Ante los resultados anunciados por el Consejo Nacional Electoral en el marco de las elecciones regionales y municipales 2004, los empleados y obreros de la Alcaldía del municipio Caroní celebraron eufóricamente la derrota política de Antonio Briceño. Ante los resultados anunciados por el Consejo Nacional Electoral en el marco de las elecciones regionales y municipales 2004, los empleados y obreros de la Alcaldía del municipio Caroní celebraron eufóricamente la derrota política de Antonio Briceño.

Este lunes en horas de la mañana los trabajadores municipales rompieron el silencio, al subir el termómetro político a su máxima expresión en las adyacencias del ayuntamiento.

Al enterarse de los resultados que favorece al dos veces alcalde de Caroní, Clemente Scotto, trabajadores de diferentes dependencias municipales se sumaron con algarabía lo que ellos llamaron "la quema de Judas de Antonio Briceño".

Un poco más de 500 personas gritaban consignas en contra de Briceño, pues la consigna opositora "¡se va, se va, se va, se va!" se dejó escuchar al ser entonada insistentemente por los participantes de la peculiar celebración.

Un muñeco de trapo de aproximadamente dos metros de altura y con características físicas parecidas a Antonio Briceño fue colgado en la "horca" para posteriormente quemarlo.

Sin embargo antes de proceder a quemar el muñeco, leyeron el supuesto testamento que el ahora ex alcalde de Caroní dejaba al irse tras la derrota sufrida este 31 octubre.

Entre líneas los empleados y obreros de la Alcaldía leían en voz alta el llamado testamento Briceño, "amigos quiero pedirles perdón por olvidarme de esta ciudad por cuatro años", decía parte del texto.

Mientras repasaban el testamento, un grupo se encargaba de corear "no te perdono, no te perdono. Perdón por el retraso a que llevé este pueblo y que no podrá recuperarse. No te perdono, no te perdono", continuaban exclamando.

"A mis empleados perdón por haberlos dividido y no haberme dado cuenta de su eficiencia y capacidad técnica y no haberlas empleado en beneficio de esta ciudad". No obstante dentro del texto creado con mucha imaginación por los empleados y obreros del ente municipal, el burgomaestre se disculpaba, "lo siento, me voy derrotado, pero multimillonario".

Sentencia a Briceño

Cuando iban a "ejecutar" literalmente a Briceño, Alexander Coriano, empleado de la Alcaldía de Caroní con solicitud de reenganche leyó la sentencia, "profesión médico y alcalde de Caroní, sentencia: la horca por corrupto, pillo, tracalero, incapaz, descarado, cínico".

Coriano dijo que el testamento que le deja al nuevo alcalde es deuda con empleados y maestros, con los proveedores, una ciudad en total abandono, compromisos que nunca podrá cumplir, pues fue derrotado por amplio margen.

Asimismo recordó que fue desincorporado de sus funciones desde el pasado 6 de agosto, ya que le aplicaron una medida política por no sumarse a su campaña electoral.

"Con esta acción queremos revindicar que en esta ciudad durante cuatro años existió un alcalde que no quiso echar adelante los servicios públicos, esta acción es una expresión del repudio de los ciudadanos contra el ex alcalde", concluyó.

Pase de factura

Por su parte, Joel Bolívar, secretario general del sindicato de Empleados de la Alcaldía, manifestó que la conducta que generó Briceño hacia los empleados fue de repudio y de total rechazo hacia su gestión de gobierno.

"Los empleados le pasaron factura por su conducta y retraso en el pago de los trabajadores por toda una serie de irregularidades. Llegó la hora de pasarle factura a Briceño y este es el momento de hacerlo, se lo merecía, maltrató demasiado a los empleados", subrayó.