El anuncio de Jeremy Corbyn y Zarah Sultana sobre la creación de un nuevo partido el jueves ha provocado una fuerte ola de apoyo y entusiasmo.
En sí mismo, esto no era sorprendente. Las políticas reaccionarias aplicadas por el gobierno de Starmer habían sido una bofetada en la cara para millones de personas que votaron al Partido Laborista con la esperanza de un cambio.