdos que se saben de antemano (si se hace un análisis marxista) que serán traicionados, para luego hacer oposición en los márgenes de la legalidad burguesa: buscando más acuerdos institucionales con ministros y constituyentes para que el ciclo se repita.
En política, cometer un error no tiene por qué ser una catástrofe, siempre que se reconozca y se tomen los correctivos necesarios. Lo catastrófico es cuando no se reconocen los errores, sino que se insiste en los mismos y se aparta a quien correctamente los señala. Así, desde la dirección del PCV esperan resultados distintos y “revolucionarios” cuando persisten en la misma política. Esto es lo que significa la táctica del PCV: seguir esperanzando a los trabajadores para culparlos luego por su desmoralización.
PPT: una táctica interesante con un programa incompleto
A diferencia del PCV, y del resto del GPP, el partido Patria Para Todos se ha presentado en estas elecciones con candidaturas distintas a las del PSUV en todos los circuitos, compartiendo su tarjeta con partidos aliados como el PRT, pero también con dirigentes de base.
La táctica electoral del PPT es bastante interesante, y guarda similitud a la aplicada por el PSOL brasileño, que siendo un partido-plataforma, prestó su tarjeta para permitir la participación de quienes no tienen un apoyo partidista electoral. Por otro lado, está táctica tiene la ventaja de aprovechar los verdaderos liderazgos de la base para sumar votos al partido y ganar aliados, a diferencia de que si lanzaran candidatos propios en cada circuito (lo cual sería una proeza). De esta forma, el partido azul buscaría tener una buena cantidad de votos en una elección en la que se pronostica una fuerte abstención. El detalle de esta táctica, es que, si no se verifican detalladamente las alianzas, puede colarse entre los dirigentes de base, algún oportunista o corrupto que no haya logrado montarse en el trampolín del PSUV.
En cuanto al programa, el PPT ha sido consecuente con su propuesta de impulsar los Concejos Locales de Planificación(los CLPP), a lo que suma el llamado a una Constituyente municipal para refundar la concepción de municipio y vincularlo con los Concejos Comunales y Comunas. Un programa que se corresponde con la elección a la que se presenta,sin prometer más de lo que de ganar se podría garantizar.
Aunque podemos converger en posiciones que enfatizan la necesidad de brindar mayores competencias y espacios de participación a las comunidades organizadas, creemos que esto no podrá alcanzarse de manera plena sin que haya una demolición sistemática del podrido aparato estatal burgués, el cual, como era de esperarse, ha confinado el alcance revolucionario de la organización popular al mero papel de instancia que hace peticiones al gobierno, desprovista de cualquier forma de poder real y efectivo. Los CLPP reproducen la lógica de los llamados “presupuestos participativos”, que en la práctica representan espacios donde los alcaldes y autoridades municipales de Estado burgués controlan y manipulan a las comunidades organizadas, mediante el chantaje y la amenaza de privación de recursos, a cambio de obediencia y en función de intereses ajenos al pueblo pobre. Creemos que el verdadero poder popular solo puede construirse sobre la base de la suplantación de las estructuras del poder estatal burgués, por instancias tipo soviets donde los representantes elegidos democráticamente sean revocables en cualquier momento,donde el salario que éstos reciban no superen la remuneración de un trabajador cualificado, donde se constituyan milicias populares llamadas a suplantar los aparatos de coerción tradicionales (policía y ejército), y en donde predomine la máxima participación y rotación permanente de representantes. Consideramos que las comunas podrían y deberían adoptar tales figuras para finalmente derrumbar el llamado “poder constituido”, a todas luces burgués, por demás inadecuado para respaldar los supremos intereses de la clase obrera y el pueblo.
Si bien con todo esto el PPT se diferencia del PSUV en estas elecciones, y además ha intentado mantener una política diferenciada en materia nacional, abordando temas como el rescate petrolero; el partido no ha logrado romper de modo frontal y definitivo con el gobierno, por lo que a los ojos de la inmensa mayoría (los que no siguen la política en detalle), el PPT sigue sin ser un referente de izquierda para las masas. Esto, y la falta de un programa marxista que presente una oportunidad para trascender el capitalismo en vez de intentar enmendarlo, atenúan las diferencias que pueda tener el partido con los reformistas dentro del PSUV.
MS y UPP89: La disidencia chavista que no logra echar raíces
Por último, es necesario señalar la alianza entre Marea Socialista y el partido UPP89, partido que apoyó la candidatura presidencial de Reinaldo Quijada.
La candidatura de Marea Socialista se presenta a sí misma como una candidatura de oposición al gobierno de Nicolás Maduro por la izquierda. Esta oposición real al gobierno, diferencia a MS delas alternativas analizadas anteriormente: del apoyo funcional del PCV algobierno, o del vínculo ideológico del PPT con el reformismo, que como señalamos le impide jugar un papel más protagónico. Sin embargo, la oposición de MS al gobierno se ha expresado en términos sectarios, donde se repele de modo furibundo y absurdo a las bases chavistas, por lo que, en la práctica, se han visto apartados de las amplias masas y de sus sectores más avanzados y combativos.
Todos recordamos el triste episodio donde ante lo que fue un levantamiento reaccionario promovido por la burguesía y el imperialismo el año pasado, MS se puso del lado incorrecto de la barricada al plantear que la mayor amenaza para el país era “el curso totalitario del gobierno”, mientras asumió una posición ambigua sobre lo que representaron las arremetidas de corte fascista de las fuerzas de la derecha, así como los linchamientos de varios compañeros chavistas, o incluso, simples transeúntes de piel oscura. En su momento, explicamos que, aunque los revolucionarios consecuentes debíamos oponernos a la política gubernamental, por no ser revolucionaria y a su carácter retrógrado, a su vez la necesidad de la coyuntura nos imponía el llamado a un frente único de todas las fuerzas de la izquierda, para combatir las pretensiones insurreccionales de la burguesía y los planes del imperialismo, para luego seguir desenmascarando la nefasta política del gobierno. Salvando las diferencias, esta táctica era la misma que asumieron los bolcheviques durante el gobierno de Kerensky de cara a la amenaza golpista de Kornilov, la cual, parece no haber sido estudiada o tan siquiera contemplada por varias organizaciones que se reivindican marxistas.
Esta actitud ante la base chavista y su incapacidad de echar raíces y crear vínculos orgánicos, ha sido una barrera que ha impedido el desarrollo de la que fuera una de las corrientes más grandes del PSUV en sus mejores tiempos. Además, el paso de un oportunista como Nicmer Evans por sus filas, que acaparó mediáticamente la vocería del movimiento, fue nefasto y altamente contraproducente para la organización.
A la par de la lucha de MS dentro de la Intersectorial de Trabajadores de Venezuela (ITV), así como el trabajo de sus diferentes plataformas (contra la explotación en el Arco Minero y el pago de la deuda externa), esta organización ha decido presentarse a las elecciones del 9D, en un escenario de previsible baja participación, que posiblemente no supondrá una oportunidad para posicionarse entre los sectores más des contentos y radicalizados entre la izquierda.
No hay salida a la crisis sin organización y lucha
Debemos enfatizar que la solución a la crisis estructural del capitalismo venezolano, como reflejo de la crisis orgánica del sistema capitalista a nivel mundial, no encontrará solución en los márgenes de la institucionalidad burguesa. Independiente de cuales sean los resultados en los comicios a realizarse este domingo, las perspectivas apuntan a la continuidad del curso de las tendencias generales de la situación del país. La crisis seguirá recrudeciendo, solo si la clase obrera permanece desorganizada,atomizada, y sin posibilidad de defender sus intereses de clase de modo firme.
Reiteramos nuestro llamado a construir una alternativa orgánica revolucionaria, dotada de un programa marxista, capaz de emprender las tareas históricas de emancipación de la clase obrera y el pueblo pobre y oprimido.
Para nosotros, la salida a la crisis estructural del capitalismo venezolano en favor de las clases oprimidas,consiste en la edificación de una economía planificada sobre los siguientes cimientos: expropiación de las grandes industrias, bajo control obrero;expropiación de todos los latifundios, bajo control campesino, para emprender una genuina reforma agraria que permita el desarrollo de una industria agroalimentaria y genere la materia prima que el aparato productivo nacional necesita; nacionalización sin compensación de la banca y las aseguradoras, para poner sus recursos al servicio de un plan de producción, en empresas estatales y bajo control obrero; y creación de un monopolio estatal sobre el comercio exterior, que acabe con la crónica fuga de divisas a las cuentas de la burguesía, permitiéndole al Estado venezolano retenerla riqueza del país para invertirla en el desarrollo de la producción agrícola e industrial. Todo lo anterior, debe venir acompañado de una auditoria –por parte del nuevo Estado obrero– de todas las instituciones y empresas públicas y privadas, implicadas en los innumerables actos de corrupción que desangraron las arcas del país, para proceder a encarcelar y confiscar los bienes de todos los responsables.
Más allá de la decisión particular de cada cual, respecto a las opciones en la mesa, invitamos a los revolucionarios consecuentes a construir una nueva alternativa revolucionaria para rescatar la revolución y completarla.