El grupo de desempleados que se mantiene en huelga de hambre en las afueras de la empresa CVG Alcasa, desde el pasado martes 20, reiteró su lucha por 90 puestos de trabajo en la alumínica y, reclamó un derecho de palabra ante la comisión de la Asambl El grupo de desempleados que se mantiene en huelga de hambre en las afueras de la empresa CVG Alcasa, desde el pasado martes 20, reiteró su lucha por 90 puestos de trabajo en la alumínica y, reclamó un derecho de palabra ante la comisión de la Asamblea Nacional que se instalará hoy en la ciudad, con el fin de resolver el conflicto que mantiene paralizado el 50% de las actividades en la empresa.

Argenis Betancourt y Yovan Salas, representantes de los desempleados, aseguraron rechazar el "problema político" que existe en Alcasa por el adelanto de las elecciones sindicales, comicios que dieron como ganador a José Gil en la secretaría general del sindicato, lo que ha generado un conflicto con la directiva actual, presidida por Trino Silva.

"Creemos que se violó la autonomía de Sintralcasa con esas elecciones chimbas, el referendo promovido por Trino Silva dio como resultado la expulsión de Gil, qué más quiere", manifestó Betancourt.

Los desocupados ratificaron su lucha por los 90 puestos de trabajo que dicen hay en la empresa cevegista y dijeron tener años en los portones de la empresa esperando un "chance" para trabajar, "el ilegal que quieren montar en el sindicato (José Gil) lo sabe y nunca nos ayudó, ahora pretende imponerse a como dé lugar", indicaron.

Salas solicitó que se les hagan exámenes de sangre a todos los huelguistas con el propósito de comprobar la resistencia de su lucha, "nosotros seguimos en huelga de hambre real, no estamos comiendo nada, y le exigimos una respuesta a la empresa Alcasa porque no abandonaremos la lucha", sentenciaron.