El gobierno encaró ayer un paro nacional de miles de empleados públicos, al que adhirieron con marchas estudiantes, campesinos, jubilados e indígenas, que rechazan la política económica oficial, la firma de un Tratado de Libre Comercio y la eventual El gobierno encaró ayer un paro nacional de miles de empleados públicos, al que adhirieron con marchas estudiantes, campesinos, jubilados e indígenas, que rechazan la política económica oficial, la firma de un Tratado de Libre Comercio y la eventual reelección del presidente Álvaro Uribe.

En la marcha de Bogotá, en la que participaron unas 15.000 personas, los oradores atacaron las políticas neoliberales y el pobre desempeño en el área social del gobierno en una protesta que tuvo algunos momentos de agitación, rápidamente reprimidos por la policía con agua y gases.

“TLC: hambre, muerte” o “Uribe, fascista, usted es un terrorista”, eran algunas de las pancartas que circulaban por el centro de la capital, donde la policía dispuso de 2.000 agentes para vigilar las marchas.

Se registraron breves cortes de calles y como medida preventiva se prohibió el porte de armas.

En Barranquilla, Cali, Cúcuta y Medellín se registraron movilizaciones donde no faltaron gritos contra la reelección de Uribe y las alzas de impuestos.

“Las motivaciones (del paro) están fundamentadas en la altísima tasa de desempleo y en el empobrecimiento del campesinado colombiano”, dijo a la AP el presidente de la Confederación General del Trabajo (CGT), Julio Roberto Gómez.

Al paro de actividades del sector público se sumaron los profesores, los empleados de la salud, trabajadores del Poder Judicial y funcionarios municipales.