Alan Woods es uno de los dirigentes internacionales de la Corriente Marxista El Militante, a la que pertenece la Corriente Marxista Revolucionaria de Venezuela. Con motivo de su participación en el II Encuentro Internacional de Solidaridad con la Rev Alan Woods es uno de los dirigentes internacionales de la Corriente Marxista El Militante, a la que pertenece la Corriente Marxista Revolucionaria de Venezuela. Con motivo de su participación en el II Encuentro Internacional de Solidaridad con la Revolución en Caracas, entrevistamos al camarada para nuestra publicación El Topo Obrero.

¿Cómo valora la fortaleza o debilidad del imperialismo de EEUU, ante los
recientes acontecimientos en Iraq y Haití?

El imperialismo estadounidense es sin duda el estado más poderoso desde el punto de vista económico y militar que se haya visto en toda la historia de la humanidad. En comparación, el poderío del Imperio Romano parece un juego de niños. La administración Bush es simplemente una expresión extrema de este hecho. La “doctrina Bush” pretende darle a los EEUU el derecho ilimitado de intervenir en cualquier parte del globo terráqueo, de interferir en los asuntos internos de estados supuestamente soberanos, romper acuerdos y bombadear, aterrorizar, invadir y ocupar sin estar sometidos a ningún tipo de control.

Aparentemente ninguna potencia en el mundo se puede enfrentar al imperialismo de los EEUU. Pero este es un punto de vista equivocado. En realidad el poder de los EEUU tiene límites y esto se está viendo cada vez más claramente. La invasión de Irak consiguió rápidamente destruir el ejército iraquí. Pero eso no fue ninguna sorpresa. Las fuerzas armadas de Irak, ya derrotadas y debilitadas, no podían de ninguna manera competir con la colosal capacidad de fuego y la tecnología de las fuerzas de la coalición. Pero una cosa es derrotar el ejército iraquí militarmente y otra muy diferente es establecer una ocupación con éxito de Irak contra la resistencia del pueblo iraquí. El imperialismo británico aprendió esta lección en el pasado. Ahora los imperialistas americanos están empezando a aprender la misma lección de manera dolorosa.

Napoleón Bonaparte, que sabe basante de bayonetas, dijo que el problema es que uno no se podía sentar sobre ellas. Un año después de la guerra, los EEUU y sus aliados están muy lejos de haber conseguido sus objetivos en Irak. Se enfrentan a una guerra de guerrillas en toda regla que cuenta con el apoyo de la gran mayoría del pueblo iraquí. Cada día los soldados de los EEUU, sus aliados y sus colaboradores iraquíes sufren nuevas bajas. No hay ni rastro de estabilidad. No han conseguido establecer un gobierno títere en Baghdad que pudiera tener ni siquiera una sombra de credibilidad entre las masas. La situación es caótica y empeora cada día que pasa. Desde cualquier punto de vista es una catástrofe total para el imperialismo.

La guerra fue reaccionaria desde el principio hasta el fin, y se enfentó a una oposición de masas en Europa, los EEUU y otros países. Esta se expresó en las manifestaciones de masas en las que participaron millones de personas hace justo un año. En mi propio país, que desgracidamente ha participado en la guerra como el principal aliado de los EEUU, dos millones de personas salimos a las calles de Londres en lo que fue la mayor manifestación de la história británica. La mayoría aplastante del pueblo británico estaba, y sigue estando, en contra de esta guerra. Este tema se ha convertido en el centro de atención de la arena política y ha provocado una profunda crisis en el gobierno y en el propio Partido Laborista. La posición de Blair está siendo erosionada muy rápidamente por esta crisis. Todos los intentos de echar tierra sobre el asunto han fracasado y las acusaciones regresan para disgusto de Blair y sus secuaces.

La cuestión es aún más clara en el caso de España, dónde el 90 de la población se opuso a la guerra y 6 millones de personas participaron en las marchas del 15 de febrero contrala guerra. Aznar, el otro aliado europeo de Bush, parecía tener la situación bajo control, de la misma manera que lo parece Bush hasta el momento. Pero ya hemos visto la velocidad con la que toda la situación se transformó en España. En un par de días, después de los atentados en Madrid, el ambiente entre las masas sufrío un cambio súbito y el gobierno derechista y pro-americano del PP fue derrotado y sustituido por los socialistas que dicen que van a retirar las tropas de Irak a no ser que la situación mejore. Pero la situación no está mejorando en absoluto, sino más bien empeorando. Si España se retira –lo cual no está descartado – eso colocaría a Blair y Bush bajo enorme presión. También se pueden cambios repentinos en el ambiente entre las masas en Gran Bretaña y los EEUU en los próximos meses.

La gente ahora se da cuenta que todas las histórias sobre armas de destrucción masivas fueron una mentira y un engaño. No existen tales armas en Irak. Por otra parte la llamada “guerra contra el terrorismo” ha tenido precisamente el efecto opuesto al que se había anunciado. Lejos de reducir la amenaza de terrorismo, la ha exacerbado enormemente en todas partes. El terrorismo se está extendiendo como una epidemia horrible. En realidad el terrorismo individual y el terrorismo de estado se retro-alimentan el uno al otro. Bush es el mejor aliado de Bin Laden y viceversa (no olvidemos que fue la CIA la que inventó a al-Qaida como un arma en la guerra contra la Unión Soviética en Afganistán). Antes de la invasión imperialista, al-Qaida no tenía presencia en Irak, ahora ciertamente sí la tiene. Esto es lo que ha conseguido Bush.

Por sus propias acciones los imperialistas americanos están aumentando la inestabilidad en todas partes. Oriente Medio en su conjunto está en una situación de inestabilidad. Incluso el régimen en Arabia Saudita está pendiente de un hilo. Esta situación no es del agrado de Washington. A ellos les gustaría alcanzar la paz en Oriente Medio – es decir, paz bajo su control imperialista – pero por sus propias acciones la hacen imposible. Uno puede tener paz o estar bajo la dominación de los EEUU., ¡pero no las dos cosas a la vez!

En la ausencia de un Irak estable, los planes de imperialismo de los EEUU de expoliar sus enormes recursos naturales no son viables. Hay sabotajes de los oleoductos, asesinatos de obreros de la construcción de EEUU. ¡Este no es un ambiente propicio para atraer inversiones de los grandes monopolios americanos! Como consecuencia, en lugar de enriquecerse a costa de Irak, los EEUU se encuentra con que tiene que pagar cantidades enormes de dinero para mantener la ocupación – por lo menos 4 mil millones de dólares al año, lo que significa una enorme sangría a la riqueza de los EEUU. Es como una hemorragia lenta y persistente. Eso no puede continuar de manera indefinida. Ni siquiera un país rico como Estados Unidos, no puede permitir que esto coninue para siempre.

Estados Unidos se enfrenta a problemas económicos muy importantes, particilarmente una deuda enorme y un déficit presupuestario enorme, que se acerca peligrosamente al 5% del PIB. Se dice que denro de pocos años no podrán pagar las pensiones de aquellos que se jubilan , y que no hay dinero para la sanidad. A pesar de esto, Bush está recortando los impuestos a los ricos y el gasto militar de una manera obscena. Esto, llegados a cierto punto, provocará una reacción en américa. Lo que ha paso en España puede suceder a una escala incluso mayor en Gran Bretaña y los EEUU.

Antes de la Segunda Guerra Mundial, León Trotsky, el gran revolucionario ruso, hizo una predicción brillante, cuando afirmó que el imperialismo americano resultaría victorioso y dominaría el mundo, pero también añadió que tendría dinamita en los cimienos. Esta predicción la estamos viendo confirmada hoy en día. La predicción se está confirmando en la realidad. Todas las contradicciones a nivel mundial están llegando a un punto de inflexión y están penetrando los propios EEUU. ¡Se prepara un período explosivo!

¿Cuál es su opinión sobre el proceso revolucionario que se ha abierto en
nuestro país?

El imperialismo estadounidense está tratando de utilizar su fuerza para impedir la revolución que se está preparando en América Latina. La crisis del capitalismo ha reducido a la penuria a la mayoría de la población de este continente potencialmente rico y próspero. La crisis ha destruido la poderosa economía argentina, que en el pasado era la locomora económica de América Latina. Oleadas revolucionarias han sacudido a Ecuador, Bolivia, Argentina, Perú, y por supuesto Venezuela. No exite ni un solo régimen capitalista estable desde la Tierra del Fuego al Río Grande.

Los imperialistas americanos están aterrorizados por estos acontecimientos. Oriente Medio es de gran importancia económica y estratégica desde su punto de vista. Pero también es cierto que consideran a América Latina como su patio trasero. Por lo tanto siguen una politica de contrarrevolución. Tienen un pavor mortal de que Venezuela se convierta en un faro para las masas oprimidas de América Latina, y están haciendo todo lo posible para derrocar al gobierno democráticamente elegido de Hugo Chávez. Ya han organizado dos golpes de estado serios, con el apoyo de la burguesía venezolana, sus limpiabotas locales.

El gobierno de Chávez ha hecho muchas cosas positivas. Se mantuvo firme y rechazó la presión del imperialismo. Ha llevado adelante muchas reformas a favor de obreros y campesinos que son la gran mayoría de la sociedad. Por encima de todo ha dado a las masas una esperanza, un sentido de dignidad y de tener una misión. Desgraciadamente, sin embargo, el proceso revolucionario no se ha llevado hasta su conclusión. El poder económico sigue en manos de los terratenientes y capitalistas, que nunca van a reconciliarse con la revolución.Continuarán complotando e intrigando, y no descansarán hasta haber eliminado todos los logros de la revolución, derrocado el gobierno, y colocado de nuevo sobre el cuello del pueblo venezolano el yugo de la opresión.

Antes habéis mencionado los acontecimientos en Haití. No creo que esto sea una coincidencia. Los imperialistas de los EEUu incitaron a la turba a derrocar el gobierno de Aristide, porque no confiaban en que él actuara como su títere. Estaba demasiado inclinado a responder a las exigencias de las masas de haitianos pobres. Washington no lo podía tolerar. Pero en mi opinión la intervención de los EEUU en Haití se dirigía también contra Venezuela y Cuba. Están ansioso por derrocar a Hugo Chávez, aunque no ceo que sea probable que intervengan directamente con tropas estadounidenses. Ya tienen bastantes problemas en Irak, y se dan cuenta de que se enfrentarían con una oposición feroz por parte del pueblo venezolano. ¡Venezuela no es Haití! Pero nuevos intentos conrarrevolucionarios con el apoyo de los EEUU son inevitables.

¿Cuál sería la mejor manera de defender la revolución venezolana ante la
injerencia del imperialismo?

Los trabajadores en todas partes están metidos en una guerra contra los explotadores, la guera de clases. Al igual que en una guerra convencional, para ganar, el coraje y la superioridad numérica no son suficientes. Un ejército victorioso necesita un plan de acción, una estrategia seria, una compresnión de la táctica. Tiene que tener un buen estado mayor que haya estudiado en detalle la guerra cmo ciéncia y como arte. Sin esto la victoria es imposible.

Las masas han demostrado su espíritu de lucha una y otra vez. En dos ocasiones derrotaron a la contrarrevolución. Pero ganar una batalla no es ganar la guerra. La derrota de las fuerzas contrarrevolucionarias creó condiciones extremadamente favorables para llevar adelante la transformación socialista de la sociedad. En aquellas condiciones dadas, esto se hubiera podido conseguir de manera pacífica. La reacción estaba desorientada y desmoralizada. Pero se desaprovechó la oportunidad y en ambas ocasiones se les permitió volver a agruparse y preparar una nueva ofensiva contrarrevolucionaria.

Winston Churchill solía decir que la major defensa es el ataque. Es absolutamente necesario llevar la revolución hasta el final. Hay que poner fin a la dominación de los terratenientes y los capitalistas sobre la economía, nacionalizando los bancos, la tierra y las principales industrias, bajo el control y gestión democrática de los trabajadores. No queremos nacionalizar todas las pequeñas tiendas y negocios. Esto no sería necesario ni deseable. Debemos tratar de ganar a las clases medias señalándoles que nuestro enemigo son los grandes capitalistas y el imperialismo.

Algunos, equivocadamente, argumentan que esta línea de acción provocaría a los imperialistas y a la reacción. Esto es abdurdo. Los imperialistas y la reacción ya han demostrado con sus acciones que no necesitan ninguna provocación para actuar. Contínuamente están tratando de destruir la revolución. La idea de que cesarán sus actividades contrarrevolucionarias, si nosotros “mostramos moderación” y llegamos a compromisos con ellos es ingenua y muy peligrosa. Al contrario, un comportamiento de este tipo sólo serviría para animarles y fortalecerles. ¡La debilidad invita a la agreasión!

Por supuesto que la revolución venezolana no puede triunfar de manera aislada. Pero no se mantendría aislada por mucho tiempo. La Venezuela revolucionaria debe hacer un llamamiento a los obreros y campesinos del resto de América Latina a seguir su ejemplo. Dadas las condiciones que existen en todo el continente, un llamamiento de ese tipo caería en un terreno muy fértil.

¿Porqué considera que todavía son válidas las ideas del marxismo?

Lenin en una ocasión dijo que el “marxismo es poderoso porque es cierto”. De maneraa indirecta los enemigos del marxismo han admitido que esto es verdad. No escatiman esfuerzos para atacar el marxismo, para demostrar que está caduco, es incorrecto, no científico, y demás. Pero si el marxismo es tan irrelevante como ellos pretenden, entonces, ¿por qué gastan tanto tiempo, esfuerzo y dinero en atacarlo?. La clase dominante no desperdicia dinero y tiempo atacando una idea que está “muerta” (como ellos dicen que el marxismo está muerto). Sólo atacan aquellas ideas que no sólo están vivas sino que son peligrosas para ellos y su sistema. ¡Y el marxismo es muy peligroso para la burguesía y el imperialismo!

El movimiento bolivariano ha conseguido despertar a millones de obreros, campesinos y al pueblo oprimido. Sin embargo carece de un programa, método y perspectivas científicas que sólo el marxismo le pueden dar. Las ideas del marxismo son un tesoro en el que cada obrero con conciencia de clase o jóven revolucionario pueden encontrar las armas ideológicas necesarias para derrotar al enemigo de clase.

¿Qué mensaje les daría a los camaradas de la Corriente Marxista Revolucionaria y a los lectores de El Topo Obrero en general?

La unificación de El Militante y El Topo Obrero y la fundación de la Corriente Marxista Revolucionaria como parte de la tendencia marxista internacional que yo también represento, fue un paso adelante decisivo hacia la creación de una fuerte tendencia marxista en Venezuela. Ahora es necesario fortalecer el trabajo de los marxistas en Venezuela a todos los niveles. Tenemos que establecer una base sólida en cada fábrica, cada refinería, cada sindicato, cada círculo bolivariano, cada liceo y universidad, cada aldea, cada cuartel y cada cerro.

Nuestra principal arma es el arma de las ideas – las ideas revolucionarias del marxismo. Tenemos que esforzarnos por darlas a conocer a las masas con la distribución sistemática de literatura marxista y sobretodo aumentando la circulación y la regularidad de El Topo Obrero y El Militante. Tenemos que organizar a nuestros camaradas alrededor de estas excelentes publicaciones en cada ciudad. Como Lenin explicó, un periódico marxista no es solamente un periódico, sino que debe ser un organizador colectivo.

No hace falta decir que los marxistas en Venezuela son parte integrante del movimiento bolivariano, del movimiento de las masas. Ellos son su parte más combativa y enérgica, su ala revolucionaria más consecuente. Es necesario unir a todos los elementos más revolucionarios del movimiento en una corriente marxista de masas que pueda ferlizarlo con las ideas del marxismo-leninismo, las ideas de Marx, Engels, Lenin y Trotsky, empujándolo hacia delante por el camino de la revolución socialista.

El movimiento será victorioso en la medida en que esté dirigido por la clase obrera y la clase obrera esté organizada y dirigida por la Corriente Marxista. Obviamente los marxistas no tratan de imponerse a las masas. Somos parte del movimiento de masas y trabajaremos lealmente para desarrollarlo y fortalecerlo. Todo lo que pedimos es el derecho de defender nuestras ideas y trabajar oara convencer a la mayoría de la corrección de nuestro programa y política. Nuestra consigna es la de Lenin en 1917: “¡Explicar pacientemente!”

Dentro del movimiento general de las masas es imperativo que la clase obrera combata bajo su propia bandera y mantenga su independencia de clase. Los trabajadores venezolanos lucharan contra la contrarrevolución, pero lo harán con sus propios métodos, política y programa, que se basa en el objetivo de la eliminación del capitalismo y la transformación socialista de la sociedad.

La máxima expresión organizativa de esto es la formación de comités revolucionarios, elegidos democraticamente en las fábricas y barrios populares, para dar organización y forma a la lucha de las masas y desafiar el poder del Capital. En el transcurso de la lucha contra la contrarrevolución, por la defensa de los avances de la revolución bolivariana, las masas apenderán a tener confianza en sus propias fuerzas y entenderán la necesidad de tomar el poder en sus propias manos como la única manera de salvaguardar esos logros y llevar la revolución a un estadio superior.

Por último me gustaría hacer énfasis en que todo nuestro trabajo debe estar imbuido de un sentido de tremenda urgencia. Aunque las fuerzas contrarrevolucionarias han sido derrotadas en dos ocasiones, se están preparando para una nueva confrontación, posiblemente la decisiva. Si logran sus objetivos, las consecuencias para el pueblo trabajador de Venezuela serán terribles. La contrarrevolución buscará venganza por haber sido derrotada y humillada en el pasado. Harán pagar a los trabajadores y el pueblo un precio terrible. Tratarán de aplastarles sistemáticamente para que no vuelvan a levantar cabeza en mucho tiempo.

¡Camaradas! No hay lugar para la complacencia. Es una carrera contrarreloj para ver quien va a ganar. La disyuntiva a la que se enfrenta el pueblo venezolano es seria: o la mayor de las victorias o la derrota más terrible. En las grandes batallas que se avecinan la cuestión se decidirá en un sentido u otro. El resultado de estas batallas dependerá en gran medida de vuestra capacidad de construir una fuerte Corriente Marxista Revolucionaria en un corto espacio de tiempo. Armada con las ideas y métodos correctos la Corriente Marxista puede ganar el apoyo de las masas, empezando por los sectores más activos del movimiento. Todo depende de vuestro éxito. ¡No hay tiempo que perder!